Caroline Rouaux & Paola Arlotta (2013). Direct lineage
reprogramming of post-mitotic callosal neurons into corticofugal neurons in vivo. Nature Cell Biology, 15, 214–221. doi:10.1038/ncb2660
La conversión es interesante porque la
destrucción de esas moto-neuronas es consecuencia de un tipo de esclerosis que
provoca una parálisis muscular que resulta mortal.
Naturalmente, el estudio se hizo con ratones
jóvenes, así que su aplicación a humanos está todavía lejos. Pero la idea es
fenomenal: usar las neuronas resistentes a los trastornos para convertirlas en
neuronas que se encuentran gravemente afectadas, reprogramar
los circuitos neuronales atacados por el trastorno.
En el avance de la comprensión de la dinámica
de esos circuitos neuronales es importante el estudio de un equipo
internacional coordinado por un grupo de Sevilla y publicado en Neuron:
Rodríguez-Moreno, A. et al.
(2013). Presynaptic
Self-Depression at Developing Neocortical Synapses. Neuron, 77, 35–42.
En esta investigación se muestra
el código usado por las neuronas para, cuando es necesario, 'suicidarse' durante
el desarrollo cerebral. Por supuesto, una vez más se ha estudiado en ratones y
se ha detectado ese código hasta la 3 semanas de vida. Pasado ese momento el
código destructivo desaparece. Los autores sugieren que el sistema neuronal
posee su propio código y que ese sistema está bastante
cerrado a las contingencias del entorno, sigue su propia dinámica.
A partir de ahí especulan con la
posibilidad de usar ese código para inducir cambios, de interferir en esa
programación para provocar aquello que nos interese, para inducir cambios
controlados. Desgraciadamente ese loable objetivo me recuerda peligrosamente a
los devastadores efectos de la intervención humana en el ecosistema de Yellowstone:
http://www.michaelcrichton.net/video-speeches-smithsonian.html
Siguiendo con nuestros entrañables
roedores, científicos europeos han usado un dispositivo que, según parece, modifica
genéticamente determinadas neuronas.
Rubehn, B. et al. (2013). A polymer-based neural microimpant for
optogenetic applications: design and first in vivo study. Lab Chip. DOI:
10.1039/C2LC40874K.
A través de un láser se pudo controlar la
actividad de las neuronas. El campo se
denomina opto-genética y supone combinar genética y métodos ópticos para
controlar células vivas. La secuencia es relativamente compleja porque exige
implantar determinados genes de algas sensibles a la luz en el genoma del
ratón.
Finalizo este breve repaso
con un artículo publicado en Cell Stem Cell en el que se han
usado células madre de la piel pluri-potenciales para desarrollar células madre
de mielina.
Wang, S. et al. (2013). Human iPSC-Derived Oligodendrocyte
Progenitor Cells Can Myelinate and Rescue a Mouse Model of Congenital Hypomyelination. Cell Stem Cell, Volume 12, Issue 2, 7 February 2013, Pages 252–264.
La mielina es realmente crucial para la transmisión de los impulsos nerviosos. La destrucción de mielina es esencial
en determinados trastornos neurodegenerativos como, por ejemplo, la esclerosis
múltiple. En esta investigación se pudo restaurar la
mielina del cerebro y de la médula espinal en ratones enfermos.
Esta clase de
investigaciones pueden llegar a ser realmente revolucionarias. Manipular neuronas
no es inmediatamente equivalente a comprender su lenguaje, pero puede ser un
paso en esa dirección. A menudo insistimos aquí en que el cerebro (y no
solamente el humano) es un órgano complejo. Y en los
sistemas complejos las interacciones son múltiples. Modificar alguno de
sus componentes puede tener efectos en cascada que, por ahora, escapan a
nuestra comprensión. Solamente conociendo el código fuente podremos tener un grado razonable de certeza sobre el
efecto de nuestras manipulaciones. Seamos optimistas, pero también cautos.
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