2014 fue un año horrible para mí.
Entre otras lindezas, comencé un proceso de divorcio que aún no he podido
concluir y falleció mi padre de un repentino ataque al corazón. Dos
experiencias que, evidentemente, no recomiendo vivir a nadie, aunque alguna sea
ley de vida.
La única enseñanza que he
podido sacar de estos, y de otros malos momentos vividos, es lo mal preparados
y educados que estamos para ellos. No nos enseñan a vivir, ni a superar cosas
cotidianas, relevantes y fundamentales a lo largo de la vida.
No me refiero a conocimientos
complejos que no estén al alcance de mentes privilegiadas, ni a aprender a cómo
encontrar agua si estamos perdidos en el desierto. Me refiero a vivencias con
las que nos cruzaremos tarde o temprano, y para las que no estamos preparados en
la mayoría de los casos.
Más que aprendizaje por
descubrimiento lo llamaría aprendizaje
por batacazo.
Son lo que se podría
denominar materias troncales vitales, y que,
como tales, deberían ser de obligado estudio, con prácticas, y que deberíamos
incluir en nuestros currículos educativos. Son asignaturas de las que cuales no
se puede sacar un aprobado raspado. Hay que aprobarlas con nota.
Paso a comentarles, brevemente,
mi malla curricular.
Materia 1. Educación Sexual
Que uno disfrute y haga con su
cuerpo lo que quiera me parece adecuado, pero las tasas de embarazos no
deseados en adolescentes, las enfermedades de transmisión sexual, y ese misterioso
proceso asociado a cómo alcanzar orgasmos y generar orgasmos en tu pareja, tendría unos cuantos ECTS.
Materia 2. Matrimonio
Ya he comentado que estoy en
fase de divorcio, pero voy a hacer un retroplaning.
Por favor, que quienes se vayan
casar hagan un supuesto. Plantéense qué pasaría con la vivienda, el salario y
con la custodia de un hipotético niño en caso de separación. Lleguen a un
acuerdo y déjenlo firmado por escrito, ante notario, ¡antes de la boda! Y luego
disfruten de su matrimonio.
No entiendo cómo algo tan
sencillo no es obligatorio antes de decir un “sí quiero”. Si no se hace, deshacer
esto es casi imposible, y, en España en concreto, un martirio, por lo general
para los hombres (hablo de separaciones normales, sin malos tratos, etc.)
Materia 3. Cómo pedir una
hipoteca
El que las viviendas suban de
precio o bajen, dependiendo de la crisis. Pues qué le vamos a hacer. Pero entender
qué es una hipoteca, cómo se negocia con un banco, que hay que pedir tasaciones,
las posibilidades alternativas de financiación, leasings, préstamos…. Por
favor, un poquito de finanzas en nuestras vidas.
Materia 4. “Ñapas”.
Reparaciones básicas.
Que para cambiar un enchufe,
una bombilla, un grifo que gotea o colgar un cuadro no sea como hacer una
oposición a notario. Se puede ser más o menos manitas, y los ñaperos profesionales
tienen que vivir de algo, pero un poquito de educación al respecto.
Materia 5. Cocina
Adoro la gastronomía.
Tener un mínimo repertorio para
no depender del McDonalds, del paquete de salchichas o de la pizza congelada.
No pido que nos enseñen a ser un Ferrán Adria, pero un mínimo para saber hacer
un arroz con fundamento, una tortilla, un estofado, alguna salsa para los
espagueti que no sea tomate frito de bote. ¡¡Y que enseñaran a apreciar el vino!!
Mas en un país como el nuestro. Luego llega la obesidad y nadie habla de lo que
se hace en las cocinas.
Materia 6. Primeros Auxilios
No hago más que ver centros
comerciales, universidades, polideportivos, etc. con desfibriladores colgados
en las paredes. No creo que sirvan de mucho si no se enseña a la gente cómo utilizarlo
en casos de emergencia, al igual que poco sirve hacer el boca a boca si no se
hace bien, o el masaje cardiaco (yo he visto hacer el masaje cardiaco en el
lado donde no está el corazón….).
Materia 7. Orientación Escolar
Sigo sin entender cómo se
fuerza a los estudiantes a elegir ciencias, letras o incluso carreras
universitarias sin informar de nada o sin recibir orientación. Que las
elecciones sean puramente intuitivas, nos hace perder algún otro premio Nobel
en potencia.
Materia 8. Muerte
Es imposible acreditar la
cantidad de cosas que hay que hacer si se muere un familiar cercano. Indescriptible.
Notarios, registros, bancos, por no hablar del proceloso mundo de los
tanatorios. No quiero amargar el día a nadie, pero si “rascan” un poco en todo
este proceso y se preocupan por lo que hay en el más allá (y me refiero a la
burocracia posterior), les aseguro que harán cosas al respecto.
Muchas cosas.
Materia 9. Tatuajes y Piercings
Cada vez veo a más gente con
tatuajes que, sorprendentemente, son más grandes (brazos enteros tatuados), o
piercings que cada día se colocan en sitios más raros y provocan deformaciones
como esos pedazo de agujeros en las orejas.
A mí me parece genial, pero una
de dos, o tienes la vida resuelta y te puedes tatuar un tribal entre ceja y
ceja, o aquí falta un poquito de inteligencia fluida.
Si eres adulto e independiente,
haz lo que quieras (hay tatoos
fascinantes), pero recuerdo el otro día que veía a un alumno de primero, que
rondaría los 18, con un tatuaje que comenzaba en la oreja, se ensanchaba y le cubría
medio cuello, con un agujero en la oreja que cabía un bote de Lacasitos.
Genial, muy “cool”.
A lo mejor tiene muy claro que
quiere ser artista, y lo respeto. Pero es que lo dudo mucho. Solo puedo pensar en
el increíble número de trabajos no va a poder ejercer, no por capacidad, sino
por “estética”. Algo que no me cuadra.
Materia 10. Coste de la vida,
esfuerzo y sacrificio.
Entender cuánto cuesta alquilar
un piso, la luz, el agua, un colegio, la comida, un coche, y ver cómo se
reparte esto, los pagos a plazos, las relaciones calidad-precio, las marcas, y
entender que un gran número de cosas en la vida no se consiguen si tesón,
esfuerzo, sacrificio y trabajo duro.
Habrá más materias, no lo dudo.
Pero creo que, con este mínimo
repertorio, la vida se haría mucho más fácil, seriamos más felices, y no se
producirían estos batacazos vitales que te dejan machacado.
Que ustedes estudien bien.
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