La evidencia acumulada hasta ahora dista de ser concluyente.
Algunos estudios apoyan la idea de que realmente se puede mejorar nuestras
capacidades a través del entrenamiento cognitivo. Otros no.
Álvaro Pascual-Leone, especializado en técnicas de
estimulación magnética transcraneal (TMS),
está probando el uso del entrenamiento (cognitivo, físico y social) para tratar
trastornos como el Alzheimer o para atenuar el efecto negativo de la edad sobre
las capacidades.
Los resultados que dice estar encontrando su equipo sugieren
que los individuos entrenados retrasan la aparición de los síntomas de
deterioro y minimizan sus efectos perjudiciales.
Usan una serie de ejercicios de ‘brain training’, incluyendo videojuegos especialmente diseñados,
además de consejos nutricionales, sesiones de música, así como clases de
meditación y de yoga, para organizar sus programas de estimulación.
Además, cuando el paciente desarrolla una determinada sesión
de entrenamiento cognitivo, el personal del laboratorio estimula su cerebro con
un dispositivo TMS para ayudar al proceso mental.
Según expresan los científicos implicados, los programas de
estimulación deben ser divertidos para ser realmente útiles. Pasarlo bien,
divertirse durante el proceso de entrenamiento, contribuye a liberar en el
cerebro sustancias químicas beneficiosas para el aprendizaje.
Pero además de divertido, el entrenamiento debe suponer un
reto para el individuo.
En la vida cotidiana, esos retos se materializan en la
búsqueda de nuevos modos de hacer cosas similares.
En el Brain Fit Club
se recomienda que cada individuo encuentre la dosis apropiada de estimulación.
No hay una regla general.
Se combina el ejercicio físico (especialmente la actividad
aeróbica) con los juegos mentales y la interacción social, persiguiéndose un
enfoque integral de la estimulación. Y se espera que el individuo extienda lo
que aprendió en el Club a su propio contexto vital.
Los medicamentos siguen sin ayudar realmente a combatir los
trastornos degenerativos del cerebro.
Si esa clase de enfoque integral demuestra un efecto positivo
duradero (algo que está por ver) entonces millones de personas verán cómo mejoran
sus vidas, como vuelven a disfrutar de eso que estaban perdiendo.
Considero que hay que ser optimista con esta perspectiva,
pero no triunfalista. Las pruebas siguen sin ser contundentes y, cómo me suele
recordar mi colega Richard Haier, “extraordinary claims
require extraordinary evidence” (Carl Sagan).
NOTA: este documental del programa ‘Redes’ puede resultarles interesante:
Muy productivo muchas veces creemos que el único ejercicio que existe es el físico,pero si deterioramos nuestra mente y no la ejercitamos de una manera disciplinada,los años cobraran eso.
ResponderEliminar