Estuve revisitando estas navidades el
denso documental original preparado por Peter
Joseph. Existen unas excelentes segunda (Addendum, 2008) y tercera
(Moving
Forward, 2011) partes, pero la primera (The Movie, 2007) resulta escalofriante.
Aunque en su momento tuviéramos la
oportunidad de verlo en la web,
porque en las salas de cine jamás se proyectó, y no digamos ya en alguna cadena
de televisión, merece la pena echarle un vistazo de cuando en cuando porque es
refrescante, porque nos obliga a abrir los ojos.
Eso si, ‘refrescante’ en el peor de
los sentidos porque induce una profunda depresión en el ciudadano al obligarle
a tomar conciencia de su escandaloso papel activo de comparsa y pasivo de
títere.
En connivencia con los grandes poderes
financieros (Rockefeller, Rotschild, etc.) los medios
de comunicación, especialmente la televisión, inducen, con extraordinario
éxito, un estado hipnótico en el ciudadano.
El documental parte de una revisión de
la religión como mecanismo de control social,
el uso que hacen los poderosos de la tendencia natural de los humanos a creer
en algo trascendente, para promover el control social y la servidumbre.
Demuestra Joseph cómo, por ejemplo, la religión cristiana contiene abundancia
de ingredientes de otras muchas religiones comenzando con Horus, el Dios egipcio. Y cómo, en último término, todas esas
religiones se basan en la adoración al Sol,
poseen un fuerte componente astrológico. En sí mismo eso no tendría por que
resultar sorprendente, pero lo que el autor denuncia es su uso perverso para manipular al individuo y a la sociedad.
En esta dirección conecta con una
revisión de los atentados del 11 S. No le
tiembla el pulso al concluir, tras una revisión que pone los pelos de punta,
que los sucesos fueron cuidadosamente planificados por
el propio gobierno norteamericano (un ataque de bandera falsa). Tuvieron un éxito arrollador al generar un pánico
atroz al terrorismo entre los norteamericanos, y, de ese modo, pudieron aprobar
leyes para limitar extraordinariamente su libertad. Además de, por supuesto,
invertir más dinero en una empresa que resulta brutalmente lucrativa: la
guerra. Revisa los ejemplos de las dos guerras mundiales y cómo los líderes
norteamericanos hicieron todo lo posible para participar y sacar tajada.
Provocaron abiertamente incidentes (como Pearl Habor) para justificar ante su
pueblo la entrada en la contienda. Vietnam fue otro ejemplo. Y la guerra contra
el terror, justificada por los atentados de un enemigo inexistente (los
terroristas islámicos) se creó porque nunca tendrá fin.
Quienes manejan el capital jamás
tienen suficiente. Según Joseph, las personas les importan una higa y su único
deseo es controlarles para explotarles. La
actual crisis financiera suena coherente con esa tendencia. Están colocando a
los ciudadanos occidentales en una posición de servidumbre voluntaria, como
decía mi amigo Félix. Volver a tener un trabajo pasa por aceptar condiciones
salariales y laborales mucho peores de las que se había venido disfrutando en
los últimos años. Ante el terror de carecer de trabajo se acepta las
condiciones más denigrantes. Y sin apenas protestas, salvo contadas
excepciones.
Los poderosos, quienes realmente
cortan el bacalao, han logrado situar a los países en una situación de deuda permanente, algo que resulta clave, no ya para
el control de los individuos, sino de los países. España es un ejemplo
perfecto. Han inyectado dinero durante tiempo, haciéndonos creer que éramos
poco menos que ricos. Pero, llegado un cierto momento, han dejado de hacerlo y
han exigido que se les devuelva lo que se debe. El único modo, que no requiere
creatividad alguna, es a través de la austeridad y los recortes sociales. ¿les
suena?
Pero lo que es realmente aterrador es
que el dinero que circula desde los bancos centrales a los bancos que prestan a
los individuos que se endeudan, o a los países, es falso. Es moneda impresa no
amparada por ninguna clase de referente, como en su momento fue el oro. Los ciudadanos trabajan varios meses al año simplemente para
devolver una deuda creada de la nada.
Ya sé que estamos muy ocupados con
nuestras cosas, todas ellas terriblemente importantes para nuestra
supervivencia, pero créanme, merece la pena mirarse este documental cada cierto
tiempo. La narración es en inglés con subtítulos en español, y, seguramente,
eso les producirá una pereza terrible. Pero permítanme insistir a pesar de
todo. Abandonen la televisión, apaguen el interruptor y conecten su ordenador
para visionar el documental. Y si puede ser en compañía, mejor. Les garantizo
que la tertulia posterior será profundamente estimulante.
Aquí tienen acceso a los documentales:
Hay bastante información en la red criticando estos documentales.
ResponderEliminarSe dice que incluyen una enorme manipulación de los datos.
¿Alguien sabe algo sobre si es cierto?
Gracias, Javier
Por un lado, criticas a Sagan, y por el otro, crees a pie juntillas toda la bazofia de ZeitGeist ...
ResponderEliminarhttp://robertocolom.blogspot.com.es/2009/01/zeitgeist-movie.html
ResponderEliminarhttp://robertocolom.blogspot.com.es/2009/01/zeitgeist-movement-comentario-crtico.html
Saludos, R