En breve (la semana próxima, de hecho) comenzará la temporada 2014 de F1.
Estuve preparándome viendo el excelente
largometraje dirigido por Ron Howard,
‘Rush’.
La historia se desarrolla alrededor de la
rivalidad entre James Hunt y Niki Lauda, dos extraordinarios pilotos
con personalidades opuestas. El inglés, un vividor con un talento natural para
la conducción ("cuánto más cerca estás de la muerte más vivo te sientes. Es un modo maravilloso de vivir y la única manera de conducir"). El austriaco, un espíritu espartano con un talento natural para
poner a punto su vehículo ("un hombre sabio aprende más de sus enemigos que un tonto de sus amigos").
Ni que decir tiene que les recomiendo la
película, pero ahora quiero centrarme en el terrible accidente sufrido por el
piloto austriaco en la temporada de 1976, concretamente en el por aquel
entonces larguísimo circuito de Nürburgring.
Lauda perdió el
control de su Ferrari en una desesperada carrera por alcanzar el McLaren de Hunt,
colisionó y se abrasó dentro del habitáculo. Los pilotos Harald Ertl, Guy Edwards
y Arturo Merzario se detuvieron para
sacarle de aquel infierno.
Las medidas de
seguridad hace casi 40 años dejaban mucho que desear. Los pilotos conducían a
sabiendas de que tenían un riesgo del 20%. Como nos cuenta Lobato en sus fabulosos ‘previos’ a lo largo de la temporada, la seguridad de nuestros
vehículos ha ido mejorando a remolque de los progresos a ese respecto en la competición
deportiva. La perseguida reducción de accidentes y muertes en los circuitos ha ido
repercutiendo en los sistemas de seguridad de los coches comerciales.
El caso es que el accidente
de Lauda tuvo lugar a mitad de temporada. Fue tan grave que estuvo al borde de
la muerte y se le administró la extremaunción.
Pero luchó por su
vida y regresó a las pistas seis semanas después.
Han leído bien, un
mes y medio después del trágico accidente el piloto se subió de nuevo a su
Ferrari.
El breve fragmento de ‘Rush’ que incluyo en este post recoge el primer encuentro entre
Lauda (interpretado condenadamente bien por el actor español Daniel Brühl) y Hunt (al que encarna Chris Hemsworth) después del accidente,
seguido por una rueda de prensa del piloto austriaco.
Rueda en la que se produce un suceso que
impulsa al británico a tomar unas medidas que seguramente deberían adoptarse más a
menudo contra algunos periodistas ante ciertas preguntas.
No se lo pierdan y tomen nota (si les
apetece).
http://youtu.be/H537oH4Ox-o
ResponderEliminarExcelente Óscar. Hace la competencia al video del post.
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