Una militante del partido político que lidera Albert Rivera (CIUDADANOS) fue agredida
recientemente por, presuntamente, un separatista residente en Cataluña.
Según la agredida, el agresor la
abordó en la barra de un bar y le preguntó (conociendo la respuesta) si era de
CIUDADANOS. Seguidamente le arreó un guantazo (que le dejó de regalo un ojo
morado) y le dijo:
“Los españolitos
no cabéis en este lugar y os vamos a expulsar”.
Preocupado, compartí la noticia con un buen amigo de
Barcelona y su respuesta me tranquilizó: según él no hay que inquietarse porque
personas estúpidas existen en todo grupo humano.
Concuerdo.
Si embargo, la agresión no es lo verdaderamente relevante de
este episodio, a mi juicio (y también según el de la persona agredida en
Tarragona).
El verdadero problema es la tensión creciente por aquellos
lares.
Los líderes políticos de CIU y de ER, es decir, Mas y
Junqueras, no cejan en su empeño de caldear los ánimos y de incrementar la
tensión entre, según el CIS, el 60% que no desea la independencia de Cataluña y
el 40% que quisiera separarse del resto del Estado español.
Atendiendo a esas cifras ofrecidas por el CIS, el
independentismo catalán tiene poco futuro, así que, probablemente, algunos
están comenzando a pensar en una estrategia asertiva para que un número
suficiente del otro bando abandone la región para contribuir a desequilibrar la
balanza. No solamente a pensarlo, sino que están pasando a la acción.
Basta con expulsar a dos de cada diez de esos seis de cada
diez que, según la encuesta del CIS, no desean la independencia de Cataluña.
Asunto arreglado.
La agredida ha comentado que el actual gobierno catalán
persigue dividir, polarizar, para facilitar la manipulación de la opinión
pública. Predice que la tensión irá creciendo progresiva y rápidamente.
De la misma opinión es Albert
Boadella: “Cataluña
es irrecuperable y en 3 ó 4 años será independiente porque no se puede luchar contra dos generaciones que solo
piensan en ajustar cuentas con España”.
El actor y director catalán responsabiliza a Jordi Pujol, “lo peor que le ha sucedido a Cataluña en
400 años.
Su base era tener los medios
de propaganda y la educación.
Eso ha tenido un efecto: dos generaciones educadas en el odio a
lo español (...)
La pobre Cataluña... Las
víctimas de Franco estaban en Extremadura o en Almería.
No había un solo edicto que
prohibiera el catalán, pero toda esa mentira distribuyó una paranoia entre los
ciudadanos (…)
jugando con las fantasías
al final la gente se las cree.
Los políticos y sobre todo
los medios catalanes han jugado con ellas.
Es un delirio absurdo y
suicida.
No llevará a nada positivo
ni a Cataluña ni a España ni a Europa.
Pero jugando han
conseguido que la gente se lo creyera”.
Boadella declara algo que, francamente, preocupa: “es muy difícil recomponer la trama de afectos imprescindible
para vivir en común con el resto de los españoles”.
¿Es exagerado su pesimismo?
http://www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/783499/atacan-la-sede-de-ciudadanos-en-barcelona
ResponderEliminarhttp://www.abc.es/espana/20130715/abci-amenazas-barcelona-espaoles-201307142028.html
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