¿Qué título más ambiguo, verdad?
Podría corresponder a la doctora que
trabajaba con el doctor Gregory House,
al temido Martes para aquellos de nosotros que somos supersticiosos (Viernes
para los norteamericanos) o al número de campeonatos del mundo de motociclismo que
ganó Angel Nieto (aunque él diría 12+1,
por supuesto).
Pero no, nos estamos refiriendo al número de
puntos que separan a nuestro campeón Fernando
(1) Alonso del alemán Sebastian
Vettel a falta de una carrera para que concluya el largo campeonato de
Fórmula 1 que llevamos disfrutado este año 2012.
Este fin de semana tenemos una cita crucial
en Brasil. El bacalao todavía no está totalmente cortado. Todavía queda la
pieza esencial.
Dicen que la venganza se sirve fría. Y el
dicho puede corroborarse este 25 de noviembre. Para mí sería, simplemente, un
bonito regalo de cumpleaños, pero para Fernando significaría el momento de
lograr una justa venganza por los sucesos vividos en Abu Dhabi en 2010.
En aquel fatídico día subí con unos amigos al
Principado para celebrar el que sería tercer título mundial del asturiano.
Hiciese lo que hiciese su principal rival, Mark
Weber, a él le bastaba con ser séptimo. Pero, tras una carrera de pesadilla,
y una pésima estrategia de su equipo, Fernando, contra todos los pronósticos,
quedó octavo. El mundial se le escapó de las manos y no lograba encontrar una
explicación racional.
Para quien tenga una memoria frágil quizá
convenga recordar que el título de 2010 no lo ganó Weber, sino Vettel, quien no
contaba nada en las quinielas pero que, de hecho, tenía oportunidades
matemáticas de ser campeón del mundo. Aprovechando el desconcierto de los dos
favoritos al título, el alemán se metió el cetro en su bolsillo. Fue su primer
título mundial.
Este año, Ferrari (y, por tanto, Alonso)
llegan a Interlagos en unas condiciones de clara inferioridad con respecto a
Red Bull. El maldito Adrian Newey ha
logrado, una vez más, darle una envidiable ventaja a sus pilotos a través de
sus geniales ideas aerodinámicas. Las últimas carreras así lo atestiguan. No
hay nada que discutir. Los hechos son los hechos.
En Abu Dhabi 2010 a Alonso le bastaba ser
séptimo y perdió. Ahora, en 2012, a Vettel le basta con ser cuarto (más difícil,
¿no?).
¿Ganará?
Algunos no paramos de cantar 'Asturias patria
querida' con una patética entonación para que llueva con entusiasmo
y la balanza esté más equilibrada este fin de semana. Que el duelo sea más justo.
Y que la venganza se produzca.
75% de probabilidades de lluvia para el domingo.
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