En la revista digital ‘El Manifesto’ se publica un artículo sobre la serie de A3 ‘Hispania’.
Su autor es Josep Carles Laínez. Mantiene, más o menos, que la serie de A3 resulta patética en sus supuestas pretensiones de promover un héroe patrio políticamente correcto en una época de pérdida de las identidades nacionales.
El artículo es realmente impreciso. Quizás convendría que J. C. Laínez se documentase un poquito más antes de aventurarse en tierra hostil.
Es verdad que la documentación sobre Viriato no es abundante, pero ni siquiera se menciona en su artículo la exquisita obra de Mauricio Pastor Muñoz:
Pastor Muñoz recoge datos que ponen seriamente en entredicho las jocosas y tajantes afirmaciones de Laínez.
Escribe cosas como la siguiente: “si los promotores de Antena 3 pretendían suscitar un nuevo fervor españolista, resulta curioso y risible que hayan recurrido al episodio menos ‘español’ de todos ellos”.
Viriato fue Hispano. Un personaje tan ‘Spaniard’ como el general y gladiador ficticio de la oscarizada película dirigida por Ridley Scott. Eso es un hecho que Laínez quiere ignorar en su ¿artículo?
Viriato fue declarado amigo del pueblo romano por el Senado. Quiso un acuerdo diplomático con Roma, en lugar de la guerra, pero el imperio usó la traición para quitárselo de su camino, incapaz de hacerlo por otros medios más nobles a pesar de todo su poder –por cierto, el origen de la leyenda de Viriato comienza con una traición recogida en el primer episodio de la serie de A3.
Sigue escribiendo Laínez: “los escoceses filman a William Wallace, los franceses a Juana de Arco, los ingleses al rey Arturo… y los españoles a Viriato. Como siempre, de chiste”.
¿Por qué ‘de chiste’?
Como es desgraciadamente habitual, los españoles echando piedras sobre su propio tejado, como si no bastara con las que lanzan los demás:
Según Laínez Viriato no une nada.
Pienso que se equivoca.
Mofarse de William Wallace, de Juan de Arco, de Arturo o, para el caso, de Viriato sentado cómodamente delante del ordenador es lo que resulta realmente patético.
Querido Roberto:
ResponderEliminarHe dado con tu ¿artículo? por casualidad. Sobre lo que escribo, que cada cual opine lo que quiera. Lo que me molesta, y por eso reacciono, es que se tergiverse o se malinterprete. Por ello quiero puntualizarte algo: podrías haberte fijado en la puntuación que hay en la enumeración de las glorias europeas. No me mofo de Juana de Arco, de William Wallace o del rey Arturo, sino de quien se ha de retrotraer a un héroe antiquísimo para no se sabe bien qué.
Si escribo en tu post lleno de huera displicencia (¿a qué se debe, Roberto?) que sólo denota una mala lectura, es para matizar esos puntos que a ti no te dejan ver.
Respecto a lo demás, sigo pensando lo mismo: hubiera unido más Pelayo que un caudillo lusitano. Pero, claro, Pelayo da miedo, pues esté sí que fue -según parece- hispano.
Un saludo.
Josep Carles
'Huera displicencia', ummm, demasiado complicado para que pueda digerirlo.
ResponderEliminarLas puntuaciones me despistan. Voy al bulto.
La gente, incluyendo una productora, puede retrotraerse a lo que le venga en gana.
Dudo que se quiera usar a Viriato para unir. Pensaron que podía vender. Si creyesen que Pelayo vende, entrarían al trapo. Es su razón de ser.
Presuponer otras intenciones rezuma un raro tufillo.
Lo que me molestó de tu escrito se refuerza ahora al confirmar que lo de más allá de los Pirineos parece, para ti, objeto de admiración sin reservas, mientras que lo ibérico te mueve a una risa condescendiente.
Lamento que sea así, pero, naturalmente, respeto tu perspectiva.
Saludos, Roberto---