Por razones que
ahora no vienen al caso me interesé por la figura de James Maxwell. Estuve
leyendo material sobre este individuo y sus famosas ecuaciones, pero quedé
insatisfecho. Me pregunté, ¿quién podría ilustrarme sobre Maxwell?
Respuesta
rápida: un físico. Ya, pero ¿qué físico?
Alguien me
habló de Jaime Martínez Ortega. Ese alguien había sido alumno suyo y conservaba
un grato recuerdo. Yo necesitaba a alguien que supiese comunicarse. Así que
contacté con él, y, amablemente, aceptó entrevistarse conmigo.
Jaime es Radiofísico Hospitalario y ha
desarrollado su actividad profesional en el Hospital Universitario Central de
Asturias, en Anderson International, en el Grupo Hospitalario Quirón, y, en los
últimos años, en el Hospital Universitario Puerta de Hierro, donde es,
además, profesor de física y protección radiológica.
Aquí tienen el
resultado de la entrevista.
Roberto: Albert
Einstein tenía en su despacho las fotos de 3 científicos: Newton, Faraday y
Maxwell. Algunos, entre ellos el propio Einstein, consideran que las ecuaciones
de Maxwell son las más bellas e importantes de la Física. Según Richard Feynman, “el
suceso más significativo del siglo XIX será considerado el descubrimiento, por
parte de Maxwell, de las leyes del electromagnetismo”. ¿Qué opinión te merecen esta clase de declaraciones? ¿Son una
exageración o expresan un hecho?
Jaime: No son
exageraciones. Maxwell llevó la física clásica a su cúspide. Sus ecuaciones
sintetizan conocimientos previos de un modo elegante y lograron establecer
predicciones que, al no cumplirse, al no ajustarse a los nuevos datos que
fueron apareciendo a comienzos del siglo XX, propulsaron un cambio radical en
la Física.
R: Las ecuaciones de
Maxwell (aunque quizá convenga recordar que Maxwell no puede entenderse sin
Gauss, Faraday o Ampere) describen la corriente eléctrica, los imanes, los
rayos, la electricidad estática, la luz, las microondas o la radio. ¿Podrías explicar en qué sentido concreto?
J: Es Maxwell quien se percata de que la electricidad y el magnetismo deben
comprenderse en conjunto, no por separado, como venía siendo habitual. De
hecho, la expresión ‘electromagnetismo’ es suya. Los otros autores que
mencionas son muy importantes en física, pero es Maxwell quien logra la visión
de conjunto a través de las famosas cuatro ecuaciones.
R: Esas ecuaciones que ahora nos ocupan se han ido modificando para tener en
cuenta la física cuántica o la relatividad, campos que entran dentro de tu
especialidad. He leído que sin esas ecuaciones hubiéramos sido incapaces de
conocer la estructura del átomo y el comportamiento de las cosas a nuestro alrededor
a escala microscópica. ¿En qué sentido es así?
J: Para responder a esta pregunta tengo que hablar de otros científicos, como,
por ejemplo, Rutherford. El sistema de ecuaciones de Maxwell predice que un
electrón que rota alrededor del núcleo atómico debería emitir ondas
electromagnéticas de un modo continuo. Esa pérdida continua de energía en forma
de onda electromagnética provocaría que el electrón cayera al núcleo,
colapsando de este modo el átomo. Pero eso no sucede o no existirían los átomos
estables que de hecho existen. La respuesta a este dilema condujo a la
revolución de la Física cuántica.
La unión que estableció Maxwell entre los campos eléctrico y magnético llevó a
considerarlos aspectos de una misma
realidad física. Más tarde, Einstein llega a la misma conclusión a
través de su famosa Teoría de la Relatividad.
R: En ‘El Mundo y Sus Demonios’ Carl Sagan mostraba su asombro ante la
‘capacidad’ de los medios de comunicación para ignorar a Maxwell. Según el
astrónomo y divulgador, “la conexión económica, cultural y política del mundo moderno mediante
torres emisoras, enlaces de microondas y satélites de comunicación se remonta a
la idea de Maxwell de incluir la corriente de desplazamiento en sus ecuaciones
de vacío (…) los medios de comunicación que hizo
posible Maxwell no han ofrecido nunca una serie sobre la vida y pensamiento de
su benefactor y fundador”. ¿Qué opinas? ¿Exagera Sagan?
J: No, no pienso que exagere. Posiblemente la explicación tenga relación con
el poder mediático de otros científicos. Einstein, por ejemplo, se convirtió en
un icono. Además, era un científico de origen alemán, que, como exiliado,
terminó residiendo en los Estados Unidos. No olvidemos, además, que los
científicos alemanes gozaron de gran prestigio en aquellos años. Debido al
proyecto Manhattan y a la carrera armamentística durante los años de la guerra
fría, estos físicos han eclipsado a grandes genios anteriores, recordándose a
Newton y Galileo y prácticamente nadie más. Es como si en el medio no hubiera
nada interesante. Un grave error histórico que convendría corregir.
R: ¿Cuál consideras que puede ser la relevancia de la contribución de
Maxwell a la medicina moderna? Te hago ésta pregunta porque tu eres físico,
pero trabajas con médicos.
J: Maxwell hizo posible la electricidad y sin ella los hospitales actuales
no funcionarían. Cualquier equipo de alta tecnología utilizado en la medicina
moderna necesita la electricidad para funcionar. Por poner un ejemplo más
concreto, entrando en el área en que trabajo, no sería posible la radioterapia
moderna, ya que los modernos aceleradores lineales de electrones necesitan de
las microondas para poder acelerar los electrones. Son estos electrones
acelerados los que producen la radiación que tan buenos resultados están dando
en los tratamientos oncológicos.
R: Especulemos un poco para terminar. La automatización es algo cada vez más
presente en los centros de salud. Personalmente soy partidario de sustituir a
los humanos en las labores médicas y dejar que las máquinas hagan el trabajo.
Imagino que un paciente llega a la consulta y es recibido por una máquina capaz
de hacer un diagnóstico fiable, usando información genética, técnicas de imagen
para ‘ver’ el interior del paciente, etc. A partir de aquí, una vez hecho el
diagnóstico, la intervención más eficiente también podría ser indicada por una
máquina. ¿Coincides con esta visión del futuro?
J: No. Es cierto que cada vez es más importante la tecnología para las
ciencias de la salud. Los cirujanos, por ejemplo, usan robots para ayudarse en
determinadas intervenciones. Cada vez son menos los médicos que toman
decisiones sin usar algún medio de alta tecnología para obtener información
sobre el paciente. Pero ninguna máquina puede sustituir al factor humano
necesario en la práctica médica. El cerebro humano no es sustituible por una
máquina. La relación médico-paciente seguirá siendo fundamental.
Si te gusta la historia de la Física te recomiendo el libro del premio Nobel Leo Lederman en que hace un repaso apasionante desde Democrito hasta la actualidad:
ResponderEliminarhttp://www.casadellibro.com/libro-la-particula-divina/9788484329688/1165343
Muchas gracias por la recomendación, Andreu
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