Gabriel es uno de los músicos con los que más he disfrutado. Todavía lo hago. Su último trabajo, ‘Scratch my Back’ (2010) merece la pena, a pesar de no contener ni una sola pieza original, sino versiones de canciones de músicos como Lou Reed, Randy Newman o David Bowie. Sobrecogedoras son ‘Flume’, ‘The power of the heart’ y ‘The book of love’.
Este músico entró en mi mundo de la mano de Menchu, una amiga de Universidad que conocía su trayectoria desde su paso por ‘Genesis’, la banda de rock sinfónico que lideró antes de comenzar su carrera en solitario y de la que nos ocuparemos en otra ocasión. Con esta banda publicó seis albumes: ‘From Genesis to Revelation’ (1969), ‘Trespass’ (1970), ‘Nursery Crime’ (1971), ‘Foxtrot’ (1972), ‘Selling England by the Pound’ (1973), y ‘The Lamb Lies Down on Broadway’ (1974) (además de un interesante LP en directo titulado ‘Genesis Live’ de 1973, en la que se incluye un relato breve que interesó a Friedkin, el director de ‘El exorcista’).
Su primer trabajo solo es ‘PG1’ (1977) en el que aparecen melodías como ‘Solsbury Hill’ o ‘Here Comes The Flood’. El PG2 (1978) es también un interesante disco, con canciones como ‘Indigo’ o ‘Home Sweet Home’. Pero es en el PG3 (1980) y el PG4 (1982) donde se produce una revolución de su música. Se atreve, por ejemplo, a eliminar los platillos de la batería, lo que genera un poderoso efecto, y mezcla percusiones africanas con la batería tradicional. El PG3 incluye canciones como ‘Games Without Frontiers’ o ‘Biko’, mientras que el PG4 contiene ‘Shock The Monkey’ o ‘Wallflower’.
En la portada de estos cuatro discos, sin nombre, el rostro de Gabriel aparece desfigurado, lo que cambia radicalmente en el siguiente álbum, de 1986, por presiones de la discográfica. No solamente tiene nombre (‘So’) sino que además su rostro, especialmente nítido, preside la portada.
En 1989 prepara la banda sonora de la película de Martin Scorsese ‘The last temptation of Christ’ con el título ‘Passion’ (un increíble doble álbum), en 1992 publica ‘Us’ y en 2002 ‘Up’.
Desde su nacimiento en 1950, Gabriel ha vivido intensamente y ha sido realmente productivo: (a) es conocido por incorporar elementos teatrales a los conciertos de rock, dramatizando los personajes y actitudes de las canciones (en directo, Gabriel es una zorra, una flor, un misterioso observador de los cielos o una vieja), (b) es el creador del WOMAD (que, a menudo, se celebra en la ciudad de Cáceres), (c) fundó el sello ‘Real World’ para apoyar a los músicos de los países en vías de desarrollo, y (d) ha sido un gran defensor de los derechos humanos, a través de su compromiso con Amnistía Internacional.
Tuve el privilegio de verle en directo hace bastantes años, cuando acostumbraba lanzarse de espaldas al público en medio del éxtasis de la canción ‘Lay your hands on me’. En sus giras ha estado acompañado de excelentes músicos y siempre ha buscado algo nuevo que ofrecer al público, combinando el elemento visual y acústico.
Algo realmente sorprendente es que su música ha estado generalmente al servicio de las letras (igual que las técnicas cinematográficas deberían estar al servicio de las historias que contar).
Meterse en el mundo de Gabriel supone aceptar un viaje alucinante, pero no siempre fácil. La paciencia es una virtud y, en este caso, rinde extraordinarios beneficios para quien busca la belleza en las notas musicales (y también en la voz humana).
Estoy de acuerdo, Rob.
ResponderEliminarQuien ha seguido a Gabriel desde sus inicios, conoce el genio en que él habita, y no es fácil digerir su música para quienes estan acostumbrados a oir en vez de escuchar.Cada disco distinto(es lo que tiene la buena música) requiere un esfuerzo por parte del que escucha para descubrir la belleza.
Por cierto; me han llegado rumores de que dará un concierto en París. ¿Sabes algo al respecto?
Un abrazo,
Jaime Colom.
Ignoro si actuará en París, pero seguro que se puede encontrar información en su web. Salu2, R
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