Para lograr la supervivencia de la especie a través de la supervivencia
de nuestros genes una persona ha de sobrevivir. El comportamiento individual ha
de consistir en conseguir del medio la máxima cantidad de recursos y
almacenarlos para un futuro incierto. Si, como se ha señalado, los recursos son
escasos (económicos), no existen en suficiente cantidad para todos, habrá primero
que competir para lograrlos y después habrá que
almacenarlos para hacerlos valer en momentos en
que no logremos alcanzarlos con facilidad (debido al azar, la incapacidad
momentánea o el deterioro). Desgraciadamente el almacenamiento de bienes no es
seguro. Nos los pueden robar o se pueden deteriorar: tenemos
que lograr acuerdos de cooperación.
Se ha hecho un gran hincapié en competir versus colaborar en
relación a conseguir los recursos, pero apenas se ha considerado esta dimensión
en el almacenamiento y la disponibilidad
de los mismos. Este aspecto es crucial para el objetivo de supervivencia: mantenerse con recursos disponibles por un amplio periodo
para uno mismo y sus descendientes.
El progreso entendido como el acceso a bienes nos lleva a consumir
y transformar cualquier recurso, incluyendo todas las demás especies. Por
tanto, en un sistema cerrado como el planeta Tierra, cuanto
mayor es nuestro éxito durante menos tiempo podemos mantenerlo, salvo
que se reduzca el número total de humanos. El lector habrá caído en la cuenta
de que la gestión mas eficaz de los recursos en términos planetarios no resuelve
el problema, ni tampoco lo resuelve un consumo reducido de los mismos si la
población total aumenta.
La solución, en términos biológicos, pasa por asegurar la
supervivencia personal y la de la propia descendencia, manteniendo
estable y reducida dicha descendencia. La fórmula: disponer de recursos
propios almacenados. Desde una perspectiva psicológica, el problema es reducir
la incertidumbre respecto al futuro y ello pasa por colaborar para que todos
los demás tengan también asegurados los recursos para sí y su descendencia. La única forma de estar seguro de que mantendremos los
recursos propios almacenados es que los demás también tengan, al menos, los
recursos mínimos e imprescindibles.
La solución consistente en conseguir y almacenar recursos, válida para un individuo,
llevaría a la competencia entre individuos. No es una buena solución a
cualquier plazo porque no lleva a la reducción de la población, que es la única
solución posible. La competencia lleva a
que algunos individuos logren y dispongan de bienes almacenados y otros no y,
aunque la protección de los propios bienes tuviera éxito frente a otros
(ladrones, banqueros, políticos, etc.) no lograría el objetivo: reducir o
mantener estable el número total de individuos.
¿Por qué razón competir
no es una buena solución a medio plazo?
Esto se debe a que cuando el conjunto de bienes disponibles es
permanentemente escaso, nuestra especie aumenta la tasa de natalidad. La
soluciones históricas han llevado a las guerras, a las matanzas de los vecinos
y a las hambrunas posteriores con los consiguientes aumentos de la natalidad.
La solución implica que todos tengamos propiedades (recursos almacenados).
No se trata de un reparto equitativo sin mas de los
recursos. El ejemplo chino de repartir la
pobreza (segunda mitad del siglo XX) no disminuye la natalidad. Se trata de que la mayoría consiga con su
esfuerzo lo suficiente (propiedades) para sí y, sobre todo, para sus
descendientes. El procedimiento de agredir a los vecinos directamente o
empobreciéndolos (Israel tiene
almacenados muchos recursos y baja tasa de natalidad –palestinos apenas logran
sobrevivir pero tienen una alta tasa de natalidad) tampoco resuelve el problema,
sino que lo aumenta, En estos casos ni siquiera resuelve el problema de los
agresores, por mucho que entre estos haya menos víctimas que entre los
agredidos.
Así pues, los humanos,
indefectiblemente, competirán si los recursos son
escasos y posiblemente colaborarán si los recursos son sobrados. La
competición extrema lleva, en un desequilibrio sin fin, de una parte al
surgimiento de individuos agresivos y voraces y, de otra, a individuos sumisos.
Por ello, el progreso no puede consistir en la
extracción eficaz de recursos para un número de humanos cada vez mayor, ni a la
competencia por dichos recursos.
Si el progreso es posible, no será compitiendo por unos recursos
mínimos de supervivencia para nosotros y nuestras familias. Los humanos de este
pequeño mundo tienen que tener asegurados sus recursos mínimos para sí y sus
familias, y entonces quizás reduzcan su natalidad. Facilitémosles los recursos:
casa con hipoteca y acceso a los servicios sanitarios y educativos. De otro
modo no reducirán su tasa de natalidad y, en consecuencia, nos comeremos el planeta. Progreso, ecologismo y
mercado tienen que conseguir este objetivo: que no crezca la especie pues consume
demasiada energía.
La otra solución es que los
mutantes virus nos ganen una guerra.
Muy interesante Pepe, pero ¿cómo puede ser que con menos recursos haya una mayor reproducción? ¿Tiene algo que ver esto con la disgenesia? Por otro lado, ¿no era cierto eso de que la energía ni se crea ni se destruye? Saludos, Roberto
ResponderEliminarFaltan recursos, luego sobran personas. En principio no estaría de acuerdo con este razonamiento....
ResponderEliminarAl igual que al señor Colom, me cuesta entender por qué en epocas de excasez de recursos la tasa de natalidad se incrementa. Imagino que siendo usted académico habrá consultado la evidencia empírica, pero una explicación, aunque fuese tentativa, a los datos....sería muy de agradecer.
La otra solución que propone, aunque usted lo hace irónicamente, es ciertamente más plausible.
Muy lúcido tu artículo y a mí personalmente no me importa que sean estrictamente verdad todos los datos que aportas. La especie humana, al menos en nuestra vertiente “sapiens sapiens” es expansiva por naturaleza. Mira que vino de África y se extendió por todo el mundo. Por tanto la manera de encontrar su equilibrio parece la expansión. La contrapartida… todo lo que dices en el artículo. Pero no hay que descartar que sigamos colonizando otros planetas o lugares para garantizar ese equilibrio.
ResponderEliminarLa tesis del autor es, si el objetivo fuera que los humanos vivieran en las mejores condiciones preservando el planeta, entonces existe un número de individuos óptimo. De ella se deriva que crecer o decrecer en exceso, alejarse del número óptimo de humanos en el planeta o deteriora el conjunto del planeta o deteriora su nivel de vida. Una alternativa es suponer que tanto el número como la proporción de humanos felices puede crecer despacio pero indefinidamente pero el autor no se la plantea y por tanto deriva su análisis de la primera hipótesis.
ResponderEliminarDe ello se deriva, como se comenta en el texto, que la optimización de la extracción de recursos no resuelve el problema del sostenimiento del planeta Tierra en un razonable e incógnito equilibrio.
¿Por qué razón competir no es una buena solución a medio plazo?
ResponderEliminarEsto se debe a que cuando el conjunto de bienes disponibles es permanentemente escaso, nuestra especie aumenta la tasa de natalidad. La soluciones históricas han llevado a las guerras, a las matanzas de los vecinos y a las hambrunas posteriores con los consiguientes aumentos de la natalidad. La solución implica que todos tengamos propiedades (recursos almacenados).
Efectivamente no es fácil de entender. La escasez de recursos lleva a la competición; esto es el paradigma mathusiano que Darwin tomó para su libro sobre selección natural. No caben muchas dudas.
Ahora bien, el problema reproductivo puede verse a un nivel individual o poblacional: si una madre con un alto potencial reproductivo tiene indicios de un futuro incierto, reproducirse ahora es demasiado costoso y puede convenir esperar. Pero si la madre tiene pocas posibilidades (p.e. edad) es posible que se arriesgue ahora.
A nivel poblacional, que es a lo que parece referirse el párrafo, parecen cosas mezcladas. Las guerras son consecuencias de la competición por los recursos y es después de las guerras cuando aumenta la natalidad (es el caso del baby boom); es decir, el aumento de la natalidad sería algo posterior a la competición. En definitiva cuando hay un futuro previsible mejor. No tengo ninguna referencia de nada que relacione "recursos permanentemente escasos" y aumento de natalidad; pero por especular, podríamos decir que esta situación tiene menos incertidumbre que la incertidumbre de no saber cómo será el futuro incierto.
Seré breve para no aburrir; creo que toda la gente que aquí ha opinado tiene en cierta forma algo de razón y el solo hecho de preocuparse por un tema fundamental que ya está instalado pero desde hace mucho, es muy importante y vale. Mi opinión concreta a modo de aporte sería la idea de la Educación, sín subestimar ninguna cultura del planeta o país, tradiciones, etc debería pensarse en instalara un plan de educación a nivel mundial, digo, pués ya que se habla tanto de "globalización" pero esto es a nivel economico-político y siempre con balanzas nada equilibradas. Así que amigos creo que es fudamental despertar el interés de todos lo que estamos en esta "casa " para poder lograr el tan anciado equilibrio entre sapiens sapiens y el resto de la naturaleza. Gracias
ResponderEliminarEs relativamente complicado entender porque, en sociedades con recursos permanente escasos, la natalidad se mantiene alta. Lo normal sería que con mayores recursos hubiera mayor natalidad. (No se debe confundir natalidad y supervivencia).
ResponderEliminarDado que en zonas con escasos recursos, la natalidad es mas alta que en zonas con recursos almacenados y perspectivas de futuro seguras, podríamos ensayar varias hipótesis para explicar este hecho.
Las hipótesis serian: b)cuando las opciones de supervivencia (escasez de recursos) del portador de la herencia genética es baja el intento de cada uno de los individuos sería diseminar sus genes generando multitud de portadores que se expandan territorialmente mientras que si los recursos son suficientes la opción no es aumentar la natalidad sino mejorar las posibilidades de supervivencia a largo plazo de los vástagos portadores de la herencia en el territorio.
La opción a y b son igualmente inconvenientes en cuanto que no frenan el crecimiento del conjunto de individuos de la especie en un territorio y agotan igualmente sus recursos. Pero el hecho es que los humanos tienen un techo en el consumo de recursos con independencia de los recursos disponibles y, por otra parte, tienden al almacenamiento de recursos sobrantes que les protege durante mucho tiempo, alargan su esperanza de vida y favorecen a sus vástagos.
La tesis del autor es que si pretendemos controlar la natalidad tenemos que favorecer la disponibilidad de recursos y su almacenamiento en un determinada área. El aumento de recursos disponibles, por el contrario, mejora la calidad de vida, la educación y la salud y, en consecuencia, la supervivencia de cada individuo.
Ahora bien tanto la mayor natalidad como la supervivencia aumentan el consumo de recursos, la primera aumenta el consumo a corto plazo y provoca la inmigración y la segunda lo aumenta a largo plazo y de manera mas lenta, pero también aumenta el consumo de recursos per cápita.
Creo que habría que ir a un mundo con recursos seguros y suficientes en las zonas pobres, si lo que pretendemos es reducir la natalidad como ocurrió en EUROPA. Ahora bien en zonas con muchos y seguros recursos disponibles (Europa de nuevo), hay que penalizar el consumo excesivo.
Véase este enlace:
ResponderEliminarhttp://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/01/29/actualidad/1359487026_928889.html
Y esto es lo que dice el autor de este post sobre el contenido del enlace anterior (más o menos):
ResponderEliminar"Después de leerlo he llegado a la conclusión de que, modestamente, se confirma mi planteamiento.
No somos una plaga en el sentido peyorativo. Las plagas corresponden al crecimiento de cualquier otra especie que nos ataca o reduce nuestros recursos.
Nosotros los humanos somos muchos, crecemos muy deprisa y consumimos muchos recursos.
Esto es un hecho determinado por la ecuación del consumo de energía en el planeta tierra.
Lo consumido por los humanos no puede ser mayor a la energía generada con la ayuda del sol por el resto de los habitantes.
La solución: la única manera de controlar el crecimiento de los humanos (sin brutalidad) es una mayor equidad en el acceso a los recursos. Además, esos recursos deben ser suficientes para que los almacenemos por si hicieran falta.
Por tanto, hay un exceso de crecimiento (natalidad) porque no hay equidad en la distribución ni suficiente almacenado para el futuro para cada uno".
José Santacreu
Comentario personal del administrador el blog sobre la respuesta anterior de J Santacreu:
ResponderEliminarVa a resultar que este universitario es un pionero...
Para que luego digan que los académicos viven aislados en una Torre de Marfil.