La revista 'Nature
Reviews --Neuroscience--' publica un artículo en el que los autores concluyen
que una gran parte de los estudios en neurociencia (especialmente la
investigación en biomedicina) debe ponerse seriamente en duda.
Button, K. S.et al. (2013): Power failure:
why small sample size undermines the reliability of neuroscience. NRN,
vol. 14, 365-376.
Aunque la
revisión se centra en el dañino efecto de usar muestras de reducido tamaño (porque
se confunden con mayor probabilidad falsos positivos y negativos) el mensaje va
más allá. Denuncian las presiones a las que se ven sometidos los científicos
para encontrar (aunque sea a la fuerza) resultados llamativos. Y hacerlo
rápido. Hay que capturar la atención de los consejos editoriales para que
estos, a su vez, puedan reclamar la mirada de los medios de comunicación de
masas e incrementar su visibilidad.
Los autores
no consideran que los estudios de réplica permitan superar el problema del uso
de muestras de reducido tamaño, pero también rechazan la idea de que estudiar muestras de enorme
tamaño sea una solución per se:
"se puede
producir un sesgo favorable a estudios con muestras reducidas cuando se diseñan
meticulosamente y se registran datos de alta calidad, mientras que en los
estudios con muestras enormes se reducen los controles de calidad a costa de
ganar tamaño".
Sus
conclusiones más demoledoras se basan en un meta-análisis que comienza con 246
artículos de revisión y termina basándose en 48 (casi seis veces menos). Resultado:
los estudios en neurociencia presentan
un poder estadístico del 20%, resaltando que los estudios a menor escala
suelen presentan tamaños mayores que los hechos a mayor escala.
Reconocen
los autores que los estudios de neuroimagen y con animales se encuentran
infra-representados en sus cálculos, así que hacen un nuevo análisis usando otras
bases de datos. En el primer caso se ciñen a estudios sobre muestras clínicas,
encontrando un poder estadístico del 8%. En el segundo se llega a un poder del
30%. En consecuencia, un panorama de lo más desalentador.
El artículo
formula algunas recomendaciones para superar la actual situación:
(1) calcular
el poder estadístico necesario para alcanzar una conclusión sólida durante el
diseño de la investigación.
(2) aumentar
la trasparencia en los métodos usados y en los resultados logrados.
(3) publicar
el protocolo del estudio y el plan de análisis antes de materializarlo.
(4) poner a
disposición de la comunidad los materiales usados y los resultados.
(5) trabajar
en grupo para aumentar el poder estadístico y replicar los resultados antes de
darlos por válidos.
Subrayan la
carencia endémica de estudios de réplica que permitan detectar la inquietante
presencia de falsos positivos (y añadamos también los negativos) en la
literatura. Aquí es donde debería promoverse la colaboración entre investigadores
compartiendo protocolos, datos y análisis para acorralar las preguntas más
relevantes en un determinado campo disciplinar. Hoy en día trabajar aisladamente es ridículo,
además de ineficiente.
Los
psicólogos son pioneros en este esfuerzo de colaboración a través del 'Reproducibility
Project' al que se han unido más de 100 científicos.
An Open, Large-Scale, Collaborative Effort to
Estimate the Reproducibility of Psychological Science. Open Science Collaboration. Perspectives on Psychological Science 2012
7: 657. DOI: 10.1177/1745691612462588
En
neurociencia y en genética molecular también se está trabajando en esta dirección.
Los científicos ya son conscientes de las limitaciones subrayadas por los
metodólogos que firman este articulo. Su denuncia llueve sobre mojado.
Existe
la urgencia de dejar de mirarse el ombligo y de centrarse en los problemas
científicos más relevantes. La tendencia a investigar lo que a cada uno le parece más
excitante debe dejar paso a la unión de esfuerzos para compartir objetivos
verdaderamente importantes. Solo así avanzaremos con paso firme. Sólo así
haremos honor a nuestro rol de científicos que buscan iluminación.
Hay pedagogos que utilizan los "avances de las neurociencias" como argumentos didácticos. Yo sospecho que pasar de la neurona a la enseñanza de la raíz cuadrada en una clase con 30 alumnos no es nada fácil. Pero me temo que cada vez que digo esto en público los modernos psicopedagogos me miran con un poco de lástima.
ResponderEliminarNo desesperes Gregorio. El tiempo pone las cosas en su sitio. Di lo que tengas que decir. Punto. Saludos, R
ResponderEliminarValiosa contribución. Es perturbador comprobar una vez tras otra que la comunidad científica está sometida a las mismas presiones distorsionadoras que el resto de las comunidades, sean de banqueros, políticos o medios de comunicación. Es esperanzador comprobar que en la comunidad científica existe preocupación al respecto y se ponen medios para remeidarlo. Eso posiblemente se debe al riguroso compromiso con la búsqueda de la verdad que es intrínseco a la tarea científica.
ResponderEliminarFélix, quizá haya una versión diferente para los hechos narrados en este post, y, por tanto, una conclusión algo distinta. El lunes próximo más y mejor... Saludos, R
ResponderEliminar