viernes, 1 de febrero de 2013

Móviles perpetuos y energía gratuita --por José Ignacio Ascacibar


Quiero dejar claro desde este primer párrafo que soy un ferviente defensor de las leyes de la termodinámica. No tanto porque crea que son verdades indiscutibles, sino porque todavía no he visto ningún caso en que la realidad se comporte de forma contraria a ellas. La termodinámica enuncia que el movimiento perpetuo es imposible, que la energía ni se crea ni se destruye (primera ley), o que no se puede obtener trabajo de un sistema cerrado (segunda ley).

En particular el enunciado de la segunda ley de la termodinámica, permitiría que un sistema estuviera en movimiento perpetuo si no existiera rozamiento, pero condena a cualquier móvil real a detenerse porque físicamente es imposible realizar nada que no acumule pérdidas que se materialicen en calor, y aumento de la entropía. Sin embargo esto es cierto sólo en un sistema cerrado, y el único sistema que podemos llamar cerrado (y eso suponiendo que la materia oscura le aporte suficiente masa como para detener la expansión dentro de varios millones de años, lo que todavía está por demostrar) es el propio universo.

Desde nuestro punto de vista de hormiga sobre la superficie de este planeta, debo confesar que la diferencia entre un móvil “perpetuo” o uno que esté en movimiento durante “mucho tiempo” (pongamos hasta que el sol explote) me parece relevante sólo a efectos teóricos. En la práctica, todos los sistemas son abiertos y la segunda ley de termodinámica no es aplicable si entran en juego factores que no se han considerado en el balance energético. De hecho, existen mecanismos que están en movimiento ininterrumpido, como las turbinas de una presa o el pato bebedor de Jottabich, que utilizan el calor del sol para mantenerse en movimiento. Estos dispositivos pueden utilizarse para obtener energía de una forma gratuita e inagotable, al menos mientras el sol siga calentando la Tierra.

Es por esto que me resulta  intransigente la postura científica de considerar imposibles e indignos de estudio todos los mecanismos de energía gratuita que se proponen habitualmente entre los investigadores que se atreven a trascender la ciencia más ortodoxa. Es cierto que desde el renacimiento se han propuesto como ejemplos de movimiento perpetuo no han pasado el examen de la segunda ley, ya sea porque no funcionaran o porque no eran sistemas cerrados. Sin embargo mantener ese pensamiento para cualquier propuesta, nos cerrará el camino del conocimiento y tal vez de acceder a fuentes de energía que actualmente no comprendemos.


En particular hay dos fenómenos que presentan una gran actividad de propuestas para-científicas que creo interesante investigar: el magnetismo y la energía de punto cero. El primer caso es un fenómeno ampliamente conocido, en el que la teoría establece que ningún trabajo puede extraerse de forma continua de los imanes, ya sean permanentes o electroimanes. Sin embargo nos sorprenden a diario mecanismos que parecería que deben funcionar y que muchas veces somos incapaces de encontrar ningún fallo a su propuesta.

Más allá de las teorías de la conspiración de las grandes empresas para ocultar al mundo los descubrimientos que pudieran poner fin a su poder, la mayor frustración de los sistemas magnéticos de energía gratuita es no verlos en congresos y modelos reales, y que las anunciadas revelaciones se hayan cerrado siempre posponiendo o cancelando la presentación. No creo que esa sea una razón para abandonar la curiosidad: antes de que los hermanos Wright consiguieran elevar el Flyer, muchos lo anunciaron e intentaron con anterioridad. Otros por su parte demostraron científicamente que no sería posible, pero sin embargo, con rigor y tesón,  al final Willbur y Orville lo consiguieron.

La segunda línea de trabajo que parece prometedora postula que el espacio, incluso vacío, mantiene un estado de energía cuántica que no es uniforme y cuyas diferencias pueden aprovecharse para bombear energía al mundo macroscópico. En este campo nos encontramos todavía en la etapa de recopilar hechos experimentales, y no conozco otras evidencias que el efecto Cassimir, pero si se demostrara que esta energía existe, sería como encontrar un sol en cada punto del espacio, y con ello un gran apoyo para seguir avanzando en el conocimiento del universo. Tal vez no fuera “perpetua”, pero sólo con que funcionara hasta que los agujeros negros se evaporen ya sería un gran descubrimiento para nosotros.

5 comentarios:

  1. Gracias por su interesante perspectiva.

    Tengo un par de preguntas para usted:

    1.- ¿Qué opina de la energía nuclear?

    Algunos científicos, como James Lovelock, proponen que únicamente los países que tengan a su disposición ingentes cantidades de esta clase de energía podrán enfrenarse a los problemas de suministro que nos acecharán a no mucho tardar.

    Apuesta decididamente por ella y piensa que es una energía segura y eficiente.

    ¿Cuál es su opinión?

    2.- En un documental sobre cambio en nuestro estilo de vida actual (Zeitgeist, Segunda Parte) se presenta el denominado 'Proyecto Venus' en el que se propone el uso de formas de energía gratuitas para evitar su escasez. Véase:

    http://www.thevenusproject.com/

    ¿Diría que es viable lo que se propone aquí?

    Saludos, Roberto---

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  2. Muchas gracias por sus interesantes preguntas.

    En referencia a la energía nuclear de fisión, de momento la única que tenemos, no comparto la opinión de que es la energía del futuro. Tiene alguna ventaja, es eficiente y no genera emisiones de efecto invernadero, pero acumula residuos que no sabemos tratar, y no me parece que nadie pueda decir que es segura viendo los accidentes que han ocurrido en USA, Rusia o Japón.
    En algún caso puede ser inevitable recurrir a la energía atómica cuando otras opciones sean inviables. Todos sabemos que conducir es un riesgo y lo hacemos cada día, pero cuando existan mejores opciones deberíamos elegirlas. Yo soy optimista de que encontraremos otras fuentes de energía mejores que la nuclear de fisión.

    Sobre el proyecto Venus, creo que es interesante y una fuente de inspiración de hacia dónde podemos avanzar. Es bueno tener metas ambiciosas, pero soy pesimista en que podamos realizar una mínima parte de lo que está planteando por dos razones. La primera es la falta de recursos para poner en marcha estos proyectos, y que existen otras prioridades donde emplearlos. La segunda, mucho más triste, es que no confío en que la población mundial alcance un consenso y compromiso suficiente para poner en marcha un proyecto global. Con la población dividida por intereses dispares en política, religión y muchas veces enfrentados, estamos todavía muy lejos de alcanzar una nueva civilización mundial, basada en la preocupación por la humanidad y la regeneración del medioambiente.

    Un saludo
    Iñaki Ascacibar

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  3. Estimado Señor Ascacibar (con c de casa):

    ¿Podría usted valorar la información vertida en el siguiente post?

    http://robertocolom.blogspot.com.es/2007/11/centrales-nucleares-si-gracias.html

    Nótese, también, el comentario sobre los residuos nucleares aquí:

    http://robertocolom.blogspot.com.es/2010/11/la-venganza-de-gaia-parte-1.html

    ¿Son realmente esos residuos un verdadero problema?

    Gracias y 1 saludo, Roberto---

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  4. Yo soy partidario de un uso consciente y responsable de la energía atómica, y creo que artículos como el primero no ayudan a conocer esta realidad.

    Por poner un ejemplo, cuando Bernard Cohen hizo su propuesta de comer plutonio, no lo hacía desconociendo los riesgos. En sus propias palabras: No recomiendo comer plutonio a nadie, Pueden sufrir efectos en la salud. He calculado, sin embargo, que las posibilidades de contraer cáncer son las mismas que las probabilidades de que un soldado estadounidense hubiese muerto en la Segunda Guerra Mundial. Puesto que creía que el destino de mi país dependía en gran medida de nuestra aceptación de la energía nuclear, creí que valía la pena correr ese riesgo.

    Proponer que la energía atómica es perfecta y no implica ningún riesgo, o que es más seguro pasearse por Chernobyl que por la Estación Central de Nueva York, me parece una irresponsabilidad.

    El tema de los residuos, forma parte de los riesgos que hay que conocer y gestionar medidas para mitigarlos. Me parece una temeridad lanzarlos al mar como se ha hecho, pero bien guardados y protegidos hasta que tengamos tecnología suficiente para tratarlos, puede ser una opción segura de gestionar el riesgo que representan.

    De todas formas, creo que tenemos mejores alternativas que un uso indiscriminado de la energía atómica.

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  5. No creo que nadie sensato proponga que la energía nuclear sea perfecta, sino que se intenta desmitificar su extraordinaria peligrosidad. Disponer de energía es algo crucial y el acoso hacia la energía nuclear es una barbaridad. Eso no quiere decir que no puedan y deban explorarse otro tipo de energías, como la que propones en tu artículo.

    Seguro que te resulta interesante este video:

    http://www.michaelcrichton.net/video-speeches-independent.html

    Aquí Crichton explica por qué tuvo que descartar Chernobyl al preparar una novela sobre catástrofes...

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