Se
publica un artículo en ‘Scientific Reports’ en el que se
concluye que una mayor conectividad en estado de reposo se asocia a un mayor
rendimiento intelectual. Sin embargo, ese resultado no se circunscribe a la red
frontal-parietal, sino que incluye también, por ejemplo, la red por defecto (default-mode network).
Los
autores llegan a esa conclusión después de revisar la investigación reciente
sobre conectividad en estado de reposo, aunque también hacen un estudio
empírico propio usando más de 300 casos del Human
Connectome Project (HCP). La siguiente figura muestra un resumen de lo
observado en esos (escasos) estudios previos.
En
su análisis de los datos del HCP se contrastan dos posibilidades. Primero,
según la interpretación independiente del contexto apoyada por el modelo
P-FIT, la inteligencia debe asociarse a una red frontal-parietal en
respuesta a una tarea o en estado de reposo. Segundo, según el modelo
neurofisiológico de la inteligencia dependiente del contexto no tiene por qué
solaparse el resultado ante una tarea o en estado de reposo.
Los
resultados de ese análisis destacan la conectividad entre las siguientes
regiones: bilateral superior medial frontal cortex, superior orbital gyrus and
temporal cortex, middle cingulate cortex, right middle frontal, and
supramarginal gyrus.
Por
tanto, a diferencia de las numerosas redes detectadas en el resumen de estudios
previos, su investigación subraya
exclusivamente las redes frontal-parietal y por defecto. La correlación
observada entre conectividad funcional en estado de reposo en las redes
identificadas y el rendimiento intelectual fue de aproximadamente 0.4. Además,
no se apreció ninguna correlación entre una menor conectividad funcional en
reposo y un mayor rendimiento intelectual.
En
resumidas cuentas, gana soporte la primera de las dos posibilidades señaladas
antes: la red frontal-parietal es relevante para comprender las diferencias de
rendimiento intelectual, independientemente de que se usen datos obtenidos al
resolver una determinada tarea o en estado de reposo.
Sin
embargo, los autores no se sienten satisfechos con ese resultado y reclutan a la
red por defecto en su resumen de resultados. Al resolver una tarea suele
apreciarse un incremento de actividad en la red frontal-parietal simultáneo a
la reducción de la actividad en la red por defecto. Justo lo contrario de lo
observado en estado de reposo. Por tanto, ambas
redes interactúan de alguna manera.
Mencionan,
también, cómo interactúan estas redes en individuos de alta o baja
inteligencia: los primeros desactivan la red por defecto con menor intensidad,
pero activan en mayor grado la red frontal-parietal. Reconocen, no obstante,
que esa evidencia es discutible. Además, y quizá sea el resultado más chocante
en este contexto, sus resultados subrayan una correlación positiva entre el
nivel intelectual y una mayor conectividad de ambas redes en estado de
reposo:
“El modo en el que
el cerebro se auto-organiza para alcanzar una óptima configuración de sus redes
funcionales en individuos con distinto nivel intelectual sigue siendo una
pregunta abierta
(...) quizá las
diferencias individuales de inteligencia se sustentan en reconfiguraciones,
dinámicas y específicas del contexto, de la actividad local y de la
conectividad dentro de sistemas difusos en los que se incluyen regiones de las
redes frontal-parietal, por defecto y cíngulo-opercular”.
Bonitas
palabras.
Una
de las virtudes de este trabajo es que se exploran relaciones significativas
usando datos de todo el cerebro, en lugar de correlaciones específicas de
determinados ‘edges’. En nuestro
equipo también hemos usado esa aproximación NBS (Network-Based Statistics) en colaboración con el Montreal Neurological Institute –en
concreto con Yasser Iturria-Medina—y
puedo atestiguar que es verdaderamente potente.
El
hecho de que se debe ir más allá de la red frontal-parietal tampoco es nuevo
para nosotros. Recientemente publicamos un estudio en el que
llegamos a una conclusión similar usando datos de conectividad estructural.
Pienso que ambas aproximaciones, la estructural y la funcional, deben complementarse
de alguna manera, aunque esa combinación pueda llegar a ser relativamente
tormentosa en principio.
-->
No hay comentarios:
Publicar un comentario