John
Protzko,
de la Universidad de California en Santa Bárbara, publica un meta-análisis sobre el
desvanecimiento de las ganancias de CI en el seguimiento practicado después
de dar por terminado un programa de mejora. El Head Start o el Abecedarian
son ejemplos famosos de esta clase de programas. Algunos de esos programas
parecen conservar un efecto positivo para, por ejemplo, el rendimiento escolar,
pero todos admiten que, para el caso del CI, el
desvanecimiento es inevitable.
El autor usa una serie de criterios
para incluir el estudio en su meta-análisis:
1) Los participantes provienen de la
población general y no presentan síntomas clínicos.
2) El diseño es aleatorio a nivel
individual.
3) La variable de interés se obtiene
de una medida aceptada de CI.
4) La intervención incluye al menos
dos medidas después de dar por terminado el programa.
5) La intervención comienza antes de
que los niños vayan a la guardería (como en los programas de intervención
temprana).
El meta-análisis considera cualquier
tipo de intervención (cognitiva, nutricional, etc.), aplicando un modelo de
efectos mixtos: el origen de cada estudio corresponde al momento en el que
termina la intervención y la variable ‘tiempo’ son los años desde que finaliza
el programa. Tanto la pendiente como el origen pueden variar, lo que permite
analizar cuáles son los aspectos de la intervención
que producen valores más altos en el origen o diferentes grados de
desvanecimiento.
La pregunta a responder es:
¿se
conservan los beneficios sobre el CI derivados de la intervención temprana?
Finalmente se incluyen 23 estudios
que consideran 7584 participantes.
Los resultados permiten concluir que
la intervención mejora el CI (d =
0.368, es decir, 5.5 puntos de CI). Pero esa mejora se desvanece, como se
muestra en la siguiente figura.
Además, las intervenciones que
comienzan más tempranamente no poseen mayores efectos que las que empiezan más
tardíamente. Tampoco es relevante el tiempo que dura la intervención.
Ahora bien, ¿se produce el
desvanecimiento porque el grupo control alcanza al experimental? ¿o declina el
grupo experimental hasta equipararse al desarrollo normal del grupo control?
Como muestra la siguiente figura, lo
que sucede es que el grupo experimental pierde lo que
ganó. Es decir, existe un desvanecimiento en sentido estricto.
El supuesto efecto de la práctica no
puede explicar el fenómeno porque, de ser así, el grupo control, cada vez más
familiarizado con los test, mejoraría sus puntuaciones.
A partir de aquí, el autor discute el
resultado según distintas posibilidades.
1. ¿Se produce el desvanecimiento
porque, en realidad, la ganancia nunca existió, fue irreal?
Se responde negativamente. La figura
anterior sería imposible si la ganancia no fuese real. El grupo control debería
mejorar. No es el caso.
2. ¿Se debe a que los participantes
olvidan el conocimiento adquirido durante la intervención?
La respuesta es también negativa,
porque los efectos positivos demostrados sobre el rendimiento escolar no
encajarían.
3. ¿Hay desvanecimiento porque los
participantes regresan a su hábitat natural, cognitivamente más empobrecido, al
terminar la intervención?
Los casos en los que se estudian
niños de ambientes NO deprivados, pero que también muestran desvanecimiento,
permite responder negativamente:
“While the majority of studies included in this meta-analysis use children
that come from poverty, critically, the work on LCPUFA supplementation (Helland
et al., 2003, 2008) did not specifically use children from
poverty yet still experienced the fadeout effect
4. ¿Se debe a la ‘fuerza gravitatoria’ de la genética? Es
decir, se puede mover el nivel intelectual gracias a la intervención, pero, una
vez termina, las aguas vuelven a su cauce natural.
Según el autor, eso no es demasiado
verosímil porque el desvanecimiento tendría que ser más veloz, debería
manifestarse rápidamente. Sin embargo, el desvanecimiento es lento y progresivo.
Además, sabemos que las diferencias genéticas cobran mayor protagonismo a
edades más avanzadas. Las intervenciones que comienzan antes deberían revelar
un desvanecimiento distinto a las que comienzan más tardíamente. Pero ya vimos
que no es eso lo que ocurre.
Entonces, ¿cuál es el papel del
ambiente al mejorar el CI?
El autor rechaza los modelos de interacción recíproca entre el ambiente y
la inteligencia. Usa el ejemplo del efecto positivo de los suplementos nutricionales
durante el embarazo. Cuando los niños del grupo experimental tienen cuatro años
de edad, presentan un CI mayor que el grupo control (una diferencia de cuatro
puntos). Esa intervención aumenta el CI sin influir sobre el ambiente, pero
cuando los chavales llegan a los siete años de edad, la ganancia se ha desvanecido.
Por tanto, esos niños no crean o buscan ambientes congruentes con su mayor CI,
lo que, a su vez, contribuiría a mejorar todavía más su CI. El desvanecimiento
de las ganancias contradice ese modelo de interacción recíproca. Por tanto, es
el ambiente el que debe influir positivamente en el CI.
Esta última posibilidad se denomina ‘modelo reactivo unidireccional’: el CI reacciona a
las demandas del ambiente, desarrollándose cuando las demandas aumentan y
encogiéndose cuando esas demandas se reducen. Cuando, por ejemplo, se compara
niños de edad muy similar, pero que asisten a cursos escolares distintos, los
del curso superior presentan mayor CI.
El desvanecimiento se produce, según
el autor, porque los niños regresan a sus ambientes deprivados. No hay ninguna
razón para asumir la permanencia de las ganancias de CI una vez finaliza la
intervención.
Los modelos correlacionales parecen
consistentes con una interacción recíproca, pero los modelos experimentales
contradicen esa perspectiva. Por el contrario, estos modelos experimentales
apoyarían que el aumento de las demandas en el ambiente logra mejorar el CI.
Pero las ganancias se desvanecen porque se reducen las demandas del ambiente al
terminar el programa de intervención (adaptación
unidireccional).
A mi juicio, este informe es
interesante, pero el autor se contradice (o yo me estoy perdiendo algo).
La respuesta a la pregunta (3)
expuesta anteriormente es incongruente con el modelo reactivo unidireccional.
Según los resultados discutidos por Protzko, se produce desvanecimiento aunque
los chavales no provengan de ambientes deprivados. Según ese modelo, las
ganancias no tendrían que desvanecerse. Pero se desvanecen.
En tanto no dispongamos de un modelo
genéticamente informativo, seguiremos sin una respuesta convincente a por qué
se produce el desvanecimiento. El autor no se preocupa por esta opción porque
los participantes de los estudios que se analizan son asignados aleatoriamente
al grupo experimental y control. Es razonable, naturalmente, pero cuando se
compara longitudinalmente hermanos biológicos que difieren por su CI, y que han
crecido en el mismo hogar (es decir, que comparten nivel socioeconómico
familiar), se observa que el hermano de mayor CI logra mejores
resultados sociales que el de menor CI.
¿No apoyan estos resultados longitudinales
un modelo causal inverso al favorecido por Protzko?
El huevo correspondiente al CI iría
antes de la gallina ambiental.
O tal vez no. Ya se verá. Eso seguro.
O tal vez no. Ya se verá. Eso seguro.
Muy interesante el artículo, sobre todo porque sigue dejando dudas que obligan a seguir investigando y pensando. Quizá resulte algo pesimista para quienes dedicamos parte de nuestro trabajo a programas que tienen, entre otros objetivos, mejorar la inteligencia de las personas.
ResponderEliminarFilosofía para Niños escapa al alcance de este artículo. Por eso es necesario obtener evidencia sobre programas de mejora a muy largo plazo. No hay, salvo lo que tu estás haciendo. Abrazo, R
ResponderEliminarSerá lo que tú yo estamos haciendo
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