MUSICOS: LYLE MAYS

El mejor modo de comprender por qué es uno de mis músicos favoritos es escuchar ‘Close to Home’ pieza increíblemente evocadora que cierra el primer álbum en solitario de este magnífico pianista. Es un músico en estado puro, un apasionado de la complejidad métrica, de la densidad compositiva, de los juegos de contrapunto y de los arreglos orquestales. No es fácil cruzar la puerta que da paso a su mundo, pero una vez cierras la puerta detrás de ti difícilmente desearás dar un paso atrás.

Fue un niño prodigio, un ejemplo perfecto de dominio simultáneo de la música y de las matemáticas, desde su nacimiento en la rural Wisconsin en 1952. A día de hoy aprende lenguajes de programación por puro placer.

Dos años después de publicar su primer trabajo en solitario, sacó al mercado ‘Street Dreams’ en 1988. En 1993 editó ‘Fictionary’ en el que hizo trío con el percusionista Jack DeJohnette y el bajista Marc Johnson. Su último trabajo en solitario es del 2000 (‘Solo’).

¿Dije ya que es un músico excepcional? Sin él no se podría comprender la riqueza expresiva de uno de los grupos musicales más creativos del último cuarto de siglo. Escuchen los siguientes temas y concordarán con este diagnóstico: ‘The Way Up’, ‘Proof’, ‘A Place in the World’, ‘Imaginary Day’, ‘The Heat of the Day’, ‘Episode d’Azur’, o ‘Minuano’.

Cuando compone imagina a los intérpretes, cómo las distintas partes y secciones encajan dentro del mismo marco de referencia. Llegado cierto momento del proceso de composición, le resulta prácticamente imposible cambiar nada de lo escrito. Cuando intercambia ideas con la otra parte esencial del grupo (Pat Metheny) es difícil que se produzca una alteración esencial del producto.

Es un auténtico placer vivir la coordinación, en directo, de estos dos increíbles músicos. No se los pierdan si tienen la minima oportunidad. Si no la tienen, búsquenla activamente.

http://www.youtube.com/watch?v=H9F9bjhrgvM