No hay manera de librarse del relativismo postmoderno. La Academia sigue padeciendo ese mal endémico. Eso es lamentable, pero aún es peor que los políticos se sirvan de él cuando mejor les conviene.
Una de las perlas de ese postmodernismo es que el concepto de ser humano es relativo. De ahí cae por su peso la declaración de que el aborto no conlleva la eliminación de una vida humana.
El “Manifiesto de Madrid”, suscrito por 3.000 científicos, dice, en cambio, que la vida humana empieza cuando se produce la fecundación. ¿Es necesario un documento de este tipo para llegar a esa conclusión?
La unanimidad es irrelevante en la ciencia porque los hechos son los hechos hasta que se demuestra lo contrario.
Cualquier tratado básico de Biología dice que la vida humana comienza cuando un óvulo y un espermatozoide contactan productivamente. Se le puede dar las vueltas que se quiera, pero el hecho es ese.
La Dra. López Barahona, firmante del ‘Manifiesto de Madrid’, ha declarado: “el embrión unicelular es un individuo de la especie humana, y, por tanto, tiene los mismos derechos que cualquier otro individuo de esa especie. Uno no pertenece más o menos a la especie humana según el número de células que tenga o según los kilos que pese”.
Seguramente la desaparición del Ministerio de Igualdad –y, de paso, de Aído—no tiene nada que ver, pero su equipo hace un ostentoso alarde de ‘ignorancia informada’ con respecto a la ciencia.
Por ‘ignorancia informada’ se quiere denotar el uso de cualquier cosa que se considere conocimiento para promover una determinada ideología. La presencia del pensamiento postmoderno en la Academia respalda a Aído. De hecho, es bastante probable que sus asesores sean captados selectivamente acudiendo a ese Mordor universitario.
Roberto, no entiendo bien a partir de tu post la relación entre el relativismo postmoderno, y la consideración del feto como una persona con los derechos correspondientes. Sabes que tan científicos son los que están a favor de esa consideración como los que están en contra, que no tienen nada de relativistas posmodernos. El relativismo cognitivo posmoderno tiene que ver con una corriente en la filosofía de la ciencia que parte de los plateamientos de autores como Kuhn, Duhem-Quine o Feyerabend y que pone en cuestión (en mi opinión con poco fundamento) algunos de los supuestos tradicionales del método científico, y que ha servido para defender algunas pseudociencias.
ResponderEliminarAlan Soakal ha abordado de forma extensa este asunto en muchos de sus escritos.
un saludo
El posmodernismo constituye una corriente caracterizada por (Sokal y Bricmont, 1999, p. 18): (1) el rechazo a la tradición racional de la Ilustración, (2) las elaboraciones teóricas desconectadas de cualquier prueba empírica, y (3) un relativismo cognitivo y cultural que considera que la ciencia es una simple narración, un mito, o una construcción social.
ResponderEliminarAdemás, el posmodernismo está impregnado de: (1) discursos opacos, (2) un relativismo epistémico unido a un escepticismo generalizado sobre la ciencia moderna, (3) un interés por las creencias subjetivas, independientemente de su veracidad o falsedad, (4) un énfasis en el discurso y el lenguaje, en oposición a los hechos a los que se refieren, y (5) el rechazo de la existencia misma de unos hechos a los que es posible referirse.
Considerado que la conexión resulta bastante clara: si no hay criterios objetivos para decidir qué es un humano y qué no lo es, si se apela al relativismo en algo que la ciencia tiene por ahora claro, entonces...
Salu2, R
Pues sinceramente, sigo sin pillarlo. Será que soy muy torpe. O peor aún, algo posmoderno.
ResponderEliminar¡Qué horror!
P.D. Soy un apasionado seguidor de Sokal. Leí "Imposturas intelectuales" y también el último "Más allá de las Imposturas intelectuales"
Un saludo
Seguramente es una conexión débil, pero es indudable que esa corriente de pensamiento ha hecho mucho daño a las ciencias sociales y sigue haciéndolo. Quienes enseñamos debemos tener presente este hecho y promover el pensamiento formal y el uso del método científico. Admitiendo sus limitaciones, pero también destacando sus virtudes. Cuando los asesores de Aído dicen que el concepto de ser humano es relativo, a mi juicio están haciendo uso de un típico argumento postmoderno. Salu2, R.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, la conexión es clara. En definitiva se trata de negar todo lo que tenga que ver con una "naturaleza" y considerar que los conceptos con los que hablamos de la realidad no son más que constructos sociales y, por lo tanto, relativos a un contexto social y cultural. No existe nada parecido a un "ser humano", excepto como concepto cosntruido por nosotros para entendernos. Si ahora decidimos que un ser humano sólo existe a partir de las 14 semanas del embarazo, pues bien (sobre todo porque de ese modo podremos generalizar el aborto libre y gratuito. A eso le añades que los hechos y los valores son independientes y que los hechos (científicos) nada tienen que ver con los valores (morales y relativos a una cultura). Otro ejemplo, muy del gusto de Bibiana Aído, es declarar que no existe el sexo, sino sólo el género. O que la violencia ejercida contra las mujeres es consecuencia exclusva o fundamentalmente de prejuicios sociales como el machismo.
ResponderEliminarPersonalmente estoy de acuerdo con Roberto y creo que sí podemos hablar de una naturaleza humana y que sí existen valores morales apoyados en hechos científicos. Algún día, desde la filosofía, puedes leer a Dewey, Teoría de la valoración, o puedes leer a Pinker, La tabla rasa, para ir más allá de ese relativismo constructivista que nos invade. Otro libro interesante, que merecería un comentario amplio, es el de Sam Harris, The moral landscape.
Muchas gracias por tu comentario Félix. No cabe duda de que contribuye a clarificar la perspectiva. Gracias también por la sugerencia de esas lecturas filosóficas. Seguro que a algunos psicólogos nos van bien. Salu2, R.
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