Algunos
individuos siguen recurriendo a la simplificadora dialéctica ricos vs pobres, a
una visión del mundo en la que los primeros nacieron con el único propósito de explotar
a los segundos. Esa perspectiva es utilizada por algunos 'listillos' para medrar socialmente y hacerse con una posición de
poder que les permita acaparar recursos para sí y los suyos. Nada nuevo.
Es
verdad que los ricos acumulan recursos y que para ello contratan a gente que
recibe un salario por sus servicios. Es cierto también que muchos de esos
capitalistas van a lo suyo y hoy paz y después gloria. Pero como sucede con varios
fenómenos sociales y naturales, existen excepciones.
Los
ricos españoles del pasado reciente tuvieron una excelente iniciativa para ayudar
a los menos afortunados del país: crearon las Cajas de
Ahorros como una obra social destinada a evitar que los bancos les
sangrasen cuando tuvieran que solicitar recursos económicos. Pero los 'listillos' de la actualidad (generalmente
políticos de las dos 'ideologías'
dominantes) se las han arreglado para destruir esa magnífica y solidaria
iniciativa.
Warren Buffett y Bill Gates fundaron en 2010 'Giving Pledge' (algo así como el
compromiso de donar). La meta de esa fundación es donar
la mitad de sus fortunas para contribuir a las llamadas causas perdidas,
esas a las que algunos responsables políticos dan la espalda preocupados por su
imagen, por las siguientes elecciones y por cómo ayudarán a sus amigotes.
A
Buffett y Gates se han unido más de 80 millonarios
estadounidenses. La tradición filantrópica de los norteamericanos es larga
y me huelo que, en parte, está detrás del odio que los millonarios europeos
(que prefieren quedarse sus cositas) sienten hacia los del otro lado del
Atlántico.
Algunos
de los integrantes de ese ejemplar grupo son: Bill y Karen Ackman, Steve Bing, Elon Musk, John
Michael Sobrato, Michael
Bloomberg, Mark Zuckerberg
o David Rockefeller.
Glenn Dubin,
uno de los miembros más recientes, confiesa que la donación es su "forma de agradecer
las oportunidades que tuve en mi intento personal de perpetuar el sueño
americano, ya que empecé mi carrera sin nada y, treinta años después, estoy en
posición de devolver a la sociedad las oportunidades que me brindó".
¿Imaginan a un
europeo, de esos que no hace falta nombrar, haciendo una declaración de este
tipo?
Bill Ackman confiesa
que cuánto más hace por los demás más feliz se siente. Declara obtener un
extraordinario beneficio emocional y psicológico a través de sus actos de
caridad.
Los datos de
los que dispone la Fundación 'Giving Pledge' señalan que la donación de particulares aumentó en casi un 3% en 2011.
En total, la cifra asciende a más de doscientos diez mil millones de dólares.
Aquí en Europa
copiamos muchas de las cosas de los Estados Unidos. Me temo que esta práctica
caritativa será una excepción generalizada.
Salvo quizá
España, país que, como vemos casi todos los días, no es tan europeo como se
piensa. Nuestra conexión con América podría ayudar a explicar la existencia pasada
de las Cajas de Ahorro y, a lo mejor, una iniciativa para el siglo XXI como la
de Buffett y Gates pero liderada aquí por Amancio Ortega y Emilio
Botín, por ejemplo. Quién sabe. A lo mejor nos dan una lección de
solidaridad.
Es encomiable la iniciativa de esos millonarios, pero no sé si realmente es beneficiosa a medio y largo plazo. es decir, no sé si al final sirve para mantener un modelo social que potencia las desigualdades, logrando que unos pocos se queden con la mayor parte de la riqueza y otros muchos solo consigan las migajas. Por cierto, ¿cuál es esa iniciativa que potencian Amancio Ortega (al que se acusa de aprovecharse del trabajo en pésimas condiciones de trabajadores de todo el mundo) y Botín (quien fue juzgado y extrañamente absuelto en un delito de evasión fiscal)?
ResponderEliminarFélix, creo que mezclas categorías. La iniciativa de estos chicos millonarios no tiene por qué interactuar con el hecho de que haya escasisimos ciudadanos del mundo que acumulen capital de modo irracional y otros muchos que lo pasen mal, fatal. La desigual distribución de recursos en el mundo es un gravisimo problema que podría corregirse si realmente se desease, pero no creo que por la acción de estos millonarios, sino porque quienes no lo pasamos tan mal nos planteemos seriamente corregir las desigualdades sociales. Creo que el verdadero problema es que decimos una cosa y hacemos otra. Es más descansado echarle la culpa a los demás, y si son millonarios mejor, que asumir nuestro propio grado de responsabilidad.
ResponderEliminar
ResponderEliminarhttp://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/10/25/actualidad/1351191151_730538.html