viernes, 8 de febrero de 2013

Sobre la medida en Psicología y el registro automático de datos --por José Santacreu Mas


Seguro que saben qué es un data-sexual.

¿No?

Lo cierto es que el nombre no da precisamente una idea de lo que pudiera significar. Lo mas que se puede decir es que se parece a metro-sexual y, aunque no es fácil identificar el sentido último de estas palabras, parece que sexual aquí se refiere “a marcado interés  por …”.

En fin, un data-sexual es una persona que se interesa por el registro de las cosas que objetivamente hace, y que posteriormente analiza con el ánimo de sacar conclusiones respecto a su vida en cuanto a salud, economía o costumbres.

La cuestión que originalmente me incitó a escribir sobre este tema no está relacionada con la moda de mostrarse ante los demás a través de aplicaciones WEB, sino con la escasa proporción de datos objetivos en Psicología (como decía R. B. Cattell, datos objetivos desde el punto de vista del individuo observado y desde el punto de vista del observador; test, no cuestionarios). No hay muchos datos objetivos sobre distintas variables de un solo individuo registrados en amplios periodos de tiempo.



El asunto de la etiqueta data-sexual es un puro asunto comercial o de moda, pero lo del interés por rastrear, mejor sería decir registrar, la propia conducta, tanto de variables biológicas como psicológicas sin ningún propósito adicional que explorar la propia conducta,  puede llegar a ser una bomba  que revolucione la investigación en humanos.

Los selftrakers, así se llaman a sí mismos, registran variables como la tasa cardiaca, el nivel de sudoración, la temperatura en el ombligo, las horas que se duerme, pero también cuánto dinero se gasta en libros, los kilómetros que se recorren a pie o los que se hacen en un medio de transporte. Sería interesante conocer un montón de cosas respecto a qué hacemos los humanos, en qué momento del día o del año, con qué frecuencia, en que lugares, e, igualmente, conocer las secuencias de nuestro comportamiento o de las variables biológicas que estemos midiendo.

Se trataría de un inmenso número de datos de cada una de las numerosas variables que se podrían medir, y, esto es lo radicalmente revolucionario, objetiva y automáticamente: registrar sin tener que ocuparnos de anotar cada evento o cada cambio, e incluso sin saber con detalle qué estamos registrando en cada momento.

Esta tecnología, que permite el registro automático de algunas variables fisiológicas, ya se ha llevado a cabo en un número relevante de casos con propósitos médicos (por ejemplo, medir el ritmo cardíaco durante 24 horas). El resultado es similar al de un registro en el laboratorio en cuanto a su precisión, al mismo tiempo que genera datos con una mayor validez, por cuanto que la evolución de la variable biológica se mide en un contexto natural.

Registrar cientos de variables del comportamiento de una persona, de manera precisa, continua, automática y objetiva, sería una revolución en la investigación psicológica. Sería similar a la revolución que constituyó el teléfono móvil para la telefonía, el cambio que supuso la digitalización en la propia telefonía, o el nuevo cambio que han supuesto los llamados smartphones con sus miles de aplicaciones basadas en la localización (GPS) sobre un mapa tridimensional del terreno. Ahora, la agenda del teléfono no solo te avisa con antelación de una cita, sino que además te informa de la distancia a la que estás del lugar previsto para la misma. Y lo que resulta cautivador es que tu, al poner la alarma para que la agenda te avisara, no habías previsto que te indicaría la distancia a la que estabas del lugar de la cita.

Pero lo mejor del tema no es que los psicólogos estemos interesados en esos datos, sino que algunos individuos estén interesados en ellos, y, sorprendentemente, estén interesados en compartirlos en la medida en que conocen los datos de los demás. La página WEB http://quantifiedself.com/ tiene mas de 10.000 internautas inscritos bajo el reclamo:

Conózcase a si mismo a través de los datos.

¿Y quién o qué puede hacer el milagro de conseguir datos registrados de manera similar por cada persona?

Se hace con un pequeño robot instalado en el teléfono que registra la actividad cada vez mayor que se hace a través del teléfono en su uso habitual y en el conjunto de sus APPs. Te puede informar del conjunto de tus gastos o por partidas: restaurantes, libros, cine. O, también, de la energía que gastas en función de la temperatura exterior, lo que te mueves o tu tasa cardiaca.

Las posibilidades son inmensas y esto me recuerda a la psicohistoria, aquel maravilloso procedimiento matemático del futuro descrito en la trilogía 'La Fundación'  de Isaac Asimov.

La cuestión será saber si los psicólogos tendrán lo que se debe tener para ponerse manos a la obra obteniendo datos objetivos de las personas usando (y, en su caso, adaptando) la tecnología de la que ya se dispone. O si, por el contrario, seguirán con la rancia práctica de preguntarles. No sé qué pensar. A veces son tan raros.

1 comentario:

  1. Realmente sugerente pero ¿crees que seríamos capaces de encontrar algún patrón psicológicamente interesante?

    Las miles de cosas que hace un individuo (quizá algunas menos) al final remiten a algo que por ahora pensamos que tiene que ver con su arquitectura psicológica.

    Y esa arquitectura es lo que nos interesa a una parte sustancial de los psicólogos.

    No sé si me explico, aunque me da que si...

    Saludos, R

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