sábado, 2 de abril de 2011

IBEROS: Hernán Cortés

Sin duda Cortés es uno de los conquistadores más conocidos. Nació en Medellín (Extremadura) en 1485, y, por tanto, tenía 8 años de edad cuando se descubrió América. Fallece en 1547, cuando contaba 62 años de edad --longevo para una vida tan ajetreada.

Estudió latín, gramática y leyes en la Universidad de Salamanca. No era un 'animal guerrero' sediento de sangre indígena, si no un hidalgo culto que llegó a ser alcalde de Santiago de Cuba y que poseyó un exquisito tacto diplomático.

En Febrero de 1519 inicia la conquista de México, llega a Cozumel y se alía con indígenas mayas deseosos de librarse del dominio azteca. Ahí conoce a Marina, mujer aborigen que resulta clave en el proceso de conquista de México. Fue intérprete, consejera y amante de Cortés (de hecho, tuvieron un hijo --Martín).

En noviembre de ese mismo año Cortés entra en Tenochtitlán, sin hostilidades manifiestas. Es recibido por el emperador Moctezuma, sus gobernantes y los generales.

Sin embargo, las cosas no van bien, hay tensiones entre los españoles y los aztecas, y el emperador resulta muerto intentando calmar los ánimos de su pueblo.

La capital azteca claudica en el segundo intento de Cortés, un año después de haber huido de la ciudad tras la muerte de Moctezuma.

Las envidias hacia el extremeño, por parte de sus compatriotas, hacen crecer suspicacias en España, por lo que se ve obligado a regresar de América en 1528.

Vuelve dos años después para explorar el Pacífico y descubrir las costas de Baja California.

Cortés era, como dijimos antes, un individuo cultivado, lo que se demuestra al leer sus 'Cartas de la conquista de México' dirigidas a los monarcas españoles desde el otro lado del Atlántico.

Se ha dicho, verbalmente y por escrito, que la exploración del continente americano por parte de los españoles, fue una aventura de colosales proporciones, equivalente, salvando las distancias, a la conquista del espacio que supuso el viaje a la luna. Es preciso mucho valor --y abundantes conocimientos-- para lanzarse en pos de esa clase de retos.

Es curioso observar que, en ambos casos, la aventura se resuelve rápidamente. Entre la conquista de México (1519) y el sometimiento de los incas (1536) trascurren menos de 20 años. El viaje a la luna se materializa en una década.

Volveremos...

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