Este fin de semana (14 de Marzo) comienza, en próximo Oriente, el campeonato de F1. Estamos preparados para los distintos estados de ánimo que viviremos durante 19 domingos, hasta el 14 de Noviembre.
Las reglas han cambiado. Ahora ya no se puede cargar combustible durante la carrera, lo que ha obligado a modificar la estructura de los coches. Su peso ha aumentado 100 kilos y miden 20 centímetros más. Ese mayor peso supondrá más desgaste de los neumáticos, por lo que la suavidad en la conducción será un factor clave. El piloto cobra protagonismo, y, por tanto, veremos barbaridades de Hamilton.
Jugar con el consumo de combustible hará que el coche pueda pesar menos desde la salida y que, por tanto, se desgasten menos los neumáticos. En una palabra, se puede ser más competitivo con cabeza.
Habrá que parar en boxes para cambiar de ruedas, por lo que esa parte del espectáculo sigue viva. No se podrá emplear ayudas hidráulicas para levantar el coche, así que veremos derroches de habilidad para ganar tiempo.
Los vehículos calificados en la Q3 están obligados a salir a carrera con los mismos neumáticos con los que han conseguido el mejor tiempo. Por tanto, se tendrá que decidir si merece la pena sacrificar la primera tanda para lograr la pole con gomas blandas, o si es preferible buscar un buen tiempo con neumáticos duros y poder dar muchas vueltas con el depósito lleno.
Pero, normativas aparte, lo mejor es que Alonso está en Ferrari, de la Rosa en Sauber (BMW) y Schumacher ha vuelto. Además, los británicos Hamilton y Button están en McLaren. El cóctel está servido y los aficionados, de toda la vida, estamos preparados para saborearlo sin vacilar.