Mostrando entradas con la etiqueta INE. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta INE. Mostrar todas las entradas

jueves, 10 de junio de 2010

IMAGINE

Tranquilos, no se trata de un post sobre la ‘célebre’ canción de John Lennon.

De lo que se trata es de imaginar, de especular sobre cómo cambiarían nuestras opiniones y valoraciones sobre ciertos hechos si dispusiéramos de algunos datos fáciles de conseguir y publicar por organizaciones como el INE (Instituto Nacional de Estadística). El problema es que cuando se busca información en el INE se termina yéndose a un kiosco para adquirir un yo-yo y juramentarse para nunca más volver a intentarlo.

Voy a poner dos ejemplos del tipo de datos que podría mover nuestras opiniones y, quizá, ayudar a eliminar (de televisores, radios y carteles) algunas de las terroríficas campañas en las que el Estado se gasta nuestra pasta.

Primero: se dice que la gente que fuma se muere de cáncer de pulmón. Es posible, pero sería magnífico contar con datos en las siguientes categorías:

-. Población urbana fumadora y no fumadora que se muere de cáncer de pulmón.
-. Población rural fumadora y no fumadora que se muere de cáncer de pulmón.

Naturalmente, las casillas deben estar ‘arregladas’ para que el número de habitantes sea irrelevante.

Mi predicción es que existirá una colosal desproporción entre la población urbana y la rural, de modo que en el primer caso se morirán por cáncer de pulmón con una significativa mayor frecuencia. No voy a aburrir con una explicación sobre el por qué de esta predicción. Es evidente.

Segundo: según parece, la gente muere menos en la carretera ahora que hace un lustro (más o menos). Las autoridades proclaman que la causa reside en la efectividad de las campañas.

Tengo serias dudas, pero el INE no me saca del atolladero. Sería excelente disponer de estadísticas claras sobre accidentes, independientemente de que sean mortales. Las cifras, también en este caso, deberían ser ‘arregladas’ para descontar el efecto de la cantidad de vehículos que ha rodado por las carreteras en los momentos que se desee comparar.

Mi predicción es que, si dispusiéramos de esos datos, comprobaríamos que los accidentes no se han reducido en absoluto, y, por tanto, el descenso en el número de víctimas mortales debería ser atribuido a la mejora en la seguridad pasiva de los vehículos más modernos.

Termino confesando que mis predicciones pueden ser lamentables, pero, ¿quién puede llegar a saberlo? En esta sociedad de la información cuesta mucho conocer los datos que pueden disipar, en serio, las dudas más recalcitrantes.

jueves, 6 de mayo de 2010

MUERTES 2008

Revisemos, someramente, algunos de los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2010 sobre las causas de muerte en España.

Respecto del año anterior, en 2008 la tasa bruta de mortalidad de las mujeres se redujo en un 0.3%, mientras que esa reducción fue del 2.3% en varones. Una diferencia de sexo muy sustancial.

Quizá, solo quizá, comience a notarse el efecto de la extraordinaria ‘carga’ de las mujeres que resulta de combinar trabajo y familia. Se mire como se mire, en general son ellas las que se echan a la espalda las gestiones familiares para que la cosa funcione, por mucho que ellos, en el mejor de los casos, ‘ayuden’. Cuando estas gestiones domésticas deben coordinarse con las exigencias laborales, es fácil suponer que el sistema inmunológico se resiente peligrosamente a medio y largo plazo. Aunque, naturalmente, es preciso confesar que esto es pura especulación.

Las principales causas de mortalidad que señala el INE son (1) las enfermedades cardiovasculares (32%), (2) tumores (27%) y (3) las enfermedades del sistema respiratorio (11%). Por tanto, los órganos fallan y abandonamos este mundo.

Las muertes por accidentes de tráfico se redujeron un 21%. Puede ser una consecuencia de que somos conductores más sensatos al volante que en 2007. Aunque también puede suceder, simplemente, que la seguridad pasiva en los coches haya aumentado manteniéndose la accidentabilidad. Difícil de saber es según las cifras a las que se puede acceder.


El suicidio es la primera causa externa de defunción, siendo mucho más frecuente en varones que en mujeres (77% en ellos y 23% en ellas). ¿Por qué ellos deciden, voluntariamente, quitarse la vida con mucha mayor frecuencia que ellas? ¿Quizá exista alguna explicación psicológica? ¿O sociológica?

La demencia también produce fallecimientos, pero, en este caso, hay un mayor número de casos en mujeres (68%) que en varones (32%). ¿Puede implicar este dato que el sistema nervioso de ellas es, en promedio, menos robusto o más vulnerable al paso del tiempo? Y si es así, ¿qué puede significar?

Son datos realmente fascinantes sobre los que merece la pena reflexionar. Uno de los campos más apasionantes de la ciencia, en este sentido, corresponde a la llamada epidemiología cognitiva, de reciente implantación y de la que hablaremos más adelante en este blog en una serie de post.