martes, 8 de marzo de 2011

¿Arturo? no seas tan duro


En un artículo que se ha propagado como la pólvora por la red, Pérez-Reverte (presuntamente) nos pregunta, insistentemente, si somos idiotas porque:

-. Ignoramos, de hecho, las terribles reformas del gobierno sobre las pensiones.
-. Miramos hacia otro lado ante las corruptelas de los políticos y de las instituciones.
-. Aceptamos, sin rechistar, que le den nuestro dinero a los mismos bancos que nos niegan el crédito, que se han lucrado impúdicamente especulando con lo que era nuestro, y que, cuando naufragan, nos obligan --sin preguntarnos-- a tirarle nuestro salvavidas.
-. Admitimos una rancia monarquía.
-. No advertimos la censura de los medios de comunicación.
-. Escuchamos a Belén Esteban y Cristiano Ronaldo, pero ignoramos a Savater o a Marías.

El escritor (si es él el autor del documento) invita a las siguientes acciones:

-. Reducir el galopante fraude fiscal (superior al 20% del PIB).
-. Obligar a la banca a devolver el dinero que le hemos regalado para alimentar a sus tiburones.
-. Maniatar a las alimañas de las empresas de telefonía.
-. Eliminar las duplicidades de la administración y acabar con la miríada de asesores --nombrados a dedo-- que solo valen para poner la mano.
-. Obligar a los políticos corruptos a devolver lo que han robado y a los incompetentes a pagar por el negativo resultado de su pésima gestión

Y considera indecentes varias cosas:

-. La distancia abisal entre el salario mínimo y el sueldo de un parlamentario.
-. Que un profesor o un cirujano cobre menos que un concejal.
-. Que un diputado pueda jubilarse tras siete años y que un miembro del gobierno pueda hacerlo con solo aceptar el cargo.
-. Que se nombre como asesores los amigos personales de los responsables políticos, en lugar de a quienes están objetivamente mejor cualificados para esa clase de actividad.
-. Que no haya ningún control de calidad (intelectual y cultural) de quienes se convertirán en nuestros representantes políticos.
-. La censura informativa.
-. La deuda pública.
-. El moderno derecho de pernada del que disfrutan los representantes políticos.

Termina el escrito preguntándose cómo se puede comprender que el país se ponga de píe cuando la selección gana el mundial de futbol, pero permanece tumbado en el sofá ante los señalados despropósitos.

Se deduce que idiotas no somos, sino que lo que nos caracteriza es la apatía, la sumisión, la aceptación de lo que venga de arriba.

Celebrar un premio deportivo no tiene nada que ver con irse a la carrera de San Jerónimo a gritarles a los políticos que no queremos más de eso, igual --salvando las distancias-- que están haciendo ahora --pagando con el precio de su vida-- algunos países árabes.

¿Se imaginan que escuchamos, de verdad, lo que el documento dice y nos lanzamos a las calles para expulsar a esos 'indeseables' de sus poltronas?

¿A quién pondríamos al frente?

Espero, con ansiedad, un artículo --publicado o no en la red-- por el iracundo escritor o por algún otro ciudadano --a quienes, desde luego, les sobraran razones para decir lo que se dice en el documento-- en el que se responda a esta pregunta.

P.S. Según parece, Pérez-Reverte ha negado que sea el autor del documento comentado en este post, de ahí la precaución en la atribución. Agradezco a un anónimo que me haya llamado la atención sobre esta cuestión. 

8 comentarios:

  1. Dice Pérez Reverte en su twitter que ese artículo no lo escribió él.

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  2. Gracias por la observación. Si lo dice él, será así.

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  3. En primer lugar, muchas gracias por tocar este tema en tú blog!!!!

    Hay tanto que comentar sobre por qué en nuestro país los ciudadanos no tomamos las calles....motivos tendríamos de sobra, y un cambio en el sistema es necesario.

    Te pongo un ejemplo para comenzar a hablar....Cuando los CTA eran trabajadores que tenían (presuntamente) nominas muy elevadas y condiciones laborales muy privilegiadas, el número de potenciales personas motivadísimas por el puesto en si era altísimo. Ahora que con el cambio de legislatura, las condiciones se han aproximado (aunque siguen siendo superiores) a las de la mayoría de los trabajadores…el número de personas con una marcada vocación por el control aéreo curiosamente ha disminuido.

    El problema es de base, la política NO debería ser un negocio. Un político debería ser un trabajador al servicio de los ciudadanos. En este sentido, un primer paso sería el de regular los sueldos y las condiciones laborales de los representantes políticos a las del resto de trabajadores en muchos sentidos. A lo mejor de esta manera se consigue que sean conscientes de las realidad que les rodea (cuánto cuesta un café, qué es pagar una hipoteca o qué significa no llegar a fin de mes……),incluso el posible despido cuando su gestión es nefasta…como cualquier trabajador).

    Soy un firme partidario de las listas abiertas, pero además con un filtro previo.Es necesario que nuestros políticos den un mínimo en capacidad cognitiva, además de puntuar mínimamente en apertura mental. Señores, en ocasiones lo que plantea el “partido contrario” (sea el que sea) es razonable, y negarse por principio le hace un flaco favor a los ciudadanos que se supone debe ser por los que tiene sentido su trabajo!!!

    Comentario aparte merece la monarquía, que erradicaría de un plumazo, pues supone un gasto no pequeño en las mermadas arcas públicas. Con un presupuesto de casi 9 millones de euros para 2011 (según los Presupuestos Generales del Estado), más lo que corresponda de gasto público de difícil cuantificación, son muchas las becas y los proyectos de investigación que se pueden financiar. Nuestro país necesita cambiar el modelo de desarrollo económico con urgencia. Durante años el crecimiento económico ha estado basado fundamentalmente en el ladrillo, pero ahora se ha derrumbado. Necesitamos un modelo de crecimiento económico basado en el desarrollo del I+D, en el desarrollo de patentes cotizadas internacionalmente…y la materia prima la tenemos, ahora solo faltan los medios…

    En resumen, hace falta una reforma de los pilares de nuestro sistema democrático, para asegurarnos de que los políticos no ven su profesión como un negocio. Estoy convencido de que entonces la pregunta ¿a quién pondríamos al frente?, sería un tema menor. Creo que la democracia es el mejor de los sistemas políticos…,pero nos merecemos una clase dirigente que trabaje por y para el pueblo, y no para su beneficio personal. Nos merecemos unos políticos honestos, inteligentes, con capacidad autocrítica y con los pies en la tierra y plena conciencia de los problemas que tienen los ciudadanos….Creo que no es mucho pedir.

    En fin, que me disperso, reitero mi felicitación, y ya lo continuaremos,¿con un café?

    Abrazos

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  4. Sergio:

    Respecto del affair de los controladores véase:

    http://robertocolom.blogspot.com/2011/01/union-sindical-de-controladores-aereos.html

    Es verdad que la política no debería ser un negocio, pero ver tanto dinero, real y virtual, alrededor, resulta demasiado tentador.

    Los salarios deben ser congruentes con la cualificación y la exigencia del puesto, naturalmente. Y también debe ser tan sencillo (o tan complejo) despedir a un político como a cualquier otro empleado. Aún así, pienso que debe pedirse más responsabilidad a un político que a un, pongamos por caso, profesor.

    El uso de listas abiertas requiere un electorado maduro, por lo que su implantación vendría bien para que los ciudadanos espabilásemos y nos tomásemos en serio eso de la democracia, que, desde luego, no es exactamente lo que tenemos ahora.

    En cuanto a la monarquía, no tengo claro que carezca de utilidad para el Estado, siempre que se elimine ese factor rancio de la sangre azul, etc. Que eliminarla puede dirigir sus recursos a otras cosas es cierto, pero eso mismo se puede predicar de muchas otras instituciones, ¿no?

    No solamente tenemos materia prima para reconstruir el tejido industrial que puede levantar el país. La tenemos elaborada, pero se va del país porque en otros lugares tienen oportunidad de poner en práctica lo que saben. Véase:

    http://robertocolom.blogspot.com/2011/03/lo-que-nos-ensena-el-gta-spano.html

    Si la pregunta de "¿a quién pondríamos al frente?" te parece menor, ¿cuál sería tu respuesta? ¿Quiénes, de entre los disponibles, te parecen que dan el perfil, como experto en recursos humanos que eres?

    Finalmente, en cuanto a si nos merecemos lo que tenemos o no, véase:

    http://robertocolom.blogspot.com/2011/03/te-ofrecemos-la-oportunidad-de-ser-rey.html

    Y con eso está (casi) todo dicho.

    Saludos, R

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  5. Seguro que no....que no está todo dicho......eso supondría el fin de este blog al que deseo una larga vida!

    Como diría Jack el destripador. "vamos por partes":

    - Claro que sobran otras muchas instituciones, la monarquía es simplemente un ejemplo de esas instituciones que han dejado de aportar cosas relevantes a la sociedad y únicamente aportan gastos. Pero este es otro debate.....¿qué instituciones públicas son claramente prescindibles?.

    - La pregunta de ¿a quién pondrías? no es una pregunta menor en las condiciones actuales, lo que yo dije es que esa cuestión pasaría a ser menor si se producen los cambios que apuntaba en mi anterior comentario.

    - Me siento profundamente halagado porque me consideres un experto en recursos humanos, en realidad solamente sé un poquito de diferencias individuales porque tuve un gran Maestro. Para tratar de corresponderte me voy a mojar, ya que creo que es lo que me estás pidiendo entre líneas:

    - Con las condiciones actuales no pondría a nadie, creo una buena parte de nuestros políticos no dan un mínimo en capacidad cognitiva, creo que la mayoría no tienen un ápice de apertura mental y de un saludable sentido de la autocrítica, y que para la mayoría de ellos los problemas de los ciudadanos son invisibles: el paro es solamente un número (que unos quieren que suba y otros que baje con fines puramente electoralista y les importa un huevo los dramas humanos que hay detrás), que la gente no pueda llegar a fin de mes y estén perdiendo sus hogares es algo que tampoco les incumbe, y así un largo etc…Creo que los ciudadanos debemos votar, es una obligación cívica, pero yo voy a promover el voto en blanco. El día que unas elecciones sean ganadas democráticamente por el “voto en blanco”, el mensaje que se les está mandando es claro y rotundo: Así no, así no les queremos. Ningún gobierno podría ser legítimo en democracia el día que gane el voto en blanco. Ese podría ser el principio del cambio. Fíjate que he hablado de voto en blanco que es muy diferente de la abstención.

    Saludos,

    S

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  6. Ya sé que puede parecer que tengo una cierta fijación por Charles Murray, pero el hecho de que sea capaz de proponer ideas claras, atrevidas y honestas, me resulta admirable en el mundo actual regido por lo que, según algunos, puede o no puede decirse en alto.

    Sus ideas sobre el (buen) gobierno son directas y asertivas.

    Basta con introducir su nombre en el buscador de Google de este blog para encontrar varios post sobre esta cuestión.

    Para resumir, la manera de cambiar las cosas no consiste en esperar a poder votar en blanco cada cuatro años, si no en exigirle a los representantes --quizá saliendo a las calles, como se hace para otros menesteres-- que nos dejen tomar a los ciudadanos muchas de las decisiones que ahora regulan ellos con una saña próxima a la obsesión.

    Tu análisis sobre el perfil psicológico de nuestros políticos me parece muy apropiado, pero, aún así, ¿podrías nombrar tres políticos que, según ese análisis, den la talla?

    Ya que has decidido mojarte, date una zambullida en condiciones...

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  7. Es tentador responder a tu pregunta....pero de momento no lo voy a hacer.....me faltan algunos datos necesarios para poder valorar adecuadamente ;-)

    Por otra parte, es notorio que compartimos admiración por la obra de Murray.....así que no hay nada más que añadir sobre esto.

    Saludos,

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  8. La carencia de datos es un mal endémico. Hay mucha información pero ¿es valiosa? La basura también se considera información...

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