Vamos a hacer el preceptivo y saludable descanso vacacional,
despidiéndonos hasta Septiembre, con un post
cariñosón, pero, posiblemente, escasamente superficial.
En tránsito por un aeropuerto recóndito de los Estados Unidos
adquirí un ejemplar de bolsillo de ‘Jurassic
Park’. Practicar inglés leyendo a Crichton
es una deliciosa opción para sobrellevar los aburridos vuelos transoceánicos.
La genial idea que Michael desarrolla en su novela es
particularmente famosa gracias a las dos películas que dirigió Steven Spielberg (Jurassic Park y The
Lost World).
Un empresario (dueño de la compañía InGen) construye un
parque temático de atracciones biológicas (dinosaurios) en Costa Rica (Isla
Nublar). Consigue el paleo-ADN necesario para clonar los animales en la sangre
de mosquitos atrapados en ámbar (resina fosilizada de los árboles) hace más de
doscientos millones de años. Los inversores exigen una evaluación sobre la
viabilidad del parque y Hammond (el empresario de marras, y, según su creador,
tan siniestro como Walt Disney) se
lleva a dos paleontólogos (el Dr. Grant
y la Dra. Sattler) y un matemático (Malcolm) a su isla para obtener una
valoración.
Las cosas, cómo no, se complican y los dinosaurios comienzan
a crear problemas y también a devorar humanos. Pero la historia de acción es,
como siempre, un adorno a lo que Crichton quiere contarnos en realidad.
¿Cuáles son esas cosas?
Pues, por ejemplo, advertirnos de las funestas consecuencias
que puede producir la frenética y multimillonaria carrera de las empresas
privadas (caracterizadas por el secretismo) para mejorar la ingeniería
genética: “la
biotecnología transformará la vida humana a todos los niveles: los cuidados
médicos, la comida, la salud, la diversión, los cuerpos. Nada volverá a ser lo
mismo. Cambiará, literalmente, la cara del planeta”.
Aquellos momentos “en los que los científicos se rebelaban contra el secretismo
de la investigación y rechazaban patentar sus descubrimientos, considerándose
individuos que trabajaban en beneficio de la humanidad” son
historia. Ahora esos científicos tienen intereses comerciales.
Crichton aprovecha para exponer la teoría del caos (y para
ser preciso mantuvo conversaciones con James
Gleick) a través de Malcolm (inspirado en Heinz Pagels) y destruir la idea de control que obsesiona al
creador del parque: “los detalles son irrelevantes. La teoría me dice que, en
breve, la isla comenzará a comportarse de modo impredecible (…) porque la
historia de la evolución demuestra que la vida escapa a todas las barreras. La
vida se libera. La vida se extiende a territorios ignotos. Dolorosamente, quizá
peligrosamente. Pero la vida encuentra su camino”.
Un ejemplo realmente demostrativo es el descubrimiento de
que, a pesar de que todos los dinosaurios del parque son hembras estériles, han
comenzado a reproducirse. El ingeniero jefe (Wu) posee un protagonismo en la novela del que carece en la
película: “podemos
duplicar el ADN, pero el desarrollo es algo verdaderamente complicado, y, por
tanto, no sabemos cuál ha sido nuestro éxito hasta que el animal va creciendo”.
Wu es reclutado por Hammond en la Universidad, nada más
doctorarse, usando un irresistible lenguaje: “desde la segunda guerra mundial, todos los
descubrimientos realmente importantes se han hecho en laboratorios privados. El
láser, el transistor, la vacuna de la polio, el microchip, el holograma, la
resonancia, y la lista sigue y sigue. Las Universidades ya no están donde deben
(…) un individuo brillante no puede dedicar su precioso tiempo a rellenar
formularios y responder a comités. La vida es muy corta y el ADN demasiado
largo. Si quieres hacer algo, aléjate de las Universidades”.
Malcolm subraya esta idea en otra escena: “a los científicos
les preocupa lograr algo. Nunca se paran a pensar si deben hacerlo. El
descubrimiento es inevitable, así que intentan lograrlo antes que los demás.
Ese es el juego de la ciencia (…) el poder de la ciencia es como una buena
salud heredada: se logra sin disciplina (…) no hay humildad ante la naturaleza.
Solo existe el hacerse rico rápidamente, el promocionarse rápidamente. Nadie te
criticará. Nadie tiene estándares. Todos persiguen lo mismo: hacer algo grande
y hacerlo rápido”.
La influencia de la ciencia en la sociedad fue una obsesión
para Crichton: “gracias
a la ciencia vivimos en mundo relativamente pequeño, denso e intercomunicado.
Pero la ciencia no puede ayudarnos a decidir qué hacer con nuestro mundo, o
cómo vivir. La ciencia puede construir un reactor nuclear, pero no nos dice si
debemos hacerlo (…) la idea de control que subyace a la ciencia ha muerto (…)
somos testigos del final de la era de la ciencia porque se está destruyendo a
sí misma (…) el poder genético es mucho mayor que el atómico (…) el problema es
que, igual que sucede con la muerte, no puedes ver el otro lado hasta que
cruzas la línea”.
Seguramente usted vio las películas, pero quizá se perdió los
libros. Se los recomiendo con entusiasmo. Hay bastantes diferencias entre las
películas y las novelas de Crichton a pesar de que el propio Michael contribuyó
a los guiones y fue responsable del ‘Screen
Play’.
Jurassic Park se estrenó en 1993 recaudando
100 millones de dólares en sólo 9 días (The
Lost World se estrenó en 1997). Una curiosidad es que el tiempo total en el
que aparecen dinosaurios en pantalla en la primera película es de 8 minutos. ¿Es
sólo una película de efectos especiales?
En 2003, el paleontólogo holandés André Veldmeijer agradeció a Spielberg el impulso que supuso la
película para su devaluada profesión, bautizando a su más reciente
descubrimiento en la materia (un ejemplar inédito de pterosaurio) como Coloborhynchus spielbergi.
Cierro este post con
dos perlas de la novela.
Una frase de Malcolm: “A day is like a whole life”.
Un breve diálogo entre el Dr. Grant y el Dr. Gutiérrez cuando
los supervivientes de la isla Nublar son obligados a permanecer en Costa Rica
hasta aclarar los sucesos:
-
You’re telling me we’re
not going anywhere?
-
None of us is going
anywhere, Dr. Grant.
Disfruten del verano (corto como la vida) porque el invierno (como
el ADN) es demasiado largo.
Un amigo (biónico) me envía este interesante artículo:
ResponderEliminarhttp://morvalets.wordpress.com/2012/04/12/sobre-gaussianas-dinosaurios-y-fiestas-de-cocktail-i/
No se lo pierdan.
Andreu, es absolutamente genial, pienso utilizarlo en mis clases de estadística!!
ResponderEliminarQue grande era Crichton....Gracias por recordale de vez en cuando.
Aquí no hay quien guarde un pequeño secreto...
ResponderEliminarFeliz verano a todo el mundo.
ResponderEliminarExcelente articulo, todo un gusto visitar el blog.
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