Conocí a esta interprete canadiense a comienzos de los 90, cuando publicó ‘The Visit’ (1991). Descubrí una increíble voz en ese disco en el que se combinaban raíces venecianas, húngaras, ucranianas, asiáticas y españolas.
A McKennitt le seduce la mezcla, y su paso por España estuvo detrás de su siguiente trabajo ‘The Mask and The Mirror’ (1994).
Disfruté de esos dos discos pero luego me olvide de ella hasta que editó ‘Nights from the Alhambra’ (2007) donde se recoge un concierto en directo ofrecido desde el patio del Palacio de Carlos V. Escuchar los temas interpretados por una exultante banda y por su voz, rodeada por la magia de la fortaleza roja, es realmente impresionante.
Aunque es canadiense hunde sus raíces en Escocia e Irlanda. De hecho, su música comienza a desarrollarse anclada en esos lugares. Pero, como incansable viajera que ha sido, se ha impregnado de las músicas de los rincones que ha visitado.
Moverse por el mundo le ha resultado especialmente inspirador, ha ampliado sus horizontes y el resultado se deja oír claramente en sus piezas.
En total ha publicado nueve discos de estudio entre 1985 y 2010, pero en el concierto de la Alhambra de Granada se recoge una muestra representativa de sus composiciones.
Los negocios no le han ido mal: ha logrado vender catorce millones de discos a través de su propia casa discográfica (Quinlan Road).
Para hacerse una idea sobre su música y su voz pueden usar los siguientes enlaces:
Su web oficial es:
Recomendaba Ramon Trecet en su programa de radio, pusiera o no a Loreena, disfrutar de la belleza porque era lo único que, según él, merecía le pena en este asqueroso mundo. La pizca de razón que atesoraba este presentador se demuestra escuchando a esta artista.
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