Seguimos avanzando en el análisis de
este sistema complejo. A veces hallando resultados sorprendentes. Otras veces
no.
El proyecto Blue Brain (en el que
participa la Universidad Politécnica de
Madrid a través del Cajal Blue Brain) supone la reconstrucción de un
circuito neuronal en un ordenador para compararlo con un modelo animal y
predecir la ubicación de las sinapsis. Han publicado una actualización de sus
avances en la revista PNAS:
Hill et al. (2012). Statistical connectivity provides a sufficient foundation for specific functional connectivity in
neocortical neural microcircuits. www.pnas.org/cgi/doi/10.1073/pnas.1202128109
Se
supone que demuestran que la configuración de sinapsis se encuentra gobernada
por el azar, basándose en una configuración 3D de diez mil neuronas. Pero,
curiosamente, "el diagrama de conexiones neuronales es
prácticamente idéntico dentro de una misma especie (para) asegurar la
fortaleza del circuito neuronal " según declaraciones de Sean L Hill.
O sea,
que existe un sustancial aislamiento del entorno para preservar la integridad
del sistema nervioso. Algo similar a lo encontrado por el neuro-científico mejicano Arturo
Álvarez-Buylla, quien ha estudiado las inter-neuronas encargadas de
vincular las neuronas sensoriales y motoras.
En la
etapa embrionaria se producen más inter-neuronas de las que posteriormente
serán necesarias, por lo que los científicos se preguntan cómo se eliminan.
Mientras que hasta ahora se pensaba que era el ambiente quien dirigía ese
proceso, Álvarez-Buylla propone que se encuentra regulado desde dentro. Según el
artículo de su equipo de investigación, publicado en 'Nature', los modelos animales demuestran que el entorno es prácticamente irrelevante para regular este
proceso de poda.
Sanai,
N. et al. (2011). Corridors of
migrating neurons in the human brain and their decline during infancy. Nature, 478, 382-386 (Oct 20 2011). doi:10.1038/nature10487
También 'Nature' publica recientemente los avances dentro del 'Allen Human Brain Atlas' del que ya hablamos aquí en alguna ocasión.
http://robertocolom.blogspot.com.es/2011/10/reconstruyendo-el-cerebro-humano.html
Ahora se explora el efecto de los genes que actúan sobre el
cerebro, basándose en cien millones de medidas de expresión genética sobre los
cerebros de tres individuos. Uno de los resultados llamativos es que más del 80% de los genes se expresan en el cerebro.
Hawrylycz, M. J. et al. (2012).
An
anatomically comprehensive atlas of the adult human brain transcriptome. Nature, 489 (7416): 391 DOI:10.1038/nature11405
Finalmente,
en la revista 'Neuron' se ha
publicado un trabajo sobre los mecanismos de olvido en el cerebro. Son, en
esencia, dos: borrar la información no deseada o sustituirla por otra
información (un clavo saca otro clavo). No parece demasiado original.
Esos
dos mecanismos se cimentan en circuitos neuronales diferenciados: (a) en el
borrado, la corteza dorsolateral prefrontal inhibe las señales del hipocampo y
(b) en la sustitución se implican la corteza prefrontal caudal y la corteza
prefrontal ventrolateral.
Benoit, R G. & Anderson, M. C. (2012). Opposing Mechanisms Support the Voluntary
Forgetting of Unwanted Memories. Neuron, 76 (2) pp. 450 - 460.
Se supone que conocer el soporte neuronal de
estos mecanismos de olvido podría ayudar a, por ejemplo, la terapia psicológica
dirigida a combatir los recuerdos traumáticos. Puede ser.
Los genes delegan en el cerebro, como decía
Ridley, pero, en un arranque de pasión, quizá este divulgador se olvidó de que
los delegados no pueden dejar de rendirle cuentas al jefe de cuando en cuando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario