Hace unos días puse en este blog mis impresiones sobre la identidad europea, a raíz de una mesa
redonda en la que participé como
ponente.
Recordé que Europa es un país complejo (conflictivo) y
vaticiné que no sería fácil combatir las tendencias disgregadoras para lograr integrarnos a los más de 500 millones de ciudadanos de la unión.
En plena campaña electora a Merkel
se le ocurrió declarar que “Europa no es una unión social”. Marine Le Pen y su partido de
ultraderecha ha ganado las elecciones en Francia. Los demás países también tienen lo suyo. De cada 10 europeos que
pueden votar lo han hecho 4.
Así, creo, no vamos demasiado bien.
En nuestro país han votado casi 16 millones de personas y se
han quedado en su casa 19 millones. A quienes han optado por permanecer en su
sofá se les podría preguntar en qué están pensando (aunque la ley de los
grandes números es inexorable).
De los 54 escaños que nos corresponden en el Parlamento
Europeo, 30 se los llevan PP y PSOE. 15 se los reparten entre IU, PODEMOS y
UPyD. Los 9 restantes son para partidos que ni me suenan (aunque los del
‘derecho a decidir’ se hacen con dos escaños).
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El Partido (dicen que de izquierdas) PODEMOS es para echarle de comer aparte. El cabeza de lista, Pablo Iglesias, es un personaje al que no acabo de pillarle el tranquillo. No tengo nada claro qué pretenden realmente, aunque nunca se sabe. Quizá tengan la llave para integrarnos felizmente. Así lo piensan más de un millón de ciudadanos españoles.
En Cataluña, alrededor de 600.000 ciudadanos votan por ERC y 550.000 por CIU. O están jugando al despiste o los catalanes no apoyan masivamente las opciones secesionistas (han votado dos millones y medio de personas).
En Cataluña, alrededor de 600.000 ciudadanos votan por ERC y 550.000 por CIU. O están jugando al despiste o los catalanes no apoyan masivamente las opciones secesionistas (han votado dos millones y medio de personas).
En Euskadi han votado 766.000 ciudadanos y son 385.000
quienes apoyan al PNV y a Bildu (un empate técnico).
En general, el Parlamento europeo estará gobernado por los
Populares (con 212 escaños) y por los socialistas (con 186 escaños) acumulando
casi 400 escaños de los 763 totales.
Los medios dicen que surgen tendencias nacionalistas,
segregacionistas, en todo el continente. Habrá que esperar un poco para ver el
grado de tales tendencias, pero me recuerda otro de los diagnósticos que
compartí en aquella mesa redonda: la acción globalizadora provoca una reacción
de las tribus que se está gestionando pésimamente.
En cualquier caso, convendría pensar seriamente en el
significado del hecho de que a seis de cada diez ciudadanos europeos les
importe un comino quiénes se sienten en el Parlamento europeo a tomar
decisiones que pueden influir decisivamente en sus vidas.
O bien no se dan cuenta de su relevancia y habría que
explicarlo con mayor claridad, o, por el contrario, les resulta indiferente
quién les gobierne (en cuyo caso quizá se lo tengan que mirar).
Mi diagnóstico, revisable, es que no
parece que seamos el grupo humano con mayor nivel educativo de la historia de
la humanidad. O disimulamos muchísimo.
...O la educación no es el "todo" de la cuestión. Oí un comentario que me gusto con motivo de estas elecciones. Es acerca de que los franceses son los europeos mas "cultos"... y mira, gana LePen. Recuerda un poco la Alemania de los años 30 en la que los más "cultos" de Europa dieron paso a una de las épocas mas violentas y nefastas del siglo XX. Las cosas de la sociedad y de la política son muy complicadas. Ya veremos como avanza esto, pero sin duda estamos en una época movidita donde es dificil también "ponerle puertas al campo". ¿Será que estamos viviendo una "adolescencia" de la futura "adulta" Europa?.
ResponderEliminarEuropa es el viejo continente, o eso se dice, así que lo de 'adolescencia' no sé, no está claro. Aunque la idea mola. Pienso que el carácter tortuoso de las relaciones sociedad-política se puede explicar, en parte, por su carácter no-lineal. Pero como en cualquier sistema complejo, aparentemente caótico, debe existir una pauta, un orden. Ojalá gobernase una máquina, sin emociones (pero que no sea Skynet ;-)
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