¿Recuerdan a Carl Sagan debajo de un
árbol invitándonos a aceptar que compartimos con él (con el árbol, naturalmente) el lenguaje
de la vida? Estamos hechos de materiales similares y el libro de instrucciones (de
recetas) que debe leerse para construirnos (cocinarnos) demuestra que somos,
como poco, primos.
Vale, de acuerdo, admitamos que,
salvo detalles insignificantes, árboles, peces, anfibios, reptiles y mamíferos somos,
más o menos, la misma cosa, el mismo ente con distintos formatos.
Añadamos a este hecho la tesis de que
nuestro única razón de existir es servir de transporte, a través del
espacio-tiempo, de los egoístas genes, que van a lo suyo (duplicarse,
replicarse, ya saben).
Los genes construyen la enorme variedad
de animales y vegetales que vemos a nuestro alrededor (o en los documentales de
National Geographic) para preservar
su integridad.
Ellos son inmortales. Nosotros somos
materia desechable, reciclable.
No sabemos cuánto tardarán en
percatarse de que los humanos nos dimos cuenta de su juego. Pero cuando eso
suceda, pudiera darse el caso magistralmente relatado en Star Wars:
el emperador nos pedirá
que nos unamos a él o nos destruirá.
Pensando en estas estúpidas
cuestiones se puede llegar a razonar más o menos así:
Si todos los seres vivos somos más o
menos iguales, estamos hechos de materiales casi idénticos, combinados de
diferente modo, y únicamente tenemos, sin saberlo, el objetivo final de servir
de soporte a la perpetuación eterna de los genes…
¿para qué tanta variedad?
¿por qué el pez grande se come al
pequeño?
¿por qué compiten los miembros de la
misma especie?
¿por qué compiten las especies entre
sí?
Si la diferencia entre un homo
sapiens y otro homo sapiens es, a los efectos prácticos del carácter perenne de
los genes, irrelevante…
¿por qué competimos?
Mejor dicho…
¿qué hizo que en nuestra naturaleza
se encuentre inscrita la tendencia irreductible a competir?
Si la meta final es ser usados por
los genes…
¿por qué un envoltorio ha sido programado
para competir con otros envoltorios?
¿por qué algunos envoltorios
destruyen otros envoltorios?
Parece más eficiente que los genes hubiesen
programado a los seres vivos para preservarse, para protegerse unos a otros,
para cuidarse recíprocamente como la gran familia que son.
Y sin embargo no es así.
El envoltorio individual lucha para
sobrevivir, y si para ello debe destruir otros envoltorios, lo hará sin que le
tiemble el pulso, a pesar de que los genes deberían saber que ese proceso
destructivo es, realmente, autodestructivo.
Seguramente Dawkins tiene respuesta
para estas preguntas.
Por lo que sabemos, en general, los envoltorios se destruyen entre sí una vez han obrado, por guía de sus "propietarios" para que dejen nuevos envoltorios. Y cuando hay muchos... y jóvenes ... entonces pasa lo de tantas veces (Estado Islámico, Síria, Ucránia...). Entre otras razones "muchos envoltorios jóvenes en competición".
ResponderEliminar¿Es entonces una solución reducir el número de jóvenes?
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