Independencia y división

'Divide y vencerás' es una vieja máxima que suele rendir frutos en las contiendas bélicas y diplomáticas. Es una estrategia que se suele aplicar para reducir las fuerzas del enemigo, pero cuando se practica entre amigos revela una medible estupidez.

Es el caso de los iberos. A pesar de nuestra actual debilidad en los mercados internacionales, algunos integrantes del Estado se afanan en separarnos e incrementar nuestra desventajosa posición, para disfrute de los europeos del norte.

Artur Mas sostiene que si Cataluña fuera independiente dispondría de 15.000 millones de euros más. Quiere la independencia de su región y está dispuesto a convocar un referéndum para avalar ese paso. A no ser que haya un pacto fiscal que aporte más recursos a Cataluña, claro.

Mas se empeña en que "Cataluña es una nación, y debe tener derecho a decidir su futuro. En ese esquema, podemos quedarnos cerca de España; incluso dentro. O podemos ir más lejos, incluso fuera. Es lo que será necesario determinar los próximos años".

A Mas no le importaría ser gobernado por Bruselas, pero le perturba que sea Madrid o París quien tenga algo que decirle.

Por otro lado, el 23% de los habitantes de Euskadi aboga porque se reconozcan las nacionalidades históricas como estados independientes. El 45% prefiere que sea el Parlamento vasco quien regule los impuestos. El 40% de la población de Euskadi apoya el Estado de las autonomías que existe en la actualidad.

Los ciudadanos vascos piensan que hay duplicidades absurdas en la administración, aunque las autoridades interpretan esta percepción desde la perspectiva de que no se comprende la "complejidad administrativa".

Mientras que los europeos, por ejemplo, decidieron unirse para competir con los Estados Unidos en una mayor igualdad de condiciones, los iberos no dejamos de darle vueltas a si separarnos o mantenernos en la misma isla (porque Iberia es casi una región insular, no se olviden --los Pirineos vienen a ser un estrecho de Gibraltar terrestre).

Algunos dirigentes no cejan en su empeño de manipular nuestros sentimientos para preservar sus cotas de poder. Pretenden enfrentarnos para que apoyemos su particular estrategia de preservación regional.

Demostremos que poseemos la inteligencia que ellos piensan que no tenemos y mantengámonos unidos.

El resultado será que no solamente nos irá mejor en el actual mundo, sino que nos haremos más humanos.