viernes, 6 de septiembre de 2013

A propósito del 5,5 –por Andreu Vigil

Una de mis frases favoritas es el slogan oficioso de la campaña de Clinton contra Bush en 1992 Es la economía, estúpido”. Me encanta como muchas polémicas que inflaman numerosas tertulias y llenan páginas y páginas de la prensa escrita, no son más que un simple problema económico.

Por ejemplo supongamos un hipotético país del Sur de Europa que limita con Francia y Portugal inmerso en una crisis económica que reduce drásticamente los ingresos de las familias. Automáticamente ello hace que el número de familias por debajo del punto de corte para la obtención de una beca de matrícula universitaria aumente notablemente, lo cual genera un incremento del gasto de un Estado que dispone de unos recursos muy limitados.

La solución es incrementar dicho punto de corte y reducir el número de personas que pueden acceder a la beca pero eso, ciertamente, no es muy popular que digamos.

Una segunda solución para limitar el número de individuos que pueden acceder a la beca es incrementar la puntuación necesaria para obtener la beca. Ello también disminuye el número de individuos que pueden acceder a la beca pero, tiene la ventaja que puede venderse mejor planteando algo así como que es una medida que: “premia el esfuerzo garantizando la igualdad de oportunidades”.

Ahora ya tenemos la polémica servida cuando, a mi entender, el trasfondo no es más que una cuestión económica aderezada con la ideología de un hipotético partido de ese hipotético país. Por cierto, si lo que se pretende es primar el esfuerzo, digo yo que podrían haber subido un poco más la nota porque, en algunas carreras, para llegar a esa nota no hay que desgastarse excesivamente los codos. 

Bromas aparte y ya puestos vamos a ver que dicho argumento es más falso que un rolex del top manta.

Supongamos un alumno X sin recursos económicos y un alumno Y que dispone de los mismos. El alumno X obtiene una nota de 5,45 mientras que el alumno Y obtiene una nota de 4,8. El resultado de la aplicación de este criterio que premia el esfuerzo es que el alumno X se va a la calle y el alumno Y continúa estudiando. Si esto es premiar el esfuerzo, como dijo Jar Jar Binks en la guerra de las galaxias “Misa no comprende a tusa”. Pero además si ambos obtienen un 5,45 X va a abandonar la carrera mientras que Y la va a continuar, o sea que, ¿Dónde está la igualdad de oportunidades?

Pero todo esto no es lo más grave del asunto.

No sé qué interés hay en obviar el hecho que TODOS los alumnos universitarios están becados, pues su matrícula tan solo cubre alrededor del 15% del precio real del curso universitario. Como consecuencia, al alumno sin recursos que ha obtenido un 5,45 lo expulsamos del sistema pero al alumno que tiene recursos y ha obtenido un 4,8 ¡le financiamos entre todos unos 5000 euros el curso siguiente, y si sigue pasando de curso lo seguimos financiando!

Esto es surrealismo y no lo de Salvador Dali.

Siempre he creído que la primera matrícula universitaria tendría que ser gratuita para todo el mundo y la segunda matrícula en caso de suspenso debería ser a coste real (salvo casos muy justificados).

Creo que esta propuesta sí que garantiza que todo el mundo tiene las mismas oportunidades (por lo que refiere a la matrícula) y premia el esfuerzo, pues el que trabaja y aprueba continúa estudiando sin pagar y el que no, se va a la calle o se paga íntegramente sus estudios.

Ya sé que dirán que esta propuesta sería muy cara pero, teniendo en cuenta el poco gasto en educación del estado español, no creo que representara un incremento tan exagerado.

Por cierto, creo que el sistema debería incorporar una penalización en forma de retorno de parte de lo invertido si el universitario marcha a otro país de forma estable a desarrollar su carrera profesional (o una compensación por parte de dicho pais). Veo con estupor como nuestros actuales ministros se alegran de que los jóvenes graduados marchen a otros países a trabajar (supongo que porque reducen el número de parados) pero parecen olvidar que en cada uno de ellos, entre todos, hemos invertido entre 20000 y 30000 euros, de los que ahora se aprovechan otros países que obtienen mano de obra altamente cualificada de forma gratuita.


6 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, difícil expresarlo mejor.

    Ojalá algún político leyera este blog y tomara nota.

    Yo añadiría un número de plazas limitado. En cada carrera según las previsiones sobre la cantidad de licenciados en ese tema que se van a necesitar en los próximos años.

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  2. Desde luego que es un artículo excelente. Pone el dedo en más de una llaga. Tanto la historia de los puntos de corte dichosos, como el coste que nos supone formar a individuos que luego se largan del país. Me encanta que Andreu recuerde que absolutamente todos los estudiantes de las universidades públicas están becados. Y, por supuesto, concuerdo con él en que la primera matrícula debería ser gratuita para asegurar una igualdad de oportunidades. A partir de ahí, quien desea estudiar sin aprobar que busque métodos de financiación.

    MA, aunque un político (y no digamos ya un asesor) leyese este post se quedaría tan frío como un esquimal sin su abrigo.

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  3. Ahora entiendo tu comentario en el blog de la AIIDI Andreu.....Un post fabuloso.

    No sabes que felicidad me produce comprobar que tenemos intereses y preocupaciones similares, aunque manejamos cifras diferentes. Ya contrastaremos las fuentes ;-)

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  4. Primero felicitarle por este magnífico blog y esta entrada por poner sobre la mesa temas interesantes sobre la educación. En especial me ha gustado el enfoque de la subida de las notas como forma de reducir el presupuesto!

    Estoy de acuerdo con lo expuesto salvo con el tema de las becas. Si consideramos las becas como un método de redistribución de riqueza no veo yo que sea efectivo el sistema. Si lo consideramos un 'premio' el discurso cambia.

    Me explico, tomando a X e Y, ¿Por qué debe tener 'gratis' la universidad X si puede pagarla? ¿Estamos teniendo en cuenta el coste de oportunidad de Y?

    Desde mi punto de vista la matrícula debe ser enteramente proporcional a la renta de cada uno y las becas también, especialmente si queremos hacer énfasis en la redistribución de la riqueza... Establecer incentivos de excelencia que sustituyan a las actuales matriculas de honor...

    Mi pregunta siempre es, ¿a santo de que pago con mis impuestos el 80% de la matrícula a alguien que viene en un BMW a clase?

    En la carrera he convivido (quizá por afinidad cultural) con los pocos que han tenido dificultades económicas (minorías la verdad, el perfil de quien llega a nivel universitario no es clase baja...) y me dolía mucho ver que para ellos aprobar o no, era la diferencia entre poder comprar el bono de transporte el año siguiente o no. Porque ser pobre es díficil (que novedad!) y es fácil olvidar las dificultades extra que se tienen (tener que trabajar, atender a la familia, afrontar el clasismo que hay en el nivel universitario, mayores dificultades sociales y logísticas...) . Porque seamos sinceros, tu nivel económico determina lo 'caro' que te cuesta cada error. Si X la pifia en una asignatura le sale exponencialmente más barato que a Y...

    Otra visión: http://politikon.es/2012/05/02/la-reforma-de-las-becas-universitarias-y-mas-alla/

    saludos!

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  5. Sergio, mis cifras han sido obtenidas por estimación directa (a ojo) o sea que supongo que las tuyas con más exactas. De todos modos el hecho que la matrícula represente un 10, 15 0 25% del coste real es irrelevante para el problema que describo, además existirán variaciones entre grados, comunidades autónomas, etc.
    GuidoCor, estoy completamente de acuerdo contigo en que las becas deberían ser proporcionales a la renta, pero eso sólo sería aplicable en un caso ideal, o en un país escandinavo donde el estado controla prácticamente a la perfección los ingresos de todos los ciudadanos (de hecho en Finlandia hasta las multas de tráfico son proporcionales a los ingresos y no hace muchos años el presidente de Nokia tuvo que pagar una multa astronómica por exceso de velocidad). En nuestro país, el problema sería que existe una gran cantidad de personas que disponen de una gran cantidad de renta no declarada (y no sólo autónomos, también los asalariados de ciertos sectores) y unos ingresos declarados muchísimo menores. Como consecuencia y siguiendo tu propuesta seguramente veríamos como algunos de los BMW que citas son conducidos por alumnos que disfrutan de una beca que cubre la práctica totalidad de la matrícula ( y no hablo de forma hipotética pues este tipo de casos los he visto más de una vez), mientras que individuos con una renta real mucho menor deben pagar una cantidad mucho mayor. En resumen, mientras que nuestro Ministerio de Hacienda no se dedique a lo que tendría que dedicarse, prefiero primera matrícula universal como método para conseguir que todo aquel que lo necesite tenga matrícula gratuita y, si algún día la economía sumergida desapareciera o se redujera hasta ser una anécdota, si que considero preferible la beca ligada a la renta.

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  6. Hace tiempo estuve leyendo un excelente libro titulado 'El economista camuflado' de Tim Harford.

    En él se discutían cosas como las siguientes:

    stá claro que la educación, las fábricas, la infraestructura y el conocimiento técnico abundan en los países ricos y escasean en los países pobres. Sin embargo, según Harford, esas diferencias explican mal las diferencias entre los países. Ni la educación, ni la infraestructura, ni las fábricas explican en lo más mínimo el abismo existente entre los ricos y los pobres. Es la cleptomanía de las altas esferas la que detiene el crecimiento de los países pobres. En estos países, los empresarios no crean negocios de manera oficial y así no pagan impuestos; los funcionarios del Estado demandan proyectos ridículos en beneficio de su propio prestigio o de su enriquecimiento personal; los alumnos de primaria no se preocupan por conseguir una cualificación que devendrá irrelevante.

    Comenté el libro es un post de este blog:

    http://robertocolom.blogspot.com.es/2008/08/por-qu-hay-pases-pobres.html

    Hablamos de corrupción de las altas esferas, pero, por lo que comenta Andreu, correctamente, esa corrupción existe a todos los niveles.

    En tanto no seamos capaces de erradicar esa lacra poco se podrá hacer para vivir en un país mejor.

    O dejamos de servirnos de chanchullos y aceptamos que vivir juntos posee implicaciones de solidaridad, honestidad, etc., o lo llevaremos mal.

    Desde luego, apoyo la tendencia a descentralizar, a devolverle al individuo la responsabilidad que nunca debió ceder al Estado. Darle al Estado lo que no le corresponde difumina la responsabilidad individual.

    Saludos, R

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