martes, 15 de marzo de 2011

Maternidad y Salario

Según datos del Ministerio de Hacienda, ser madre puede perjudicar seriamente a la mujer empleada.

La distancia salarial promedio entre ellos y ellas en España se sitúa en un 17%, igual que la media de la UE. La separación se agudiza a medida que la mujer se hace mayor --yendo desde el 15% al 28%-- y, por tanto, propende a tener descendencia.

Más de ocho de cada diez mujeres trabajadoras en España renuncian a tener un segundo hijo por motivos laborales. Aún así, no se dispone de datos en la UE sobre el efecto en las salarios de tener más o menos hijos.

En Madrid se observa una de las mayores diferencias salariales según sexo, mientras que en Canarias y Extremadura se produce la menor distancia.


No obstante, como se puede ver en la gráfica, existe una cierta tendencia a que la disparidad sea mayor cuanto más altos son los salarios.

Se produce, además, el hecho, en principio interesante, de que las mujeres madrileñas perciben un mayor salario que los varones andaluces, valencianos, murcianos, castellano-manchegos, extremeños y canarios.

Tres comentarios, entre otros, pueden ser relevantes.

Primero, si la brecha se produce en igualdad de condiciones --es decir, exactamente igual ocupación con idéntica responsabilidad-- entonces hay que corregir el problema a la mayor brevedad y con asertividad.

Segundo, para aceptar que la maternidad es un factor causal debería comprobarse que las empleadas sin hijos ganan lo mismo que los varones y más que las empleadas con hijos. Mi predicción es que será así, y, por tanto, se podría concluir que ser madre perjudica laboralmente a las mujeres.

Tercero, sería interesante saber qué piensan las propias mujeres sobre el balance familia-trabajo, no solamente los representantes sindicales o los responsables organizacionales --aunque también debe tenerse presente su opinión, desde luego.

Atendiendo a otros estudios internacionales, puede suponerse que, también en España, la distancia varón-mujer aumenta con la edad porque un segmento relevante de las mujeres inclina progresivamente la balanza hacia la familia en detrimento de su empleo. No sucede lo mismo, en general, con los varones, quienes permanecen más orientados hacia el mundo profesional.

Los criterios sobre lo que resulta más o menos adecuado para cada individuo depende de lo que cada uno considere más satisfactorio vitalmente. Aceptar que el empleo es 'más deseable' que la inversión familiar, y que quien se sale de ese marco de referencia lo hace involuntariamente, puede acarrear una visión sesgada.

Sobre esta clase de situaciones --y otras igualmente delicadas con respecto a los roles sociales de varones y mujeres-- me resultó útil la lectura de una obra que vuelvo a recomendar ahora:

11 comentarios:

  1. "sería interesante saber qué piensan las propias mujeres sobre el balance familia-trabajo"

    Ya lo sabemos claramente. No hace falta hacer ningún tipo de encuesta. Las decisiones libres de las mujeres ponen de manifiesto que, a muchas, ya les va bien perder algo de ingresos a cambio ser madres. ¿Por qué pedir mediciones subjetivas y cargadas de sesgos cuando tenemos acceso a la mejor información, que es la acción manifiesta?

    ResponderEliminar
  2. Las opiniones de las partes implicadas pueden ser subjetivas, pero pienso que es mejor saber que ignorar. Decidirse por reducir ingresos para dedicarse más a la familia puede ser una opción, pero también puede ser una obligación impuesta por las condiciones. Cuantificar ambas tendencias puede ser interesante, a mi juicio. Discrepo de la perspectiva de zanjar la cuestión sin disponer de esos datos. Finalmente, los tiempos cambian y lo que ante era A ahora puede ser B.

    ResponderEliminar
  3. ¿Y los vascos y vascas, y navarros y navarras?

    ResponderEliminar
  4. Roberto, ¿tú le preguntarías a la gente si es listo o inteligente o les pasarías un test de inteligencia? ¿Qué prefieres, medidas de calidad (lo que la gente decide hacer) o medidas con mucho ruido (lo que la gente dice que prefiere)?
    Por preguntar que no quede, claro. Las mujeres podrán decir misa, pero casi ninguna renuncia a semanas de baja en favor de su marido.

    ResponderEliminar
  5. David: compruebo que haces una atenta lectura. No hay datos sobre los vascos. Ignoro por qué. Habría que preguntarle al Ministerio, pero quizá se deba a la gestión de los recursos tributarios...

    ResponderEliminar
  6. unodostres: ante la primera pregunta, la respuesta es pasarles un test de inteligencia. A la segunda, medidas de calidad. Pero hay cosas a las que no tenemos acceso 'objetivo' desgraciadamente. Los tests de personalidad son un ejemplo y no funcionan tan mal como podría suponerse.

    ResponderEliminar
  7. ¿Los padres de dos hijos podemos opinar?

    Mi pareja ha tenido imposible reincorporarse al mercado laboral tras las insuficientes 16 semanas de baja. Os invito a que busquéis el permiso de maternidad de otros países de la UE. Las familias que no pueden (o no quieren) contar con la ayuda a los abuelos en el cuidado de los hijos, se ven obligadas a que alguno de los dos progenitores dejen de trabajar. Normalmente, al menos en nuestro caso, la decisión es puramente pragmática: ¿quién gana menos pasta?. Como apuntan los datos de Roberto, esto puede suceder en buena parte de las parejas si en promedio los sueldos de los varones son superiores al de las mujeres.

    Pero la situación se complica, no hay plazas públicas en las Escuelas de Educación Infantil en el tramo de 0 a 3 años para todos los niños. Por este motivo algunas mujeres se pueden pasar cerca de 3 años dedicadas exclusivamente al cuidado de los hijos (trabajo que no cotiza en la Seguridad Social) antes de intentar reincorporarse al mercado laborar.

    ¿Qué posibilidades tiene de ser contratada en nuestro país una mujer que para entonces ronde los 40 años y se haya pasado los últimos 3-4 años sin trabajar? Con este panorama, ya os pediré ayuda cuando mi mujer decida incorporarse al mercado laboral….yo lo veo muy negro.

    Abrazos

    ResponderEliminar
  8. Sergio, deduzco que tu postura, entonces, coincide con la denuncia de que ser madre perjudica la empleabilidad. Supongo que tu mujer está bastante poco satisfecha con las dificultades para reincorporarse y no decidió voluntariamente abandonar el trabajo para ser madre sabiendo que luego tendría problemas para volver al mercado. Sin embargo, ¿consideras que una proporción sustancial de mujeres puede hacer esa elección? Eso es precisamente lo que no sabemos, cuál es la proporción de voluntarias y de obligadas.

    ResponderEliminar
  9. Roberto: probablemente tengas razón y tenga que ver con los tributos, deduzco entonces, que no las comunidades forales no estan en la "caja única" de la seguridad social.

    Resulta curioso ver cómo en este estado se desincentiva la maternidad mientras en otros estados allende los Pirineos se hace todo lo contrario.

    Otra cosa son las dificultades logísticas relacionadas con la maternidad y los horarios laborales, que probablemente se resolverían con un cambio de huso horario.

    Un abrazo.
    D.

    ResponderEliminar
  10. Este efecto recibe con frecuencia el nombre de «techo de cristal» y también «brecha salarial». El problema no es que a igual trabajo desigual salario, pues eso no es así; en el mismo puesto hombres y mujeres cobran lo mismo. Lo que ocurre es que todos los trabajos que exigen mayor dedicación y conllevan más remuneración y prestigio los cogen los hombres, lo que provoca una ausencia significativa de mujeres en puestos de alta dirección. Los análisis que dan esos datos se suelen hacer a partir de la declaración de la renta, y por eso induce a error.
    En estos momentos el problema más grave es que no se ha resuelto la conciliación de la vida familiar y la vida laboral, de modo y manera que las mujeres que quieren desarrollar una carrera profesional lo tienen que hacer a costa de su maternidad, algo que no les ocurre a los hombres. El problema es profundo y de difícil solución, pero indiscutiblemente pasa por una modificación de las pautas de comportamiento de las familias, con una mayor implicación de los hombres en los trabajos domésticos, y con adecuadas políticas laborales que eviten barreras artificiales.
    No sé si en algún momento se van a dar condiciones ideales para que las mujeres puedan elegir libremente entre maternidad y profesión, o conciliar la vida laboral y familiar, pero hay que acercarse a esa situación.
    Y desde luego eso exige también que la sociedad entienda que la familia y la paternidad/maternidad no son sólo asuntos privados, sino que afectan a toda la sociedad. En estos momentos la solución (errónea, pienso) al problema en España es una brutal caída de la natalidad y una importación de niños de otros países, normalmente más pobres que nosotros.
    De esto ya escribí hace tiempo, pero sigue siendo válido: http://www.red-libertaria.net/noticias/modules.php?name=News&file=article&sid=2215

    ResponderEliminar
  11. David: las dificultades logísticas pueden resolverse si hay intención real. No tengo claro que sea así, teniendo en cuenta los niveles 'oficiales' de paro.
    Félix: tengo la sensación de que vida laboral y familiar son dificilmente conciliables, tal y como están las cosas ahora. Las barreras existen, pero no está del todo claro que sean artificiales. Las mujeres no pueden elegir libremente, en el sentido de que solamente ellas pueden ser madres. Ser padre y ser madre no es equivalente, al menos ahora. Quién sabe que nos depara el futuro. Muchas gracias por la recomendación de tu escrito.

    ResponderEliminar