viernes, 19 de octubre de 2012

Psicópatas y Educadores --por Óscar García López


Siempre pensé que la vida hay que vivirla en los extremos, de forma intensa y pasional. Opinaba, también, que en nuestras relaciones con los demás deberíamos buscar el término medio, respetando los distintos puntos de vista.

Sin embargo, de un tiempo a esta parte me he polarizado. Será que las noticias buenas no son noticia. Son escabrosas o directamente espantosas. La más espectacular, para mi gusto, es la de José Bretón.

¿En qué sentido me he polarizado? No tengo ahora la menor duda ante el deseo abierto de que le apliquen la pena de muerte a este individuo. Pena de muerte sin contemplaciones para quien es capaz de asesinar a sus hijos.

Hace poco discutía del tema en una comida con unos amigos. Me decían que yo no veía las cosas claras porque tengo un niño pequeño y estoy condicionado por ello. Que lo correcto sería encerrar de por vida a Bretón. Pero no, no comparto ahora ese criterio. Tengo claro que este mundo sería mucho mejor si este tipo de gente fuese eliminada.

Concuerdo en que mi perspectiva es radical, pero eso es lo que pienso. Por supuesto que hay claros, oscuros y grises. Lo comprendo. No soy tan estúpido. Pero casos extremos requieren soluciones radicales. Yo eliminaría de la faz de la tierra a un psicópata que, para castigar a su mujer, mata a sus hijos a sangre fría.

Siguiendo en esta línea argumental, hace unos días Perez Reverte relataba el caso del Gorrinin en un artículo. Si no lo han leído, merece la pena. Eso si, les advierto que después de hacerlo verán cómo crece su indignación y su ira.



¿Qué hacer frente a este tipo de situaciones? Personalmente lo relaciono con la absurda tendencia a pensar que un castigo no es una buena fuente de aprendizaje, que el castigo trae asociado necesariamente un trauma insuperable, o que en una sociedad evolucionada todo debe funcionar bajo el paraguas del más estricto raciocinio. Es ridículo que no puedas darle un cachete a tu retoño cuando se porta mal porque alguien podría denunciarte.

Ni yo ni nadie tenemos una solución perfecta, pero entiendo el valor de educar en el respeto y la tolerancia. El informe PISA, tan citado y explotado en buenas y malas direcciones, pone de manifiesto que los Finlandeses son los mejores educando a sus hijos. Un articulo del diario ABC revelaba algunas perlas de lo que hacen los finlandeses con su sistema educativo.


“En Finlandia el 80% de las familias van a la biblioteca el fin de semana”.

“Durante los primeros seis años de primaria los niños tienen en todas o en la mayoría de las asignaturas el mismo maestro”.

“Los mejores docentes se sitúan en los primeros años de enseñanza”.

“Para ser maestro se necesita una calificación de más de un 9 sobre 10 en sus promedios de bachillerato y de reválida, y se requiere, además, una gran dosis de sensibilidad social (se valora su participación en actividades sociales, voluntariado...).”

Una maravilla.

En España son los futuros médicos, los odontólogos, y algún que otro ingeniero quienes deben obtener una media de 8 y 9 en bachillerato para acceder a sus titulaciones. ¿Se imaginan que sucediese lo mismo con los futuros estudiantes de magisterio?

Sin embargo, nosotros vivimos en un país un tanto extraño, con competencias educativas transferidas a las comunidades autónomas (¡¡que gran error!!) con continuos debates sobre si se debe educar o no la lengua española, sobre la diversidad lingüística o sobre la identidad plurinacional. Vivimos ahora en un país de incongruencias

¡¡Qué difícil es aprender a vivir así!!

7 comentarios:

  1. "La educación gratuita desde preescolar hasta la universidad incluye las clases, el comedor, los libros y hasta el material escolar "

    "Hasta 5º no hay calificaciones numéricas. No se busca fomentar la competencia entre alumnos ni las comparaciones."

    "a educación es la llave para el desarrollo de un país"


    !!Hay que matar a Jose Breton!!!


    que dificil es aprender a vivr asi.

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  2. Los crímenes que presuntamente ha cometido ese hombre (aún es inocente) son horrorosos, y si se le declara culpable ha perdido el derecho a volver a vivir en sociedad. A cualquiera le espantan estos hechos. Pero me surgen dos dudas. Primero, ¿Para qué matarlo? ¿Qué ganamos como sociedad haciendo algo así? Segundo, tengo serias dudas que ninguna educación pueda explicar fácilmente la aparición de semejante individuo. Seguro que en Finlandia también hay tipos terribles, pero con una gran educación. Y por último, ¿quién tendría que matar a ese hombre? ¿un funcionario? ¿el psicólogo de la prisión? ¿lo sorteamos como con los jurados?

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  3. Concuerdo con el comentario de Óscar: Bretón es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Por ahora solamente fui capaz de ver pruebas circunstanciales. Además, considero contraproducente que sea juzgado por un jurado popular, teniendo en cuenta la presión medíática existente. Si es culpable, que caiga sobre él todo el peso de la ley. Pero solamente cuando las pruebas sean definitivas. En cuanto a la pena de muerte, tampoco soy partidario. Y no porque tuviera que aplicarla algún funcionario de prisiones, sino porque no comparto, moralmente, esa perspectiva. Finalmente, no tengo nada en contra de darle un azote a un pipiolo revoltoso cuando se lo merece (a veces con frecuencia). Y, por cierto, los últimos datos dicen que Corea ya supera a Finlandia, por lo que, quien sabe, quiza dentro de poco, y gracias a las reformas de Wert, seamos nosotros quienes estemos a la cabeza. Saludos, Roberto

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  4. Sentimientos de ira, indignación, rabia, etc. suele ser lo más natural cuando algo nos duele; como en este caso tan terrible. Pero movernos por impulsos puede llevarnos a actuar de igual modo que aquellos a los que juzgamos. (los motivos serán distintos, pero el acto sería el mismo; matar) Pienso que combatir la ignorancia en todas sus formas es tarea importante, aunque hombre/mujer inteligente, no siempre es sinónimo de moralidad correcta; o dicho de otro modo, buena persona. Sí me parece necesario revisar las penas. Mientras tanto, habrá que esperar para saber si esta persona es culpable o inocente.
    Un saludo.

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  5. Se insiste en la idea de presunto inocencia...estoy de acuerdo, pero ...huesos de dos niños de la edad sus hijos en una hoguera en un terreno de los padres de Breton...¿que mas pruebas se necesitan? ¿un video dond e se le vea quemando a los niños? para mi gusto, blanco y en botella. No es que me agarre ala pena de muerte, es un concepto que me genera infinitas dudas, pero en determinados casos, no me las genera (y este es uno de ellos). Es mas, no veo sentido de que tengamos que mantener eternamente a este "ser", y un ultimo apunte..acaso es menos cruel encerrar a alguien de por vida?
    A no ser que con 20 años de condena salga a la calle otra vez...y otra vez a empezar.

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  6. Óscar, cada cual puede tener su valoración. Seguro que hay gente que opina lo mismo que tu. Pero no sucede con otros ciudadanos que discrepan. Así suelen ser las cosas en la sociedad plural. Hay opiniones para todos los gustos, salvo cuando te toca de cerca. Opinar sobre los demás es fenomenal, pero si alguien asesina a mi hija no dudaré en cargármelo en cuanto pueda (y podré, créeme) con la mayor saña posible. Salu2, R

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  7. Cuando se analizan los datos de Pisa, no vendría mal recordad que mejor que fijarnos en Finlandia, país que nos queda muy lejos en todos los sentidos, sería fijarnos en Soria, por ejemplo, que al igual que otras zonas de España obtiene resultados bastante aceptables, superiores a la media. Eso no quita para que no reconozca que me gustaría que aquí se dieran algunas de las circunstancias que se dan en Finlandia.

    Félix García-Moriyón

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