Esta
fue la interrogante principal que aglutinó este último año a un compacto grupo
de especialistas de diversas disciplinas
científicas, de entre los participantes del proceso de
revisión y acreditación de las universidades peruanas. Aquella pregunta
planteada en una serie de conversatorios tiene como objetivo final darle forma
a un ensayo conjunto titulado “El futuro de la Universidad” que
será publicado en 2016.
Nos
planteamos cuatro etapas: 1) Análisis de
los hechos históricos, 2) Análisis de la data medible acumulada, 3) Análisis de
las alternativas vigentes al 2020, y 4) presentación/análisis de propuestas sobrevivientes
y/o nuevas al 2020.
Este es
el primer avance del primer tramo.
La Universidad actual (UA) está terminando una etapa –y tal
vez tal como se encuentra, está tocando a su fin—con el ocaso de los medios de
comunicación e intercambio de información analógicos, tradicionales. Los que
pervivieron desde la invención de la imprenta, allá por 1440 con Gutenberg y la invención de los tipos
móviles, masificando el uso de los contenidos escritos e impresos, hasta hoy. Ese modelo de compartir información ha evolucionado a medios digitales, en la
nube, actualizables, de corta duración, enfocados en la imagen y teniendo como
protagonistas no a las ideas, sino a los hechos.
La ciencia factual en su mejor despliegue.
Y en
ese escenario, la UA está en franco
retiro, desarmada, sin muchos argumentos que ofrecer. Las propuestas que la
sustituyen son pocos, y endebles pero ya han salido a disputarle el lugar y el
negocio: por correspondencia a fines del siglo XIX, Multimedia desde 1960 con
la Open Univ. British, Telemática TIC
desde los 90´s, y on-cloud con los
Mooc´s, mientras siguen apareciendo nuevas modalidades, ahora con la explosión
de las apps.
Los
tópicos que atraviesan de manera directa a este asunto son variados, distintos
y poderosos: Fines, usos, metas, características, datos, hechos, ideas.
Aplicables a casi todos los campos álgidos de estas mismas sociedades y
especies: Política, desarrollo, democracia, sostenibilidad, etc. etc.
La
Universidad como tal es aún un instrumento de desarrollo de las sociedades
humanas organizadas, y desarrolladas; en contadas excepciones. En la mayoría de
los casos, no. Pues en estos últimos casos, es un negocio, un simple y pedestre
negocio. Despojado de toda la esencia que Platón y subsiguientes propusieron: la Universidad como herramienta de difusión y debate de
saberes, para mejorar a las sociedades. O como en su vertiente proactiva
lo propone Rafael Rangel Sostmann
(1) en su libro “Universidad 2.0” que se debe recuperar el concepto de una
universidad aspiracional, por esencia. Por otro lado, el proceso iniciado con
la Declaración de Bolonia no suma suficientes
factores de ruptura, tales como la innovación universitaria, según Altbach
y Salmi (2).
De esta
situación ¿Qué hubiera imaginado y dicho Platón
fundador de la Academia, en el demo de Kolonos,
a un kilómetro al noroeste de Atenas, allá por el 384 a.C.? De seguro que se
espantaría y preguntaría por las razones. Y por ello, en el contexto peruano
nos dimos a la obra de debatir las razones y las posibilidades de la
Universidad actual, en un contexto altamente conectado y cambiante en cortos
períodos de tiempo. Y nos sumergimos en la dispersión de los análisis y
resultados educativos, financieros, teóricos, consultivos, producidos en los
últimos 20 años y concordables con la legislación actual. Dio como resultado un
primer informe con una primera respuesta a aquella pregunta ¿Qué o quienes están acabando con la
Universidad actual UA?
“A LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIA PERUANA ACTUAL LA ESTÁN MATANDO, ANIQUILANDO, ACABANDO SUS
PROPIOS USUARIOS" (*)
* SUS
PROPIOS USUARIOS son: los propietarios, los funcionarios, los docentes, los
educandos, los empleados y los suppliers.
LOS
NÚMEROS HABLAN POR SÍ MISMOS (Nótese el protagonismo de los usuarios):
A. 75%
es el número que marca la ausencia de Investigación. (La investigación NO la
hacen las autoridades, ni se da por ley. La deben ejecutar/realizar los
usuarios).
B. 83%
es el número de universidades sin procesos de estándares de calidad. (Esos
estándares NO los determina la Universidad; son producto del proceso y
evolución de sus protagonistas).
C. 92%
de los cursos y carreras no se han renovado en los últimos 50 años.
D. 97%
de los funcionarios y docentes universitarios no son profesionales de carrera.
E. 99%
de universidades privadas no han cumplido con sus procesos de acreditación.
Y estos
sólo son los números que corresponden a las universidades privadas (UPds).
Imagínense los de las universidades públicas (UPas). Preocupante, ¿verdad?
VEÁMOSLO
EN ROI, con los siguientes números:
F. 47%
es el número de ganancias sobre la reinversión de UPds, año 1990.
G. 68%
es el número de ganancias sobre la reinversión de UPds, año 2000.
H. 78%
es el número de ganancias sobre la reinversión de UPds, año 2008.
I. 95%
es el número de ganancias sobre la reinversión de UPds, año 2013.
Lo que
evidencia que en tan sólo los últimos 20 años las ganancias de las UPds se han
centuplicado. Teniendo en cuenta que el grueso de sus utilidades ha ido a parar
a no sabemos dónde, pues sólo re-invirtieron mínimas cantidades para seguir con
el negocio.
Sí. Un
negocio. La universidad es un negocio -pese a quien le pese- las UPds aquí y en
Rusia, o en China o en el paraíso; son un negocio. Pero hay negocios y "negocios" (y me viene a la memoria
el reciente crack del "negocio"
de millones de millones de Wolkswagen).
En
resumen, a la Universidad peruana actual LA SIGUEN
ANIQUILANDO sus propios usuarios.
Despleguemos
las estadísticas arriba mencionadas:
¿Los propietarios la están acabando? Sí, pues el 99% de dueños de UPds no están
cumpliendo con los estándares y procedimientos de la nueva ley vigente
(SUNEDU). Y, por el contrario, la están saboteando (Juicios desde la ANR y
desde el Congreso).
¿Los funcionarios la están aniquilando?
Sí, pues el 97% de funcionarios de UPds no cumplen con los estándares y
procedimientos de la nueva ley vigente. No son especialistas, desconocen los
procesos y estándares globales con los que deben competir; y especialmente, no
han perfeccionado sus propios escalafones. Los que no existen. ¿Un ejemplo? Es
casi como hablar de la gestión de un ministerio, o de la SUNARP, los que son
feudos copados por amiguismo, clientelaje y... otras perlas.
¿Los Docentes la están matando? Sin
palabras, casi. (Pues Perú -y otro país mesoamericano- es el único país del
mundo cuyo sindicato es el más grande opositor a las mejoras en su sistema
educativo).
Y NOS PREGUNTAREMOS TAL VEZ ¿QUÉ HAY DE LOS AGENTES EXTERNOS A LA
UNIVERSIDAD ACTUAL? ¿ACASO ELLOS NO TIENEN RESPONSABILIDAD, NI CULPA? Ni el
Estado, ni el mercado, ni los entes regulatorios, ni la ley misma, o su brazo,
la justicia. No han podido hacer nada. Hasta la SUNAT no puede, ni tiene los
elementos para ir contra ella y hacerla más transparente. No, pues una sencilla
razón es la que lo hizo posible: "Autonomía universitaria". Y tras ese velo,
la universidad peruana actual es un feudo-negocio que ha permitido el estado
universitario actual. O sea, producir los números que, a grandes rasgos,
explican mi respuesta: SUS PROPIOS USUARIOS LA ESTÁN
ANIQUILANDO.
¿PERO,
CÓMO ESOS GRANDES NÚMEROS Y GANANCIAS PUEDEN PRODUCIR QUE SE ANIQUILE EL
NEGOCIO? Simple, mi querido Watson. Sólo a ti se te ocurre que LA UNIVERSIDAD
ES UN BIEN COMÚN, ACCESIBLE Y UNIVERSAL.
Pues no. En la práctica (donde los que
dirigen el chiringuito son los dueños de negocios y sus empleados los
políticos) no sucede así. Los dueños de UPds sólo ven la cuenta de resultados a
diario. (¿Sabías que en medio de esta crisis global que se avecina, el único
negocio formal en el Perú que sigue creciendo a pasos agigantados, es el de las
UPds?). Y a pesar de todo eso, los propios dueños la están aniquilando. En menos de 5-10 años habrán matado la gallina de los huevos
de oro. Y ojo al detalle: No habrá sido culpable la tecnología -que ése
es otro cantar- sino que habrá sido responsabilidad y codicia, y ceguera de los
propios usuarios.
La
Universidad actual está entrando en crisis, ante una verdadera “avalancha”
advertida en 2013 por Barber, Donelly y
Rizvi (3).
¿Y TAMBIÉN
LOS EDUCANDOS?
(A-B-C)
INCLUSO LA ESTÁN ANIQUILANDO LOS MISMOS EDUCANDOS. Los números de arriba: 75%,
83% y 92% se siguen produciendo por la nula iniciativa de los educandos: Nula
investigación, bajísimos estándares de calidad, y carreras descontinuadas...
que los educandos permiten, y propician. Un ejemplo 2015: En los resultados de
las encuestas, siendo preguntados (graduados de empresariales):
UNA
MUESTRA DE PREGUNTAS A POSTGRADUADOS: ¿Desde tu percepción, qué puntaje le
pondrías a la UPd-1? ¿y a la UPd-5? (ambas figuran en el ranking
latinoamericano)
El 85%
le fue a la UPd-5, y escasos 12% a la UPd-1 (el restante 3% no sabía, o no
decidía).
Y aquí
viene el detalle: ¿Por qué el usuario-educando graduado universitario le da más
crédito a la UP-5? Sencillo. Respondieron:
-
"Porque
tiene más peso" (y re-preguntados sobre el "peso"
respondieron:
-
"Tiene más
prestigio").
Lo
trágico es que esas mismas universidades tienen resultados de investigación
inversos a su posicionamiento de marketing, evidentes en evaluaciones de rango
internacional (¿quién dijo PISA?).
ES
EVIDENTE. LOS MISMOS EDUCANDOS POST-GRADUADOS no estudian, ni se perfeccionan
para aprender; sino... para "tener peso" y ser "de la más prestigiosa". Lo
demás no importa.
La
Universidad actual está perdiendo empuje, tal como se refleja en el informe 2013
Global University rankings and their
impact, de Rauvargers (4), comparado con el informe previo de 2010. En
resumen: el problema de la Universidad clásica, actual, está cantado y parece
irresoluble. No así el de la Universidad futura, que
recién está por nacer.
En un
contexto donde el ROI del negocio educativo manda, mientras el nivel y los
estándares siguen descendiendo... ¿QUÉ HACER?
Los
datos históricos indican que estamos ad-portas de nuevos modelos y metodologías
de compartir conocimientos. Pero donde "lo más difícil de trabajar con un hipopótamo
no es su corpulencia, sino su tozudez".
Pues a mirar
más allá del hipopótamo. E ir tras las siguientes tres etapas: a) análisis de
la data acumulada, b) de las alternativas existentes, y c) presentación de nuevas
propuestas.
Referencias:
1. Rafael
Rangel Sostmann, "Universidad 2.0" http://goo.gl/jPCJKc
2.
Altbach
y Salmi. Is there a ‘special sauce’ for university innovation? http://goo.gl/4Kuf2n
3.
Michael
Barber, Katelyn Donnelly, Saad Rizvi. An avalanche is coming: Higher education
and the revolution ahead. http://goo.gl/49CCZ1
4.
Andrejs
Rauvargers. Global University rankings and their impact. http://goo.gl/RvZQok
Muy interesante JC. Tu post destila pesimismo, por un lado, pero, por otro lado, se aprecia la energía necesaria para regenerar el sistema. Tu perspectiva es moderna y renovadora, pero, a la vez, es difícil ver cómo se puede luchar contra el establishment. Especialmente cuando se cuenta con la complicidad del usuario. Como dices, ese usuario busca un título, y, según parece, el aprendizaje le importa bastante menos. ¿No crees que sería mejor estrategia evitar perder el tiempo criticando al establishment para centrarse en ofrecer algo distinto que supere el pasado sirviéndose de los avances actuales? Saludos cordiales, R
ResponderEliminar.
ResponderEliminarTienes toda la razón Roberto; estamos enfocando nuestra energía en identificar y promover iniciativas que funcionen acorde con la época.
Pero esta fue la primera etapa del proceso: Análisis de la data histórica.
Voy a seguir compartiendo los subsiguientes pasos del proceso, hasta la publicación del ensayo-libro, ojalá ya con las primeras propuestas en marcha.
Gracias por tus recomendaciones; y ser una fuente constante de referencia profesional e intelectual. Un abrazo.
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