Frank L. Schmidt, Profesor Emérito
de la Universidad de Iowa, publica en ‘Perspectives on
Psychological Science’ una propuesta para integrar variables que a
menudo se consideran por separado. La figura resume el modelo general
considerando la interacción causal entre esas variables.
La introversión se asocia positivamente a la atracción típica por
actividades que requieren usar el intelecto (Typical Intellectual Engagement, TIE) y ambos factores se relacionan positivamente con el nivel de conocimientos adquiridos a lo largo del
tiempo. Por tanto, los introvertidos y quienes presentan alto TIE poseen más
conocimientos probablemente porque invierten más tiempo leyendo, pensando y
reflexionando (y, por consiguiente, dedican menos tiempo a las interacciones
sociales). En el modelo, TIE es una causa directa de la inteligencia cristalizada (Gc), mientras que la introversión es una
causa indirecta, ya que actúa a través de TIE.
La introversión y la inteligencia fluida (Gf) ejercen un
efecto directo sobre TIE. Por otro lado, los intereses (realistas, investigadores, sociales, artísticos,
emprendedores y convencionales) correlacionan entre sí y su factor latente se
asocia a TIE. A su vez, ese factor latente se relaciona con el nivel de
conocimientos alcanzados por el individuo.
La inteligencia fluida, TIE y los
intereses ejercen un efecto causal sobre el desarrollo de la inteligencia
cristalizada (conocimientos y habilidades adquiridos, tales como el dominio de
las matemáticas, las habilidades mecánicas, el uso del lenguaje o la navegación
por la historia de la humanidad).
La gente ‘nace’ con una determinada
‘disposición’ fluida que invierte durante el desarrollo en una variedad de
conocimientos, habilidades y aptitudes, guiándose por los intereses.
Schmidt sugiere que al menos algunos
de los intereses se encuentran influidos diferencialmente según sexo por la
exposición hormonal durante el periodo prenatal. Particularmente relevante
sería la exposición a distintos niveles de testosterona. Su efecto sería
orientar a los varones hacia un interés especial por los objetos inanimados,
mientras que orientaría a las mujeres hacia un interés por la gente.
Según el modelo, y según
la evidencia observada en un extenso meta-análisis, el principal
determinante del logro académico y ocupacional es la inteligencia cristalizada.
Por tanto, es el conocimiento adquirido (Gc) lo que determinada el desempeño
social, no la capacidad bruta e innata (Gf).
Las otras dos variables que influyen
causalmente sobre el logro académico y ocupacional son la Responsabilidad y determinados intereses. El TIE ejerce un efecto
indirecto sobre el logro social, ya que su efecto se encuentra mediado por Gc.
Aunque sabemos que Gf declina con la
edad, eso no sucede con Gc.
Basándose en el
enfoque y la evidencia de Goldberg, sostiene Schmidt que Gc necesita de Gf
para desarrollarse durante el periodo de inversión, pero, llegado un cierto
punto del ciclo vital, Gc actuaría independientemente de los niveles
contemporáneos de Gf.
En el modelo no se observa nada que
sea causa directa de Gf y de la Responsabilidad, aunque este Profesor admite
que ambas variables se encuentran fuertemente influidas por los factores genéticos.
Acepta también que la experiencia se encuentra genéticamente influida, que se
asocia a las propensiones innatas del individuo.
Es un modelo tan interesante como complejo.
Las evidencias previas en las que se inspira son aisladamente sólidas, pero su
contraste empírico integral exige un esfuerzo que dudo que los científicos
estén dispuestos a invertir.
Por otro lado, la alta co-linealidad usual
entre Gf y Gc me lleva a sugerir que la perspectiva de que pueden actuar
independientemente llegado un momento del ciclo vital es abiertamente discutible.
Finalmente, Gc no es conocimiento,
sino el uso inteligente de ese conocimiento, algo que Schmidt opta por omitir
en la descripción de su modelo.
Es un poco enrevesada la propuesta.... ¿Los datos que presentan la avalan?
ResponderEliminarNo he podido verlos, mi universidad no tiene acceso a esta revista, :-(
No presenta datos en sentido estricto. Se basa en publicaciones previas en las que se muestran esos datos. Opino que le sucede lo mismo que a las demás teorías que pretenden integrar. Nos cuesta seguirlas. Lo suyo sería someterla a contraste empírico desde cero. Pero dudo de que algún equipo se anime.
ResponderEliminarSería muy deseable poseer modelos integrales científicamente verificados y contrastados. Nos permitiría tener una comprensión más profunda y nos ayudaría a actuar mejor.
ResponderEliminarPero son tan complejos que dudo que alguien se anime a contrastarlo desde 0.
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