martes, 25 de enero de 2011

Klingsor

En el verano de 2010 mi buen amigo Iñaki I. me recomendó su novela favorita: 'En busca de Klingsor' del escritor mejicano Jorge Volpi.

La trama gira alrededor del objetivo de encontrar al presunto asesor de Hitler en materia científica, el individuo que estaba detrás de las decisiones respecto a las líneas a financiar o a descartar, entre ellas el desarrollo de la bomba atómica. Su seudónimo era, precisamente, Klingsor.

Las averiguaciones se mezclan con historias, más o menos interesantes, vinculadas al personaje principal, un experto en matemáticas norteamericano (Bacon) que decide meterse a espía por dos pasiones: las mujeres y la acción en general.

En la novela aparecen personajes ilustres de la ciencia como Einstein, von Neumann, Oppenheimer, Heisenberg, Schrödinger, Gödel o Bohr. Naturalmente, esta galería de científicos se complementa con las cabezas visibles del Tercer Reich.

Ambos iconos revelan su lado más humano. Una de esas historias paralelas más interesantes se refiere a Kurt Gödel. Este matemático procedía de una familia aristocrática, pero, en un momento azaroso de su vida, se enamoró perdidamente de una cabaretera de espectacular presencia. El científico poseía un físico vulgar y era terriblemente enfermizo. Ante la férrea oposición de su familia, contrajeron matrimonio, y su relación fue apasionada hasta la muerte de Kurt. Ella siempre estuvo a su lado, a pesar de las predicciones de los demás. Fue un amor mutuo increíblemente apasionado.

Volpi se documenta extensamente, lo que le permite extraer reveladoras declaraciones como las siguientes, puestas en boca de diferentes personajes:
"las grandes ideas son las más sencillas, las más evidentes"
"la política arruinó la ciencia en Alemania"
"la verdadera ciencia es una"
"¿puede haber algo más emocionante que el momento en el que uno sabe?"
"la ciencia surge del caos y del conflicto, no de la tranquilidad y de la paz".

Es una lectura recomendable y entretenida para quienes sienten curiosidad por la ciencia y piensan que puede ser apasionante. El escritor mejicano hace un excelente trabajo aquí.

2 comentarios:

  1. Leí este libro hace ya tiempo y, sin que sirva de precedente, coincido plenamente con Roberto; una buena novela bien documentada. Siempre he seguido con interés, y con gran ignorancia, todo lo relacionado con la ciencia contemporánea, muy en concreto con la Fisica, y la novela creo que es muy fiel a lo que pasó y a lo que la ciencia fue aportando.
    La implicación de la ciencia con la política, y en concreto con el aparato militar e industrial, es muy antigua, si bien en el mundo contemporáneo ha alcanzado unos niveles desmesurados que afectan a la ciencia en sus más profundas raíces. Sanchez Ron ha escrito libros muy interesantes, casi imprescindibles, sobre este tema.

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  2. Apuntaré en la agenda que esta vez concuerdas ;-) El único modo de salir de la perniciosa espiral 'ciencia-política' es la libre competencia. Esta mañana llamaba a la radio un ciudadano comentando cómo lo que él hace como autónomo tiene consecuencias inmediatas en su economía y en su relación con el fisco, mientras que el derroche estatal se pasa por alto. En investigación pasa algo similar: se invierten ingentes cantidades de capital es proyectos que ninguna empresa privada estaría dispuesta a financiar, mientras que en las que si quisieran financiar se las aparta con indiferencia. Raro. Saludos, R

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