domingo, 3 de abril de 2016

El cerebro humano será un mosaico, pero tiene sexo

Hace algunas semanas comentamos aquí, críticamente, un estudio que tuvo bastante eco en la prensa. Y así fue porque se suponía que rechazaba tajantemente la falsa creencia generalizada de que los hombres eran de Marte y las mujeres de Venus.

No importaba que los científicos que llevamos una centuria investigando formalmente las diferencias grupales de naturaleza psicológica, hubiéramos subrayado con grueso trazo la idea de que tanto ellos como ellas habitan en el mismo planeta, en un lugar llamado Tierra, situado en un recóndito extremo de la Vía Láctea.

O, dicho más técnicamente, que aunque se puede apreciar una diferencia promedio, el solapamiento es extraordinario, y, por tanto, no puede hablarse de ‘categorías’ en sentido estricto, sino de diferencias sobre una ‘dimensión continua’. Los chicos son más agresivos en promedio, pero muchas chicas son más agresivas que el nivel medio de agresividad que presentan ellos.

Es grato saber que algunos otros científicos también se mosquearon y tomaron cartas en el asunto.

De hecho, los editores de la revista (PNAS) tuvieron la deferencia de publicar una ‘Letter’ en la que se cuestionaba el estudio original.


Educadamente, pero con asertividad, se les hace saber a los firmantes del artículo en el que se describía ese estudio, que mirando un cerebro se puede predecir su sexo, sin ningún problema. De hecho, con una precisión no menor del 90%:

La conclusión de que los cerebros humanos no se pueden categorizar en dos clases diferenciadas depende del nivel de análisis.
De hecho, el sexo biológico de un individuo se puede clasificar con una extraordinaria precisión considerando el mosaico cerebral en su conjunto”.

En esa ‘Letter’ disponen de poco espacio para ofrecer detalles, pero el suficiente para explicar un estudio con casi mil seiscientos individuos del Brain Genomic Superconstruct Project.

Dividen el grupo en dos para validar con uno de ellos (validation test) los resultados encontrados con el otro (training set).

A partir del modelo obtenido con el ‘training set’ se predice el sexo de cada individuo del ‘validation set’. Los resultados son los comentados antes, incluso aunque se controlen estadísticamente las reconocidas diferencias de tamaño cerebral (mayor, en promedio, en ellos que en ellas –igual que antes, no son pocas las chicas que presentan mayor tamaño cerebral que la media de los chicos).

Por tanto, los análisis multivariados del cerebro en su conjunto, de sus características morfométricas, discrimina fiablemente según la variable sexo.

Se concluye, por tanto, que no existe una dicotomía estricta entre el cerebro de los varones y el de las mujeres. Sin embargo, eso no significa que sea irrelevante considerar las diferencias estadísticas que separan grupalmente a los sexos.

¡Bienvenidos al mundo de la Psicología diferencial!


2 comentarios:

  1. Roberto, muy adecuada reivindicacion de la Diferencial. En general, parece que cuesta mucho pensar en clave cientifica sobre los individuos humanos, mas cuando nos referimos a la dimension sexual de la especie. Pero las evidencias son las evidencias y ademas tiene mucho sentido en terminos evolutivos..... Cómo no ha de distinguirse el cerebro en funcion del sexo del individuo que lo posee????

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  2. Gracias, Antonio. Ya sabes que los titulares son demasiado atractivos...

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