lunes, 21 de mayo de 2012

Mariano Manostijeras


La grave incompetencia demostrada en la gestión de los recursos (económicos y materiales) busca compensarse ahora recortando el gasto en las diferentes parcelas que afectan la vida de los ciudadanos.

No hay mañana en la que no nos desayunemos con bajadas de la bolsa, subidas en puntos básicos, recalificaciones de deuda por parte de agencias desprestigiadas pero que se consideran una especie de oráculo a pesar de todo. A este ritmo hasta vamos a aprender la economía que no nos enseñaron en el colegio.

Aunque, un momento, pudiera ser que no sea esa la economía que debamos aprender. A lo mejor debemos replantearnos esta desoladora situación para reconfigurar nuestros deseos y el modo de lograrlos.

¿Qué significa exactamente riqueza y pobreza?

Nuestro actual gobierno, con Mariano a la cabeza, dice que se deben acatar las consignas de Europa, es decir, meter la tijera para recortar gastos. El problema es que lo ahorrado usando esa estrategia se encuentra destinado a pagar la deuda contraída, no a reactivar nuestra economía. Un ejemplo: el gobierno reduce en más de un 12% las ayudas destinadas a impulsar nuestra industria. Así se dificulta abandonar la cultura del ladrillo. Eso sí, el sector del automóvil --en el que tenemos poco o nada que decir-- se salva de la quema.

La austeridad, que quizá suene bien en algunos foros, puede ser terrible para salir del atolladero. La Organización Internacional del Trabajo señala que esa estrategia puede acabar con la Europa del €. Combinar austeridad con mejoras en las condiciones de los créditos a particulares y a PYMES sería necesario.

Eso por no hablar de la inversión en ciencia.

Recientemente Joan Massagué expresaba la idea, correcta, de que el actual gobierno demuestra una "feroz indiferencia hacia la ciencia". Esa actitud está destruyendo el talento acumulado en los últimos años en nuestro país. Admite que puede ser necesario recortar, pero la estrategia podría pasar por fusionar, poner en red, centros de investigación de prestigio para unir el talento del que se dispone. En caso contrario, ese talento huirá.

Ese puede ser el caso de María José García Borge, quien acaba de ser nombrada Directora Científica de la instalación ISOLDE (Separador de Isótopos En Línea), ubicada en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) en Ginebra (Suiza). García Borge coordinará 40 experimentos realizados por 450 científicos.

La actual situación debería aprovecharse para abandonar las absurdas prácticas del pasado y buscar caminos que hasta ahora nos negamos a pisar. Dejemos de buscar la moneda debajo de la farola porque ahora hay muchas farolas y otras tantas monedas.

Quizá sea llegado el momento de admitir que la luz de la farola de siempre pierde intensidad y nos impide ver. Pudiera ser una señal de que deberíamos afanarnos en construir nuestra propia farola, una farola que los demás admiren y a la que vengan en busca de la deseada moneda.

A esa estrategia se le suele llamar 'innovación'.


No debe darnos miedo.
Somos perfectamente capaces de lograrlo.

Indignarse puede ser un paso relacionado, pero estoy casi seguro de que es insuficiente.

Está bien preguntarse qué puede hacer nuestro país por nosotros, pero también es importante que nosotros nos preguntemos qué podemos hacer por nuestro país.

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