Confío, quizá demasiado, en el enlace a la web de Steve McIntyre que se puede encontrar al final de la página de
este blog y en la que se ofrecen los
detalles necesarios para mantenerse al día sin verse obligado a beber de las tendenciosas
fuentes oficiales:
http://climateaudit.org
Recientemente, Claire Parkinson, del Centro Goddard de la NASA,
confesaba que "ha habido un aumento general en la capa de hielo marino en
la Antártida, que es lo contrario de lo que sucede en el Ártico".
Un ejemplo interesante de la relación entre los componentes de un sistema
complejo como la Tierra. Las condiciones en alguno de ellos puede influir (o
no) en los demás, siendo extraordinariamente difícil predecir (y comprender) su
comportamiento.
http://www.nasa.gov/centers/goddard/home/index.html
Más en concreto,
en los últimos treinta años (llegando los datos hasta 2010) la Antártida se ha ampliado en 17.000 kilómetros cuadrados (km2) por año. Parkinson matiza
que eso es menos que lo que se ha reducido el Ártico.
Nos ayuda a visualizar el drama declarando
que esa reducción equivale a dos veces la extensión de Alaska, así que podemos deducir que el incremento de la Antártida
es algo menos que dos veces la extensión de Alaska.
Si hiciéramos un pequeño cálculo, deberíamos
concluir que la reducción global podría ser equivalente a ¿la provincia de
Cantabria?
Pero ese cálculo burdo no es lo más
interesante, sino preguntarse:
¿cómo puede ser global el
calentamiento global si en un lugar del planeta el hielo no para de crecer y en
otro lugar de ese mismo planeta se reduce?
Parkinson reconoce
que "el clima no cambia de manera uniforme: La Tierra es muy
grande".
Brillante.
Y
para curarse en salud evita hablar de calentamiento global, refiriéndose a
'cambio climático'.
Termino
con los datos sobre la superficie de estos fríos e inhóspitos lugares por si
quieren divertirse haciendo cálculos:
1.-
Ártico = 16.500.000 km2
2.-
Antártida = 14.000.000 km2
3.-
Alaska = 1.718.000 km2
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