viernes, 24 de enero de 2014

Bravo por Asensi

La escritora Matilde Asensi ha publicado una entretenida trilogía ambientada durante el reinado de Felipe III, en el auge de la conocida como ‘Paz Hispánica’. El primer volumen es ‘Tierra Firme’, el segundo ‘Venganza en Sevilla’ y el último ‘La Conjura de Cortés”.

El protagonista principal es un ambiguo personaje, Martín Nevares, que realmente es una mujer (Catalina Solís) hija de Pedro Solís (el maestro espadero más famoso de Toledo) y de Jerónima Pascual (“nunca quiso contraer nupcias con mi señor padre; decía que el matrimonio era la esclavitud para las mujeres”). Catalina abandona Toledo, donde nace, con destino al Nuevo Mundo cuando tiene 16 años.

La historia cuenta cómo Catalina se ve obligada a convertirse en Martín Ojo de Plata: “yo era yo, era Catalina, mas, cuando me disfrazaba de Martín, podía ejecutar todas aquellas cosas que, injustamente y por unas razones tan absurdas como desconocidas, estaban prohibidas a las mujeres”.

En las novelas de aventuras se transmiten algunos interesantes valores. Así, por ejemplo, el padre de Catalina sostuvo que “no era digno de personas de bien poseer a otras en condición de objetos puesto que todos los humanos eran libres sin reparar en el color de su piel”. Sobre los ingleses: “eran la peor escoria de la Tierra y, como tal, los arrojábamos a la mar”. Sobre los problemas de la vida: “nada de lo que conozco por mis lecturas y estudios me ayuda en esta ocasión” (un excelente ejemplo de lo que los psicólogos denominamos ‘inteligencia fluida’). Sobre la conquista: “Don Hernán conquistó México con la ayuda de miles de guerreros de las naciones sometidas por los méxicas (…) las astucia de don Hernán consistió en advertir y utilizar los odios internos de los pueblos del imperio hacia el opresor (…) de no haber sido los españoles habrían sido los ingleses o los franceses o los flamencos (…) siempre hay alguien sometiendo a otro”.

Únicamente leí el último volumen de la trilogía, en la que unos hidalgos de la península venidos a menos confabulan para promover una revolución en el nuevo mundo. El capital necesario para impulsar el levantamiento se conecta con un tesoro que el conquistador ocultó en el nuevo mundo (en Cuernavaca). Martín/Catalina y sus correligionarios destruyen la conspiración y reciben el perdón del rey: “dejareis de ser un proscrito para convertiros en una dama noble, respetable y acaudalada a la que nunca más perseguirá la justicia”.

Es magnífico que esta escritora haya elegido esta deliciosa época de la historia de España para ambientar sus aventuras. El hilo narrativo permite sacar a colación y subrayar la riqueza de nuestra historia. Y aprovechar la coyuntura para destruir algunos mitos bastante extendidos que nos perjudican y que fueron extendidos, sin reparos, por quienes en aquellos momentos eran nuestros enemigos, por los que ambicionaban lo que poseíamos en el nuevo mundo.


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