Este proyecto se destina a centrar los ánimos con respecto al llamado cambio climático o calentamiento global. ¿Cómo? Mediante la publicación de los datos disponibles más sólidos.
Se admite que se ha exagerado, tanto por parte de los catastrofistas (Al Gore, James Hansen) como del de los negacionistas (excluyendo a los escépticos, que se salvan de la quema). Algunos científicos han llegado a perder su credibilidad en un delirante proceso.
El equipo de la Universidad de Berkeley, dirigido por Richard Muller, quiere que su investigación sea independiente, neutral, sin presuntos conflictos de intereses, y que pueda cristalizar un necesario consenso.
El informe final saldrá a la luz en mayo de 2011.
El esfuerzo por distorsionar la ciencia para estimular la acción inmediata, algo que se le atribuye al famoso Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, es abiertamente indeseable. El Instituto Goddard de la NASA y la Met Office del Reino Unido tampoco se salvan de la letal combinación entre ciencia y política.
El equipo de Berkeley persigue reunir los datos (desde el siglo XVIII), hacer los cálculos y presentar los resultados para que el ciudadano pueda sacar sus propias conclusiones. Suena muy bien, siempre que no sea una estrategia destinada a que sea inevitable llegar a una inescapable conclusión si deseamos sustraernos al diagnóstico de que, más o menos, somos estúpidos.
Algo de esto último puede existir porque (a) usar un determinado punto de partida temporal, u otro, repercutirá, con certeza, en las tendencias que se puedan observar. ¿Por qué el siglo XVIII? Los escépticos sostienen que la edad media fue significativamente más calurosa que la actualidad (véase la gráfica) y (b) Muller adelanta que pueden llegar a conclusiones familiares.
Si bien creo que hay base suficiente para considerar que el ser humano está teniendo un impacto en el clima, también parece claro que en torno a esto se han hecho demasiadas especulaciones, en especial sobre las consecuencias a medio y largo plazo y las medidas que deben ser tomadas. Bienvenida, por tanto, la empresa de Berkeley Earth Surface Temperature.
ResponderEliminarNo obstante, el enlace correcto es este, no el que aparece en la entrada (al menos el de la entarada a mi no me funcionó): http://www.berkeleyearth.org/index
Muchas gracias por la matización Felix.
ResponderEliminarUn proyecto atractivo, pero realmente sospechoso.
ResponderEliminarDe los 11 miembros del Berkeley Earth Team, sólo 1 es climatólogo. La mayoría son físicos, casi todos ellos con perfiles que, al menos desde la ignorancia, cuesta relacionar con este campo de investigación (http://www.berkeleyearth.org/aboutus)
El lead scientist, Robert Rohde, que obtuvo su PhD el año pasado, tiene un blog (Globar Warming Art) donde publica y comenta esta imagen: http://www.globalwarmingart.com/wiki/File:Solar_Variation_to_Temperature_Comparison_png
Eso de "escalar arbitrariamente la variabilidad solar" me suena muy, muy mal.
Al menos prometen raw data, veremos entonces qué pasa.
Saludos,
M
No aparece correctamente el link a la imagen, así que os dejo el link al blog. La gráfica no tiene pérdida.
ResponderEliminarhttp://www.globalwarmingart.com/
M
Miguel, muchas gracias por la observación sobre la composición del equipo. El link sobre la figura que comenta el director del equipo no funciona. Aunque aporten raw data será complejo saber que están todos los que deben. Como se comenta en este post, usar un determinado punto de partida puede resultar clave. El blog de Steve McIntrye es fundamental para esta clase de menesteres. Saludos, R
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