lunes, 18 de julio de 2011

Helio 3 y ascensores espaciales

Aprovechando el éxito de su ‘best seller’ internacional, ‘El Quinto Día’ (2004) el alemán Frank Schätzing nos atacó recientemente (2010) con un ladrillo de casi 1.400 paginas titulado ‘Limite’. No tardé lo que va de 2011 para terminar la novela, pero casi.

Tengo por costumbre abominar del vicio de usar papel gratuitamente, práctica muy del gusto de algunos autores, pero es que, en este caso, el autor raya el delito. Al mas puro estilo combinatorio, entrelaza relatos paralelos en China, Canadá, Alemania, Reino Unido, Guinea, y, por supuesto, la luna –verdadero epicentro de la narración.

Un todopoderoso empresario británico posee una compañía de tecnología puntera que ha desarrollado un ascensor espacial –inspirado en las ‘Fuentes del Paraíso’ de Clark—para transportar eficientemente una nueva fuente de energía que terminará con la escasez en el planeta azul (el helio 3). Su explotación entra en conflicto con los intereses de las petroleras y eso genera el hilo conductor de la novela.

Una especie de ‘Anonymous’ chino descubre, casi por casualidad, un intercambio de mensajes en la red que parecen revelar una conspiración contra Julian Orley, el británico ya mencionado. Este organiza una expedición a su hotel de la luna –el Gaia— construido y dirigido por su depresiva hija, Lynn. En ese particular viaje a la luna encontramos una serie de ricos y famosos terrícolas de los que Orley pretende conseguir fondos para continuar sus ambiciosos proyectos. Uno de los invitados –el Presidente de una de las compañías petrolíferas mas potentes del mundo-- no puede unirse a ellos porque sufre un atentado.

Las pesquisas llevan a descubrir que quizá ese suceso se explica porque entre los miembros de la expedición lunar se ha colado un topo de una organización denominada HIDRA, cuyo objetivo es dinamitar la creación del nuevo mundo que promete el Helio 3. ¿Como? Mediante el enfrentamiento de las naciones mas poderosas de la tierra en ese momento, es decir, los Estados Unidos y China.

Quizá así, en líneas generales, la historia no suene mal, pero, créanme, es aburrida y predecible. Las escenas se extienden de modo soporífero, y, por supuesto, los buenos son buenísimos, y los villanos representan dignamente a la psicopatía primaria. Las interesantes ideas de Schätzing terminan aplastadas por toneladas de palabras que imagino escribe a la velocidad del rayo sobre su Apple.

Orley es un encanto que hace declaraciones como las siguientes: “los gobiernos han demostrado su incapacidad para llevar adelante los procesos globales, solo conocen las disputas, las dilaciones y los compromisos vagos”. De acuerdo Julian, pero ¿debemos arrojarnos a los brazos de empresarios como tu? Es más, ¿por qué esos procesos globales son interesantes? Ahora la máxima clásica ‘divide y vencerás’ se ha convertido en ‘une y vencerás’. Une capitales, genera monopolios y échate a dormir.

El autor alemán revela, también, un sesgado –y sorprendente-- desconocimiento de la historia. Escribe, por ejemplo, que “imperios gigantescos surgieron y desaparecieron a un ritmo vertiginoso. En cierta época fueron los romanos, otras veces los franceses, los alemanes o los británicos los que llevaron la voz cantante”. Me pregunto: ¿qué paso con el imperio español? ¿Ha sido borrado de los libros de historia alemanes? Claro que a lo mejor Schätzing considera que el imperio español no fue breve…

Algunos detalles que merecen la pena:

-. La referencia a la película muda del francés Georges MélièsViaje a la luna’ --alrededor de la cual gira uno de los capítulos de la serie producida por Tom Hanks 'From the Earth to the Moon'.

-. Las escenas de sexo lunar. Realmente divertidas por aquello de la falta de gravedad.

-. El enfado de las autoridades españolas con las manipulaciones del gobierno de Guinea por parte de americanos y chinos.

-. La cita de ‘El arte de la guerra’ de Sun Tzu:

cuando te conoces y conoces a tu enemigo, no necesitas temer el resultado de cien batallas. Cuando te conoces, pero no conoces a tu enemigo, sufrirás una derrota por cada victoria que consigas

-. La referencia a la película de comienzos de los 70 ‘Naves misteriosas’.

-. Y, por supuesto, la imposible relación entre el detective británico Jericho y la pirata informática china Yoyo.

En el siguiente enlace se puede encontrar un intercambio de preguntas y respuestas entre ciudadanos españoles y el autor:

No hay comentarios:

Publicar un comentario