Ya tenemos una nueva campaña contra el maltrato doméstico, aprovechando la inminencia de los mundiales de futbol de Sudáfrica, orquestada desde el gobierno, desde el autodenominado ‘Ministerio de Igualdad’. Ahora se pide sacar la tarjeta roja a quien maltrate. Seamos precisos: se exige la sanción máxima futbolera para ‘el maltratador’. Se requiere que sean expulsados de la sociedad.
Por tanto, como es usual, por defecto se acepta que es únicamente el varón quien maltrata. La mujer que recurre a esa clase de conductas violentas queda excluida de la campaña. No existe o se considera que no es susceptible del mensaje.
A finales de diciembre de 2009 publicamos un post en este blog comentando el caso del juez Francisco Serrano Castro:
El efecto de su relevante análisis de la situación ha sido, desgraciadamente, nulo. El hecho de que ahora se pida ‘sacar la tarjeta roja al maltratador’ reincide en lo que el juez denunciaba, a mí entender con éxito.
Vuelve a criminalizarse a quienes maltratan, en lugar de apostar, decididamente, por la conciliación, por ayudar a resolver el problema.
Conviene tener presentes los datos que el juez puso encima de la mesa si realmente se desea que las intervenciones puedan tener efecto para los implicados, para todos los implicados. Pero deben ignorarse si únicamente se persigue quedar bien en la foto y llevar al ostracismo a los nueve de cada diez acusados de maltratadores que realmente no lo son.
Dicen que es sabio pensar antes de actuar. Almagro quizá debería considerar esta clásica máxima. La violencia no tiene sexo.
Una curiosidad, ¿cómo ante el eslogan “tarjeta roja para quien maltrata” has inferido aires de desigualdad sexual? En verdad me tiene intrigadísima las inferencias que has sacado. Ni he captado desigualdad social, ni que hiciera referencia a ser expulsados sociablemente. Tal vez es que mi nivel de análisis de dicha campaña no haya sido muy exhaustivo o es que no haya escuchado las declaraciones de Bibiana Aído, pero en verdad, con solo la frase, no llego a tales interpretaciones.
ResponderEliminarV: no es por el slogan, por supuesto. Es por lo que rodea al slogan. En cualquier caso, me gustaría que se cambiase de perspectiva y que nos pusieramos a trabajar en la búsqueda de soluciones en positivo, como expresa el post y el juez al que se hace referencia. Criminalizar no funcionará. Salu2, R
ResponderEliminar"La violencia no tiene sexo."
ResponderEliminarDesde luego que no; ni todos los hombres son violentos ni todas las mujeres son santas. Pero la violencia, nos guste o no, tiende a ejercerla más el hombre. La pregunta entonces es: ¿Cómo evitarlo? Tú apuestas por la conciliación y la mediación. Me apunto a eso. Pero también me apunto a seguir considerando el maltrato como un crimen punible.
He de admitir que a la "criminalización" le veo un fallo, uno grave: las denuncias falsas. Pero que éstas existan no significa que todas las consecuencias de la criminalización sean malas. Para muchas mujeres maltratadas la Ley contra la violencia de género ha sido mano de santo, no lo olvidemos.
Un saludo.
PD. Por cierto, un blog muy interesante :D
Ah, se me olvidaba: también me apunto a la prevención, que conste en acta :P
ResponderEliminarHugo: el maltrato es punible, como cualquier otro delito, por supuesto. Pero cómo se aborda el problema es relevante. Si es un delito, entonces debe tratarse como tal. Cualquier crimen debe perseguirse, pero ¿por qué es este diferente? Hay gente que comete delitos. Punto. La prevención es interesante, pero también peligrosa. Tanto más cuanto se pierde, cuando se olvida, la presunción de inocencia. Los problemas más complejos requieren mas sosiego, no enturbiar las aguas más de lo necesario. Algo a lo que están contribuyendo, imprudentemente, los medios de comunicación. ¿Recuerdan el caso de Canarias? Creo que es una lección que debe tenerse presente. Salu2, R
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