La academia de Salman Khan

Una de las personas que ocasionalmente deja sus comentarios en este blog (CAM) hizo referencia, casi de pasada, al individuo que da nombre a la academia que encabeza este post.

Estuve revisando concienzudamente el material y mi impresión ha sido extraordinariamente positiva. Khan se propuso modificar el modo de educar a los chavales y la experiencia, hasta ahora, promete.

Algo que conviene tener presente es que no hay ningún interés comercial, lo que, para mí, tiene un valor añadido en esta sociedad en la que nos ha tocado convivir.

La web en la que puede conectarse con el material educativo, basado en originales videos, vio la luz en 2006.  Actualmente cuenta con más de 4.000 lecciones que van de la astronomía a la salud pasando por las matemáticas o la biología.

Khan se graduó en el MIT (matemáticas, ingeniería electrónica y ciencias de la computación) y en la escuela de negocios de Harvard.

Su academia pretende educar a cualquier chaval en cualquier lugar del mundo. Cuando habla, Salman sostiene haber demostrado, a través de sus cursos, que aquellos chavales que parecen incapaces de aprender en una escuela estándar, se comportan como si estuviesen preparados para adquirir casi cualquier conocimiento. El sistema se adapta a las diferencias individuales en el aprendizaje.

De hecho, en una experiencia piloto puesta a punto en California, los profesores han incorporado el sistema de Khan al aula, de modo que disponen de información en tiempo real sobre cómo va avanzando cada uno de ellos con las lecciones. Al ser innecesario explicar ninguna lección usando el formato clásico, el profesor puede ir desplazándose por el aula para atender aquellos casos en los que el sistema revela estancamiento. Esa estrategia permite maximizar los recursos. Se evita que todos los chavales del aula estén escuchando la misma lección del profesor al mismo ritmo. Con el sistema de Khan, nadie se descuelga.

Salman comenzó a publicar en Youtube las lecciones que había preparado para sus sobrinos. Ante su arrollador éxito, mucho más allá de su círculo familiar, decidió abandonar su trabajo remunerado para dedicarse plenamente a la enseñanza. A través de su Fundación, Bill Gates ha apoyado la iniciativa desde el principio. Google y el magnate mejicano Carlos Slim también han hecho sustanciosas donaciones al proyecto de Khan.

Su academia ha eclipsado los cursos on-line que ofrece el MIT. Los videos pueden encontrarse en varios idiomas. Y son realmente interactivos porque informan constantemente sobre los progresos que se van haciendo con las lecciones.

Los videos de Khan han llegado a remotas áreas rurales de América Latina, Asia y África, por supuesto sin necesidad de estar conectado on-line.

Usando como base los videos, se promueve la interacción entre el profesor y los estudiantes. De hecho, se anima a que los estudiantes más avanzados ayuden a quienes van más retrasados. El trabajo cooperativo es una constante de las clases en las que se usa el sistema de Khan.

Naturalmente hay críticos, pero el hecho es que la academia de este norteamericano de origen hindú, contribuye a eliminar barreras entre aquellos que tienen más facilidad para educarse y quienes lo tienen más difícil. Desde esa perspectiva, es una aproximación que merece una atención detenida.

Quizá los científicos expertos en educación se animen a planificar algún estudio formal a gran escala para comprobar si, en efecto, el programa de Khan funciona mejor que los sistemas educativos al uso. Los chavales se lo merecen.

Antes de formarse una opinión, puede ser buena idea dedicarle un tiempo a averiguar en qué consiste exactamente lo que aquí se ha resumido pobremente.

Esta es la dirección web:

https://en.khanacademy.org/

Por cierto, ¿habían oído ustedes hablar de la academia Khan? ¿fue objeto de algún espacio en los noticiarios de mayor escala? ¿se resaltó en algún medio de comunicación que esta podría ser la estrategia para olvidarnos de PISA? Yo no.