Se apela a esta expresión para
indicar que una situación incluye aspectos positivos y negativos de forma
alternada, tal cual como se mezclaron la cal y la arena
tradicionalmente para hacer la argamasa destinada a la construcción.
La
de Cal
No creo que exista forma humana
de darle comprensión a la barbarie que nos invade cada día, sobre todo en estos
últimos tiempos, que aparece de golpe, que nos noquea, que nos tira al suelo y
nos deja paralizados de estupor, desconcierto y rabia.
Así, en masa, los atentados de
Paris.
Nosotros ya vivimos nuestro
particular 11M o los innumerables actos asesinos de ETA.
A veces, ahora que mi hijo
comienza a hacer preguntas lógicas, me pregunto cómo podría explicarle estas
animaladas, y me quedo pensando, y pensando...y no, no veo cómo.
Seguramente muchos de los
terroristas han sido personas bien educadas, con buenos profesores, y,
posiblemente, con buen rendimiento académico. Pero, en algún momento, algo hace
clic en la cabeza, alguien les seduce, no sé cómo, y acaban haciendo de tu vida
una cruzada contra….¿contra qué?
Por no hablar de esas chicas
que son “reclutadas”, como dicen los
medios, para enviarlas como esclavas sexuales de estos animales. ¿Cómo se
explica esto? O las mareas de inmigrantes, me da igual que sean Sirios,
Marroquíes…muerte, dolor y sufrimiento por los cuatro costados.
Pero luego está lo de que no es
la masa, y una vez más, la sangre se convierte en hielo.
Esos padres que adoptan a una
niña, y que vete tú a saber por qué, porque el móvil es inexistente para los
ojos ajenos, deciden eliminarla de sus vidas como quien quema un papel. Y no,
no vale con enviarla lejos, a algún colegio extranjero. Hay que drogarla para
que no se defienda, asfixiarla y abandonar el cadáver en un descampado.
Por no hablar de esos casos de
violencia de género. Recientemente tres casos, dos apuñaladas y otra arrojada
por la ventana.
Por más que quiera, no veo
forma humana de justificar nada de esto. Se me escapa cualquier explicación
científica. No veo ciencia psicológica o sociológica que me permita dar algo de
luz a este bombardeo incesante de injusticias. Este día a día te quita la
alegría y las ganas, y solo aviva el odio, la ira, la sed de venganza, de
pulsar un botón y arrasar del mapa a lo que se ponga por delante.
La
de Arena
Hace un par de meses me llegó
por azar una cita de Eduardo Galeano,
un escritor uruguayo, que me gustó mucho:
“Todos somos mortales hasta el primer beso y la segunda copa de
vino”.
Vete tú a saber si la cita es
suya o no, pero como me gustó, busqué algún libro suyo y cuál fue mi sorpresa al
descubrir, sin tener noción previa de su existencia, a uno de los grandes.
Tiene unos libros de cuentos fascinantes, y ya voy por el tercero.
Uruguayos no conocía a casi a
nadie. Tan solo al maravilloso Augusto
Monterroso y al cantante Jorge
Drexler.
Pero también de descubrimiento
reciente, el uruguayo que más me ha fascinado ha sido su expresidente, José Mujica. Un expresidente campesino,
con pasado guerrillero, que recibió seis balazos, que paso más de 10 años en
prisión. Esto es alguien que hace política y entiende de qué va esto.
Hay una
entrevista suya que vi hace poco en internet (10 minutos) que me
dejó prendado, con todo lo que dice. Su apología de la sobriedad, su visón de
la política, su visión de la vida:
“Cada generación aprende con lo que le toca vivir, no con lo que
vivieron otros”.
Ahora que se acercan las
elecciones en España, a mí me gustaría tener un candidato así. Arrasaría en este
país lleno de tanta tontería. Y con presidentes así, salen países así.
Atentos a la nota de la
Wikipedia.
“Según Naciones Unidas, es el país de
Latinoamérica con el nivel de alfabetización más alto. Según un estudio de la organización
Transparencia Internacional, es el segundo país de Latinoamérica (después de
Chile) con menor Índice de Percepción de Corrupción. Según el
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), desde el año 1980 es el
tercer país de Latinoamérica (después de Argentina y de Chile) con mayor Índice
de Desarrollo Humano (IDH) y el
48º en el mundo. También es el
país latinoamericano (junto con Costa Rica) con la distribución de ingresos más
equitativa, pues tanto la población más rica como la más pobre representan sólo
un 10% de la sociedad, respectivamente. También
es el cuarto país de Latinoamérica (después de Cuba, Costa Rica y Chile) con la
esperanza de vida más alta. En
2014 era el país de Latinoamérica con el PIB (PPA) per cápita más alto. La
Corporación Latinobarómetro, en un estudio
realizado en 2008, lo sitúa como el país más pacífico de América Latina. Además, según la revista
estadounidense International Living es el mejor de Iberoamérica para
vivir. Según esta misma
publicación, se encuentra entre los veinte países más seguros del mundo y también, de acuerdo a la publicación
británica The Economist, entre los veinte más democráticos”.
Amanece un nuevo día. Se mezcla
la cal, la arena, le añadimos lo de nuestra propia cosecha y vamos por lo
nuestro El trabajo, la familia…a la busca de nuestro equilibrio.
Acabo con un fragmento de una
entrevista que le hicieron a Jose
Saramago:
Será que hasta las dudas las tiene claras...
Bueno, digamos que las asumo y las integro en alguna certeza.
Por decirlo de otra forma, soy como un sistema de dudas que
funciona con cierta armonía.
Tengo, eso sí, unas cuantas ideas claras sobre lo que debe ser la
postura de uno en el mundo....
Por decirlo de una forma que puede parecer chocante, estoy en
equilibrio con un mundo que no me gusta.
Estimado Óscar. Como es usual, un post que invita a la reflexión. Parece que te cuesta encajar que existen seres humanos malignos. En realidad es una consecuencia lógica de la existencia de seres bondadosos. Es lo que tiene la variabilidad que permite que hayamos evolucionado (y que lo sigamos haciendo). Desear que suceda algo y que suceda, de hecho, requiere un largo viaje. Y el camino correcto no está claro. Saludos, R
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