martes, 22 de mayo de 2012

COSMOS (1)



Fue un gran programa de divulgación científica, pero no estuvo libre de los sesgos, particulares inclinaciones, e incluso errores (intencionados o no) de Carl Sagan.

En el primer capítulo, 'En la orilla del océano cósmico', se hace un viaje por el Cosmos en una nave imaginaria atravesando galaxias, y presentando estrellas y púlsares hasta regresar a la Tierra, un planeta ubicado en la región exterior de la Vía Láctea que gira alrededor de una estrella enana roja.

De nuevo en la Tierra, nos trasladamos a Alejandría para presentar a Eratóstenes (que dedujo la forma y tamaño de nuestro planeta basándose en las sombras provocadas por el Sol a la misma hora en distintos lugares) y de la famosa Biblioteca --donde a Sagan le hubiera gustado vivir. Cuenta cómo se supone que se acumularon decenas de miles de libros en rollos de pergamino y cómo sus pensadores se preguntaban sobre su mundo y sobre su lugar en el Cosmos. Pero su contenido se perdió y el espíritu de Alejandría no se recuperó hasta la Europa del Renacimiento.

Es imposible que Sagan desconociese la acumulación de conocimiento y ciencia que supuso el Islam en su época dorada. En Europa, la máxima expresión estuvo en Al Andalus y, por supuesto, en la Escuela de Traductores de Toledo, centro que compartía objetivos y ambiciones con la biblioteca egipcia. ¿Por qué omite el astrónomo estos hechos saltando directamente a Galileo y Kepler?


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