¿Es realmente la nicotina una droga que provoca adicción? ¿O posee la nicotina efectos que satisfacen ciertas necesidades, de la misma forma que el alimento satisface la necesidad provocada por el hambre o la bebida por la sed?
La heroína, la cocaína y la nicotina son sustancias que activan psicológicamente, pero producen distintos efectos. La heroína provoca euforia, pero también entorpece el rendimiento. La cocaína distorsiona el juicio. En contraste, la nicotina mejora el rendimiento, aumenta el estado de alerta y reduce la ansiedad.
Los cambios producidos después de una abstinencia de tabaco difieren mucho de una persona a otra, y no se hallan presentes en absoluto en el 25% de las personas que dejan de fumar.
Las personas extravertidas fuman porque están aburridas y desean elevar su nivel de activación, mientras que las personas neuróticas fuman para reducir sus tensiones y ansiedades.
Los fumadores habituales son extravertidos, buscadores de sensaciones, fáciles de aburrir y con tendencia a evitar la monotonía. Estas personas también poseen un bajo nivel de monoamino oxidasa en las plaquetas, la cual está relacionada con la búsqueda de sensaciones, la impulsividad y la extraversión. Los exfumadores presentan rasgos de personalidad y monoamino oxidasa al mismo nivel que los no fumadores. Fumadores y exfumadores difieren por muchos otros motivos, además de haber abandonado o no el tabaco.
Los métodos tradicionales de abandono del hábito de fumar suelen tener cierta efectividad mientras se lleva a cabo la terapia, pero cuando termina, la mayor parte de la gente que ha participado en la terapia recupera el hábito de fumar. Es probable que esto se deba a que continúan existiendo las necesidades individuales, que llevan a reanudar el hábito, y a que la terapia original, al haber sido diseñada para todos los participantes, descuida las necesidades individuales de los miembros del grupo de personas sometidas a la terapia.
En suma, las personas fuman porque la conducta de consumo de tabaco reduce determinadas necesidades, y por tanto, es gratificante. Cuando estas necesidades se satisfacen mediante conductas alternativas, la conducta de fumar se reduce con rapidez y queda eliminada.
El modelo basado en la adicción no es apropiado para el tabaco, y un uso continuado de la palabra adicción en relación con la conducta de fumar carece de validez científica.
la acción de la nicotina está más ligada a la acetilcolina (que de hecho tiene un receptor nicotínico) que a la vía común de los sistemas de refuerzo dopaminérgico que es donde actúan mayoritariamente las demás drogas. Pero si cogemos a un fumador desde luego que puede cumplir perfectamente los criterios de dependencia de sustancias del DSM.Lo mejor es no empezar a fumar, por si acaso.
ResponderEliminarLa matización es interesante. La frase 'si cogemos un fumador' en cambio es discutible. Al menos consideras que 'puede cumplir'. Finalmente, el DSM puede o no ser interesante en este caso. Pienso que los psicólogos pueden optar por vías de diagnóstico de carácter más dimensional, algo que las versiones más recientes del DSM consideran. Paciencia que todavía restan varios post sobre el 'problema del tabaco'...
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