viernes, 3 de marzo de 2017

El Futuro de la Universidad II –por José Carlos Maguiña

Las universidades fueron concebidas para profesionalizar a los artesanos, formar a futuros científicos y ser referentes en una sociedad que salía del oscurantismo medieval. Las Universidades se convirtieron incluso, en algún momento, en centros que intentaban transformar el status quo.

Las universidades fueron zonas cognitivas transgresoras visibles y vivas, en un entorno dinámico y bullente –cual crisol social cognitivo—y, como tales, con el potencial de devengar y gatillar importantes agentes de la esfera pública, iniciando el cambio social y no sólo respondiendo a él. Esta fue una de las aristas de importancia esencial de la Universidad al asumir el reto de encender la llama de la novedad y las nuevas ideas en un mundo casi ciego y en incertidumbre. Allá por los siglos XVIII, XIX y XX.

Hoy, el futuro de la Universidad es una tautología. Ya ha nacido una nueva estructura, imperfecta, producto de la anterior, a la que se podría llamar “Universidad-Multiuso”.

¿Cómo llegamos a este estado?

Estas son algunas preguntas pertinentes: 1) ¿Es la universidad de hoy en día un negocio?, 2) Si no lo es ¿es aún un concepto cuyo ecosistema es creador de conocimiento y avance social?, 3) ¿Qué elementos llevaron el concepto original a la situación actual? 4) ¿Es posible rescatar/mejorar/relanzar el concepto y objeto original de la Universidad?, 5) ¿Hay ejemplos en el mundo que nos sirvan de referente para recuperar el objetivo original?, 6) ¿O hemos llegado al punto sin retorno y está emergiendo un nuevo paradigma?

Estas preguntas se plantearon en Diciembre de 2014 a un thin-tank, desde un grupo de Universidades peruanas privadas, que serían sometidas en 2015 al primer proceso articulado de acreditación académica. Proceso urgente  ante la proliferación de centros de estudio sin ningún aval ni corpus académico, sólo dedicado al negocio de matricular y esquilmar alumnos, con el cuento del título universitario. Ante ello planteamos una batería de evaluación del proceso que suponía 1) Identificar el presente y el futuro del negocio, 2) Identificar la sistémica del entorno universitario y general peruano, 3) Diagnosticar el potencial de mejora o regresión, 4)  Identificar los aspectos mejorables y recomendar desechar los prescindibles, 5) Comparar el resultado contra otras experiencias mejores en el planeta, 6) Emitir recomendaciones basadas en evidencias y casos en marcha.

El trabajo no fue sencillo y nos propusimos tomar como referencia las estadísticas más consistentes desde 1960. De ahí partió el estudio cuyos resultados se pueden encontrar en el link adjunto: https://goo.gl/9bhDEP

El siguiente paso fue hacer un poco de historia de la evolución del concepto y uso de la palabra “Universidad”.

EVOLUCIÓN MODERNA DE LA UNIVERSIDAD: 10 HITOS.

Veamos la evolución de lo que entendemos por “Universidad”.

1. En ‘La tensión entre cosmopolitismo y nacionalismo. Las universidades eran agentes muy importantes de cosmopolitismo y de ideas universalistas, de C. Kerr (1963) se afirma: “la sociedad del conocimiento ha traído como resultado nuevos e influyentes modos de pensar: en efecto, nuevas ideologías —postmodernismo, neoliberalismo, tercera vía—que son visibles en la educación superior. Las siguientes seis contradicciones culturales resultan de esas ideologías: 1) la contradicción entre enseñanza e investigación, 2) la contradicción entre eficiencia y saber avanzado especializado, 3) la contradicción entre masificación y democratización, 4) la contradicción entre gerencia y liderazgo, 5) la contradicción entre opinión y conocimiento, y 6) la contradicción entre ciencia y tecnología.”

2. En ‘Las contradicciones culturales de la educación superior en la sociedad del conocimiento, de F. Ringer (1969) se escribe: “la educación superior siempre ha estado asentada sobre contradicciones culturales, el viejo modelo de educación superior, que generalmente se cree ha llegado a su fin. Pero las universidades fueron también agentes importantes en la creación de las culturas nacionales. Los académicos desempeñaron papeles preeminentes en la codificación de las culturas nacionales desde principios del siglo XIX. Otra contradicción en el viejo modelo de la universidad que se pudiera mencionar es la contradicción entre el papel de la universidad como productora de nuevo conocimiento y como reproductora del conocimiento existente. Esta contradicción corresponde aproximadamente al doble papel de la universidad como agente progresista de innovación y portador de nuevas ideas y modelos, mediante los cuales la sociedad pudiera ser transformada, y, del otro lado, la universidad como bastión conservador del ‘ancien régime’”.

3. La función primaria de la sociedad profesional era el entrenamiento y la acreditación del saber experto (Collins, 1979). La Nueva Clase es más amplia que la clase profesional del período anterior y las profesiones ahora ingresan desde los márgenes de la sociedad para tomar el liderazgo moral, político, social y económico. La teoría de la Nueva Clase venía a ser una teoría de la sociedad del conocimiento, la cual ha sido desafiada en años más recientes por una nueva concepción.

La teoría de la sociedad de la información ha provocado una revisión de la idea de la sociedad del conocimiento. En esta conceptualización se ve la sociedad del conocimiento como un nuevo tipo de sociedad que es impulsada por los nuevos acontecimientos en la tecnología de la comunicación y la información. Algunos de los más importantes procesos de desarrollo económico en el capitalismo global están relacionados con la aplicación del conocimiento en las tecnologías.

4. La tercerización de la enseñanza (Parsons & Platt, 1973). Aunque la tradición inglesa de educación universitaria asociada con Oxbridge le daba prioridad a la enseñanza, también allí persistió el supuesto de que había una unidad de funciones. Hasta en el gran estudio de la universidad estadounidense de Parsons, el supuesto también era que había una unidad de funciones, aunque estaba confinada a los cursos de posgrado. Hoy estamos en una situación diferente. El número de universidades y, lo que es más importante, el número de proveedores de educación superior ha aumentado. En verdad, la mayor parte de la educación superior ya no es proporcionada por las universidades. En los Estados Unidos de América, por ejemplo, existen más de tres mil instituciones de educación superior. Sólo unos pocos cientos son reconocibles como universidades, y de éstas, no más de doscientas están basadas en la investigación.

5. Pero, desde los 60, la sociedad industrial estaba dando paso a una sociedad postindustrial en la que la mayoría de la población trabajadora estaría más bien en los servicios que en la industria (Gouldner, 1979). En la formulación más conocida de esa idea, surge una «Nueva Clase» que abarca una intelectualidad definida con amplitud. Esta Nueva Clase es más amplia que la clase profesional del período anterior y las profesiones ahora ingresan desde los márgenes de la sociedad para tomar el liderazgo moral, político, social y económico.

6. La ideología postmoderna condujo a nuevas ideologías que disimulaban varias contradicciones. Las ideas de Lyotard venían a ser una visión de la educación como una forma de dominación en la que el principio del ‘performance’ se vuelve omnipresente (Lyotard, 1984). Es el viraje del pensamiento postmoderno hacia la recuperación del yo, la comunidad, la religión y la política. En la academia, la ideología postmoderna condujo a nuevas ideologías que disimulaban varias contradicciones.

7. Surge una nueva idea de Universidad, la McUniversidad, la Multiversidad. Aunque es improbable que la Universidad pueda recobrar el papel que ha perdido, eso no significa que no puede servirse de una idea nueva (Habermas, 1987). Como institución, la universidad ha perdido su rumbo en la sociedad del conocimiento. Los grandes cambios han sucedido en respuesta a las presiones externas y al mero peso de las contradicciones que han sido generadas por las ideologías nacientes.

8. En la McUniversidad están cobrando forma nuevas formas burocráticas de administración universitaria (Parker & Jary, 1995). Se debe reconocer que no puede haber un principio fundamental, una sola «idea» legitimadora que le dé rumbo a la universidad. La universidad tendrá que vivir con el hecho fundamental de la complejidad de la sociedad, como sostiene Ron Barnett (Barnett, 1999). Las universidades pueden desempeñar un papel importante en la sociedad del conocimiento si aceptan lo que pudiéramos llamar el principio de la transgresividad, que disminuyen la autonomía de los académicos y transforman la universidad en una organización fordista para la producción masiva de educación superior. En la empresa racionalizada de la McUniversidad neoliberal existe mayor poder gerencial, centralización estructural, mayor acogida de estudiantes, la ocasionalización del trabajo y la eliminación de la ineficiencia. Como ocurre con la ideología neoliberal en general, la legitimidad ha de ser lograda a través de la eficiencia. Existe también la ideología adicional de la obligación de rendir cuentas, la cual, en realidad, es cuestión de un aumento de la contabilidad. La ideología de la tercera vía ha reemplazado la versión más extrema de la ideología neoliberal, combinándola con un compromiso básico con el programa de bienestar social y la idea del Estado responsable.

9. La cada vez más ausente función del liderazgo científico. Para que las Universidades desempeñen un papel central en la esfera pública (Slaughter & Leslie, 1997) deben ser capaces de suministrar liderazgo para la sociedad como un todo, así como para sí mismas. Las normas de la gobernanza externa se están volviendo cada vez más importantes y están conformando los regímenes de la gobernanza interna hasta un punto en el que esta última ha perdido la autonomía asociada con la idea de auto-gobernanza académica, la cual es a lo sumo un mito anacrónico. En el esfuerzo por ser más eficiente, una de las más grandes contradicciones está en el conflicto entre los valores del mercado y los valores de la ciencia y el saber avanzado especializado. Eso es particularmente evidente en el creciente involucramiento de las universidades en la industria.

Con el creciente tamaño de las universidades y la creciente complejidad de sus sistemas organizacionales, la gerencia se torna cada vez más importante. Es evidente que la presente generación de líderes universitarios es incapaz de suministrar liderazgo social. En el pasado muchos líderes universitarios desempeñaron un papel central en la conformación de valores cívicos y orientación para sectores más amplios de la sociedad. Hoy día los líderes universitarios han llegado a no diferenciarse de los principales ejecutivos de cualquier gran compañía, carentes de visión y de creatividad.

10. Recrear la Universidad. El impacto de las nuevas ideologías de la sociedad del conocimiento puede ser resumido como un factor que trae consigo nuevas relaciones entre la educación superior, el Estado y el mercado. Pero lo que surge de eso no es un nuevo tipo de universidad. La «McUniversidad», la «Multiversidad», la «Universidad Virtual» es, de hecho, un sitio muy contradictorio de fuerzas. Parecería que la universidad como institución ha perdido su rumbo en la sociedad del conocimiento. Los grandes cambios han sucedido en gran medida en respuesta a las presiones externas y al mero peso de las contradicciones que han sido generadas por las ideologías nacientes. Es de importancia esencial el reto de aprender a vivir con la posibilidad de escoger en un mundo global de incertidumbre (Barnett, 1999) (10). El presente período se caracteriza por una posibilidad de escoger  aparentemente infinita.


EPÍLOGO

Las universidades fueron concebidas para profesionalizar artesanos, formar futuros científicos y ser referentes en una sociedad que salía del oscurantismo medieval.

Las universidades fueron, también, zonas cognitivas transgresoras en un entorno dinámico y bullente, capaces de iniciar el cambio social en lugar de limitarse a responder a él.

La Universidad encendió la llama de la novedad y las nuevas ideas en un mundo casi ciego y en incertidumbre, pero eso en historia.

El futuro de la Universidad es una tautología.

Están naciendo nuevas estructuras bajo el rótulo “Universidad-Multiuso”.

La Universidad clásica ha muerto.

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REFERENCIAS
1.   KERR, C. (1963), The Uses of the University, Cambridge, MA, Harvard University Press.
2.     RINGER, F. (1969), The Decline of the German Mandarins: The German Academic
3.     COLLINS, R. (1979), The Credential Society, Nueva York, Academic Press.
4.  PARSONS, T. y G. PLATT (1973), The American University, Cambridge, MA, Harvard. University Press.
5.  GOULDNER, A. (1979), The Future of Intellectuals and the Rise of the New Class,Londres, Macmillan.
6. LYOTARD, J. F. (1984), The Postmodern Condition: A Report on Knowledge, Manchester, Manchester University Press.
7.  HABERMAS, J. (1987), «The Idea of the University —Learning Processes», New German. Critique, 41, pp. 3-22.
8.    PARKER, M. y D. JARY (1995), «The McUniversity: Organization, Management an Academic Subjectivity»
9.     Slaughter & Leslie, 1997; Etzkowitz & Leydesdorff, 1997; Curie & Newson, 1998.
10. BARNETT, R. (1999), Realizing the University in an Age of Supercomplexity, Buckingham, Open University Press.


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