lunes, 27 de junio de 2011

El fracaso escolar está en los genes

Me envía, desde Barcelona, mi colega y buen amigo Antonio Andrés Pueyo, un artículo del diario El País que lleva el provocador encabezado de 'la CEOE ve en los genes la clave del éxito escolar'.

El titular es particularmente tendencioso. No se trata de que ese organismo haya revisado la evidencia científica disponible y que, a partir de ahí, haya sacado sus conclusiones.

No, nada de eso. Lo que sugiere ese título es que a la CEOE se le ha ocurrido declarar, de buena mañana, que los genes son una de las claves del mayor o menor aprovechamiento que extraen los chavales de lo que la escuela les ofrece.

El Presidente de la Patronal, Juan Rosell, ha declarado que los genes son un factor más poderoso que el ambiente para comprender el desempeño escolar.

Mediante esta afirmación, la CEOE contradice las conclusiones a las que llegan los responsables del informe PISA, como se apresura a subrayar el redactor de la noticia, Lucía Abellán.

Sin embargo, los empresarios españoles están en lo correcto al mantener que los resultados obtenidos mediante el análisis de familias adoptivas apoyan la relevancia de los genes y reducen el impacto del ambiente: los hijos se parecen a sus padres biológicos pero no a sus padres adoptivos, a pesar de que, en ambos casos, el contacto ambiental haya sido similar.

Padres e hijos se parecen cuando son parientes, independientemente de hayan convivido o no en el mismo hogar. Los padres y sus hijos adoptivos se parecen igual que dos personas cogidas al azar de la población, a pesar de que hayan convivido en el mismo hogar. Por tanto, ese factor ambiental --la influencia familiar-- es poco relevante.

La CEOE gana, PISA pierde.

Una de las implicaciones que extrae la CEOE es que el gasto en educación no resulta particularmente relevante para mejorar la situación, para incrementar el nivel educativo de los chavales. Aunque, en principio, sea esta una consecuencia lógica, es falso que se deduzca naturalmente del resultado científico. Los genes pueden ser poderosos, pero eso no conlleva que debamos abandonar la búsqueda de mecanismos de corrección.

De hecho, una concusión totalmente contraria también podría derivarse del resultado: puesto que los genes se lo ponen más fácil a los más capaces escolarmente, entonces dediquemos nuestros esfuerzos --y nuestra inversión-- a los menos capaces puesto que por ellos mismos no alcanzarán los objetivos.

Es particularmente molesto para los científicos que los políticos usen a su antojo lo que sabemos sobre este y otros muchos fenómenos de interés social.


En mi campo, la Psicología Diferencial, hemos sufrido demasiadas veces el acoso mediático --en distintos países-- precisamente por revelar resultados que algunos individuos han empleado para defender políticas que en absoluto se derivan automáticamente de los hechos.

Puede descargarse un fascinante artículo clásico sobre esta clase de historias en el siguiente enlace:

http://dl.dropbox.com/u/10862393/Cronbach_1975.pdf

Las evidencias que, por ahora, se consideran sólidas, son las que son. Negarlas ayuda poco e instrumentalizarlas políticamente pone bajo sospecha --injustamente-- la neutralidad de la ciencia.

Los científicos, al menos algunos, hemos saturado hace tiempo de una y otra estrategia. Si se nos da la palabra hablaremos, pero no digan por nosotros lo que se supone que diremos según lo que sabemos.

6 comentarios:

  1. Tienes razón, Roberto. Con demasiada frecuencia se usan estos datos para hacer recortes de gastos en educación. Ya ocurrió en EEUU con la publicación de "The Bell Curve" y parece que quieren hacer lo mismo.
    Por otra parte, no hay que olvidar que la heredabilidad de un rasgo hace referencia al porcentaje de varianza del mismo explicada por los genes. Lógicamente si la muestra es muy homogénea en cuanto a los contextos familiares (como suele ocurrir en estos estudios), casi toda la variabilidad será debida al azar. Lo que no quiere decir que el contexto no influya, sino que todos los sujetos viven en contextos muy parecidos. En la medida en que aumenta la heterogeneidad contextual de la muestra, disminuye el porcentaje de heredabilidad.
    Un saludo

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  2. Perdón quise decir "casi toda la variabilidad será debida a los genes" no "al azar"
    Un saludo

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Gracias por el comentario Alfredo.

    Solo un matiz relevante: en realidad la presunta homogeneidad de las muestras en los estudios de adopcion no explica (a) por que no se parecen los padres adoptivos a sus hijos adoptados pero (b) si se parecen los hijos a sus padres biologicos a los que nunca han visto (c) en igual medida que sucede en familias convencionales.

    Stoolmiller propuso hace tiempo una correccion del efecto que mencionas pero no tuvo demasiado exito...

    Saludos, Roberto---

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  5. Estoy de acuerdo con tus comentarios, Roberto. Solo hago una matización. Los políticos y los medios utilizan la ciencia para lo que les conviene, pero no tengo claro que mejoraran las cosas si fueran los científicos los que tomaran la palabra, sobre todo si tuvieran que tomarla en el foro público y no en el más riguroso de la comunidad científica. Son muchos, quizá demasiados, los científicos dispuestos a apoyar cualquier opción ideológica ajena a la ciencia. Te recuerdo tu comentario sobre Gardner.

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  6. Que los científicos también caigan en esa tentación es perfectamente posible y hay precedente, como bien señala Félix. Sin embargo, el eco mediático de determinados científicos viene determinado por lo que quien le da la palabra desea escuchar y transmitir a los ciudadanos. Siempre habrá científicos dispuestos a ese juego, pero dudo que sean 'demasiados'. Saludos, R

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