Nunca imaginé, cuando puse tímidamente en marcha
este blog a finales de 2007, que siete años después se llegaría a las 1.000
(mil) entradas.
Alcanzado este punto podría actuar
como en la Biblia (mutatis mutandis): “al séptimo año descansó”.
Pero, a diferencia de lo que
supuestamente le sucedió al divino creador, a saber, que terminó exhausto
después de seis días de intenso trabajo, a este terrícola no le ha llegado aún el agotamiento.
Me satisface que ese número coincida con la llegada del periodo vacacional y que, por tanto, pueda aprovechar la coyuntura para desear, a quien proceda, unos estupendos días de asueto. Si, ya sé que cada vez se practica menos el saludable ejercicio de cortar por lo sano durante un mes, que el sistema nos fuerza a acomodarnos a los designios de la economía global. Pero me resisto a aceptar que las turbulentas aguas puedan volver a su cauce.
A diferencia de lo que hice cuando se
llegó a la entrada 500, en esta entrada 1.000 omitiré la presentación de
estadísticas sobre en qué países se genera tráfico relacionado con este blog, o
cuál es el sistema operativo que se usa mayoritariamente para consultar sus
contenidos. Su existencia no atiende a ese tipo de consideraciones,
sino a que el administrador se lo pasa rematadamente bien trabajando en él.
Lo que me gustaría destacar es lo
mucho que aprendo con las contribuciones de amigos, colegas, y, también, desconocidos. Los
individuos que escriben regularmente en la sección ‘firma invitada’,
aquellos que participan ocasionalmente y quienes tienen la amabilidad de comentar
algunas de las entradas, enriquecen lo que este administrador considera que
merece la pena expresar aquí.
Este blog no pretende ceñirse a la
actualidad. Tampoco sucumbir a lo que los medios consideran destacable. Eso es
algo que observé en algunas redes sociales, que comprendo, pero que no
comparto. La ventaja de este medio de expresión es la libertad que otorga para
comentar y compartir lo que a uno le venga en gana sin pasar por ninguna clase
de filtro relacionado con el establishment comunicador.
Se ha dicho con relativa frecuencia,
pero nunca será suficiente: Internet es el medio para preservar nuestra
libertad para comunicarse dentro de la comunidad global en la que actualmente vivimos.
A menudo me han llegado peticiones
para que se usase el idioma inglés en las entradas del blog. Pero me he negado sistemáticamente
(salvo en contadas excepciones). El español es un idioma suficientemente
universal. Además, es mi idioma. Ya alcanzo una saturación reseñable (técnicamente
llego al excitante punto de inhibición transmarginal) en mi ocupación
profesional usando ese endiablado idioma, como para incorporarlo, cediendo a un
acceso de masoquismo, en el distendido espacio de ocio que supone este lugar.
Nos vemos por aquí, si los hados son
propicios, en septiembre.
Felicidades y "buen verano" (cuida la inhibicion transmarginal que no gasta buenas bromas!!!!)
ResponderEliminarEnhorabuena!!
ResponderEliminarDisfruta de las vacaciones,
Lo dicho, enhorabuena. Un buen trabajo que se agradece. Alabo tu renuncia al inglés.
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