Pude
leer un post de Marta Ferrero titulado ‘Por
una educación basada en la evidencia’. Me dije: “excelente, por fin alguien se decide a poner
los puntos sobre las íes”.
Hay
elementos de ese post que me gustan.
Por ejemplo, la denuncia de la pérdida de autonomía de los profesores, la
constante injerencia de las autoridades para modificar compulsivamente los
planes de estudio o el uso de dudosas metodologías docentes.
Pero
hay otros aspectos que me disgustan. Por ejemplo, la obsesión con los
estudiantes que presentan dificultades de aprendizaje y el olvido de los del
otro extremo de la distribución. Escribe Marta que se deberían usar “exclusivamente las
intervenciones que han demostrado ser eficaces”, pero no encuentro
nada en su documento que dé pistas sobre cuáles son esas intervenciones.
Se
insinúa, tímidamente, que los estudiantes a los que intenta enseñar un profesor
difieren según sus “inquietudes, conocimientos previos, capacidades, etc.”,
pero ahí queda la cosa.
Tengo
que discrepar asertivamente de la conclusión a la que parece llegar Marta:
“los maestros son
los responsables máximos de que el aprendizaje sea lo más enriquecedor y
fructífero posible”.
En
este blog nos ocupamos, de cuando en
cuando, de la educación. Las líneas maestras de la perspectiva que se adopta
aquí, basada en la evidencia, se pueden encontrar en este post
(aunque quien esté interesado en saber más puede introducir en el buscador la
palabra ‘educación’ para obtener un
buen puñado de resultados).
En
la pasada primavera invitamos a Douglas
K Detterman, Editor de la revista ‘Intelligence’
durante cuatro décadas, a un Seminario
internacional que se celebró en la Universidad Complutense. Dejamos que
eligiese libremente sobre qué hablar. Eligió la educación. Aquí tienen el YouTube de su
intervención. Vale la pena invertir los 55 minutos. Para mayores detalles puede
leerse este artículo
derivado de esa intervención.
Una
vez revisada la evidencia disponible, este es el mensaje principal de Doug:
“solamente el 10%
del rendimiento escolar puede atribuirse a las escuelas y a los profesores,
mientras que el 90% restante se debe a las características de los estudiantes.
Los profesores dan cuenta
de entre el 1% y el 7% de la varianza a todos los niveles educativos.
En el caso de los estudiantes,
el nivel intelectual explica el 90% de la varianza asociada al aprendizaje”.
Se
puede decir más alto, pero no más claro.
Fracasaremos
al intentar mejorar la educación si seguimos ignorando la importancia crucial de las características del estudiante, si
continuamos mirando hacia el lugar equivocado.
Detterman
nos recuerda que su tesis, basada en la evidencia, ya estaba presente en la
obra del patrón de los psicólogos españoles –Juan Huarte de San Juan—allá por el
Siglo XVI, pero –añado yo—es mucho más cool
dejarse seducir por Gardner, Goleman & Co.
Probablemente
se ignora la evidencia porque existe la tendencia a concentrarse en las cosas
que se supone se pueden cambiar con facilidad y a despreciar aquellas que se
supone no son manipulables en el momento actual. Pero cambiar algo cuyo efecto
es minúsculo apenas tendrá efectos visibles. Todo seguirá igual.
En
1999 escribí para ‘Papeles del Psicólogo’
un comentario
a raíz de un delirante monográfico que se había publicado sobre ‘educación’.
Llegaba en aquel entonces a la misma conclusión que llegó Detterman el año
pasado. La evidencia era y sigue siendo rotunda.
Sé
que es predicar en el desierto, pero puede que en alguno de estos intentos los
usuarios tomen nota y pidan responsabilidades.
Doug
nos invita a pensar en los siguientes escenarios:
1.
Calidad del profesor: seleccionemos
aleatoriamente 20 grupos de estudiantes y asignémosles al azar a una serie de
profesores diferencialmente laureados por su calidad docente.
2.
Calidad del estudiante: ordenemos 20
grupos de estudiantes según su nivel intelectual (IQ) y asignémosles al azar (según
su calidad docente) a una serie de profesores.
Seguidamente
preguntémonos quiénes obtendrán mejores resultados escolares:
¿los estudiantes con mejores
profesores o los profesores con estudiantes mas brillantes intelectualmente?
Sabemos
lo que tenemos que hacer, pero carecemos de la valentía necesaria para actuar.
-->
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo entiendo el mensaje final de su entrada. ¿La enseñanza formal no sirve?¿no hay diferencia entre buenas prácticas y malas?¿el rendimiento de un alumno viene determinado por su CI y poco podemos hacer los profesores?
ResponderEliminar